Tal y como sucedió al final de la pasada administración que encabezó el hacendado gobernador Mariano González Zarur que se negó a avalar un proyecto para que en Tlaxcala se construyera una clínica especializada para enfermos renales, hoy las actuales autoridades de la Secretaría de Salud en el estado mantienen la misma actitud y la donación del equipo para atender a pacientes con ese mal se podría perder porque se niegan a destinar recursos para edificar un espacio que reciba esos aparatos.

Si hay algo que se requiere urgentemente en Tlaxcala es contar con espacios especializados para atender a los numerosos pacientes renales que existen en la entidad y que carecen de los recursos económicos para pagar los tratamientos y diálisis que necesitan, sin embargo ahora que una fundación está dispuesta a canalizar recursos para dotar de los aparatos que se requieren para que a través de una clínica se ofrezcan esos servicios a personas de escasos recursos, las autoridades de la Secretaría de Salud bajo el mando de Alberto Jonguitud Falcón se niegan a apoyar esa acción porque la gestión la estaría llevando a cabo Lorena Cuéllar Cisneros.

La inversión ofrecida por la fundación es importante y la gestión de Cuéllar Cisneros, actual delegada de Programas de Desarrollo del gobierno federal, se podría perder nuevamente, debido a la negativa de las autoridades estatales para destinar fondos a la construcción de un espacio para recibir y operar ese equipo.

Y aunque en el presupuesto de egresos de este año se aprobó una partida de 50 millones de pesos para atender a enfermos renales, la Secretaría de Salud se resiste a avalar que esos recursos se inviertan en la construcción de un espacio especializado para atender a esos pacientes.

Su intención es utilizar esos fondos para financiar estudios que ayuden a detectar las causas que provocan esa enfermedad o para otras actividades cuyo beneficio no se tiene bien definido.

En una lástima que por celos políticos se esté a punto de perder una donación por parte de una fundación, como si el tratamiento y atención de los múltiples enfermos renales que hay en Tlaxcala fuera algo intrascendente para las autoridades.

La millonaria obras del Itife

Ahora que está de moda la austeridad y el gasto eficiente de los recursos públicos, ciertas dependencias que se encargan de realizar obras están siendo sometidas a una exhaustiva revisión porque durante los últimos dos años han llevado a cabo trabajos cuyo costo simplemente no se justifica.

La titular del Instituto Tlaxcalteca de la Infraestructura Física Educativa (Itife), Anahí Gutiérrez Hernández, no ha podido convencer a nadie que la remodelación de unos baños de una escuela hayan costado 600 mil pesos, pues quienes han supervisado la obra no encuentran donde se invirtió tal cantidad de dinero público.

Si hay una dependencia del gobierno estatal donde se presume que los funcionarios y constructores se han beneficiado con las obras es en el Itife, de ahí que su cuenta pública del 2018 está siendo revisada con lupa porque nadie tiene la intención de avalar que existan otras obras millonarias que se hayan pagado sin que en realidad se justifiquen los exagerados montos que se liquidaron para rehabilitar algunos espacios educativos.

Pero no crea que las anomalías son exclusivas del Itife, porque también en la Secretaría de Obras Públicas, Desarrollo Urbano y Vivienda a cargo de la marioneta Francisco Javier Romero Ahuactzi se han encontrado inconsistencias cuyo listado pronto daremos a conocer, porque una cosa es la que paga y otra la que entregan.

Vicente Hernández amenaza con ser alcalde por tercera vez

El ex alcalde panista Vicente Hernández Roldán conocido como “lord reelección” amenazó a unos policías municipales con convertirse en los comicios del 2021 y por tercera ocasión en edil de Calpulalpan, luego que los guardines del orden tuvieron la mala decisión de intentar detenerlo por estar ingiriendo bebidas alcohólicas en la vía pública.

A través de un video que circula por redes sociales, el panista en aparente estado de ebriedad confronta a los policías municipales de Calpulalpan a quienes les pide que los dejen seguir su borrachera y que mejor se dediquen a perseguir y detener a los huachicoleros y ladrones porque según él la inseguridad se encuentra desbordada.

Sin recordar que su cuenta pública del último año de su administración (2016) fue reprobada y observada por un posible daño patrimonial que supera los 23 millones de pesos, lo cual originó una denuncia ante la Procuraduría General de Justicia en el Estado, el panista advirtió a los uniformados que goza de tan buena reputación que será por tercera ocasión presidente municipal de Calpulalpan en las elecciones del 2021, por lo que cuando eso pase “nos veremos en la dirección para que recuerden este momento”, dejando entrever que serán despedidos por quien sueña con dirigir nuevamente el desarrollo de ese municipio.

A Vicente Hernández se le ve parado al lado de su lujosa camioneta color blanca. El panista tuvo un comportamiento como si fuera un político de quinta que presume lo que se llevó y que no supera ser tratado como un ciudadano común y silvestre.

Si piensa que así conseguirá nuevamente la presidencia municipal de Calpulalpan se equivoca, porque si de algo están hartos los ciudadanos es de políticos como él que se sienten bordados a mano.