En Tlaxcala estamos muy lejos de que los sindicatos realmente representen los intereses de sus agremiados, pues los que se apoderan de esas instancias hacen hasta lo imposible para mantener sus privilegios y repartirse el poder, dejando a un lado a sus miembros que sólo observan como sus dirigentes y sus familiares progresan económicamente y gozan de los beneficios de estar en el lado indicado.

Lo anterior viene a colación porque a uno días de que se llevó a cabo la renovación de la dirigencia de la Sección 55 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), los maestros han empezado a comprobar que el poder de esa organización se repartió entre los incondicionales del nefasto ex líder Ignacio Díaz Grande y el actual secretario general Jorge Guevara Lozada.

Tras impedir y golpear a los maestros afines a la poderosa ex líder del SNTE, Elba Esther Gordillo Morales, que pretendían participar en el congreso de la Sección 55, el actual grupo en el poder se repartió los cargos del Comité Ejecutivo y el títere de Jorge Guevara aprovechó la ocasión para acomodar a su familia.

De entrada logró que su hermano José Luis Guevara Lozada dejara la Secretaría de Créditos para ahora volverlo responsable de la Secretaría de Negociación Laboral, lo que le garantiza seguir cobrando por cuatro años más su abultado salario sin llevar a cabo su labor de docente, debido a que desde el 2014 desempeña una comisión sindical que le permite andar tirando rostro a la hora que quiere sin preocuparse por trabajar.

Y por si fuera poco, ahora la “poderosa familia” Guevara Lozada logró también incorporar a la dirigencia de la Sección 55 del SNTE a Janeth Pérez Muñoz como responsable de la Secretaría de Conflictos de Preescolar, cuando se sabe que ésta mujer es hija de Eufrosina Sampedro, esposa del “hermano lelo consentido” José Luis Guevara.

Los maestros de la mencionada sección sindical están más que molestos con sus actuales dirigentes y no dude que en unas semanas más se registren conflictos internos, ya que el liderazgo de Jorge Guevara es endeble y el próximo miércoles podría comprobar que no goza del respaldo de los docentes tlaxcaltecas.

Los maestros identificados con la maestra Elba Esther Gordillo ya se alistan para participar en la renovación de la Sección 31 del SNTE que controla el amoroso Demetrio Rivas Corona, proceso que se tiene previsto para los próximos meses y que será más que complicado porque el malestar hacia la actual dirigencia es mayúsculo.

El PAN sólo para los cuates

Y ya que hablamos de renovación, le cuento que José Gilberto Temoltzin Martínez mantuvo por muy poco tiempo su ofrecimiento se encabezar una dirigencia plural donde todos los grupos del partido político tuvieran una representación, pues resulta que tal y como sucedió cuando Adriana Dávila Fernández y Carlos Carreón Mejía controlan al PAN, él también pretende incorporar a sus cuates en la estructura partidista a pesar de que gozan de mala fama.

A través de las redes sociales, los usuarios y simpatizantes del PAN cuestionaron la designación de Gerardo Javier Amaya como presidente del Comité Municipal del partido en Tetla de la Solidaridad, cuando es una persona que carga una pésima reputación entre la militancia y los ciudadanos de esa población.

El ahora dirigente del PAN en ese municipio fue acusado en el 2013 por una militante de abuso sexual cuando él se desempeñaba como secretario general del mencionado comité, lo cual fue un escándalo que daño seriamente la imagen del partido en Tetla de la Solidaridad, de ahí que se considera un grave error permitir y abrir espacios de poder a miembros con ese tipo de antecedentes.

Ese error y la inactividad del PAN en Tlaxcala son factores que han empezado a manchar la dirigencia de José Gilberto Temoltzin que ha optado por asumir un comportamiento como si el partido estuviera en el poder, cuando en realidad vive y enfrenta una de sus peores crisis porque simplemente no sabe cómo enfrentar a Morena y al presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.