El Poder Judicial de Tlaxcala no quedará exento de las críticas que enfrentan los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, así como los magistrados y jueces que laboran a nivel federal, a quienes se les acusa de recibir de abultados salarios y otras prestaciones que los ubica como los empleados mejor pagados de México.

En Tlaxcala, los magistrados encabezados por el poblano Héctor Maldonado Bonilla no cantan mal las rancheras y aunque no me crea aquí los encargados de impartir la ley cobran envidiables salarios que demuestran que la austeridad en el Poder Judicial no existe y que los recursos públicos se manejan de manera ilegal.

Lo anterior será motivo de otra columna no muy lejana, porque hoy le quiero confirmar que al interior del Tribunal Superior de Justicia del Estado lo que vale es la amistad y los pactos donde estuvo de por medio el alcohol y las vomitadas.

Recordará que hace unos días le comentaba sobre un amañado proceso de licitación que realizó el TSJE para contratar los servicios de intendencia y jardinería que implicaban un negocio de 1,637,340,00 pesos para el ganador.

Desde un inicio estaría acordado el mentado negocio para el ex contralor de la pasada administración Hugo René Temoltzin Carreto, quien en una primera instancia lo pretendió obtener a través de una de sus tantas empresas denominada Mom Tlax S.A de C.V que era representada por su suegra Aurelia Ramírez Gordian.

Pero como se descubrió su jugada, Maldonado y Temoltzin habrían decidido bajar a esa empresa y seguir en el concurso a través de Aurelia Ramírez, a quien se le permitió hacer una propuesta como persona física, lo cual violaba la recomendación de la Contraloría Interna.

Al final la suegra del ex contralor del ex gobernador Mariano González Zarur obtuvo el contrato, fallo que fue impugnado por la empresa “Cuatro Señoríos el Reto” S.A de C.V a través de su representante legal Gerardo Campech López.

La inconformidad que llegó a la Contraloría del Poder Judicial en contra de Aurelia Ramírez y que detallaba las anomalías registradas en el proceso de licitación simplemente fue desechada sin abrir una investigación.

La instrucción de Héctor Maldonado fue dejar firme el fallo y su deseo se cumplió al pie de la letra, lo que hizo pensar que el pacto establecido en la borrachera que se puso la Feria de Tlaxcala con su amigo marianista Temoltzin Carreto se concretó pese quien le pese.

La Contraloría ignoró que la ganadora Aurelia Ramírez incumplió con los requisitos contemplados dentro de la convocatoria para la licitación al no realizar la visita que debían llevar a cabo los interesados, ya que ella se acreditó como representante de la empresa Mom Tlax S.A de C.V y no como persona física, que es como ganó el contrato.

Otro aspecto que generó sospechas de todas las empresas participantes, es que la suegra de Hugo René Temoltzin hizo una propuesta económica sólo 500 pesos por debajo de la razón social “Cuatro Señoríos el Reto” S.A de C.V, la cual se inconformó con el fallo, lo que hace pensar que los sobres fueron abiertos con antelación para darle ventaja a la familiar del conocido ex funcionario estatal.

Si así se comporta y se maneja el TSJE en las licitaciones que convoca para contratar ciertos servicios, imagínese cómo será el actuar de los magistrados y los jueces a la hora de impartir la justicia en Tlaxcala.

Ante ese entorno, asusta la propuesta de reforma a la ley que Héctor Maldonado hizo ante el Congreso del Estado para modificar el Código Financiero, pues con ese cambio busca que el Poder Judicial tenga la posibilidad de captar recursos económicos por diferentes cobros de servicios que brinda esa instancia.

Aunque no dio muchos detalles de su propuesta, el magistrado presidente del Poder Judicial estaría proponiendo rentar algunos espacios de Ciudad Judicial para que en ellos se instalen algunos negocios que seguramente ya tienen planeados sus amigos marianistas o generar producto adicionales a los servicios que ofrece el TSJE como “la consulta por medios electrónicos”, cuya inversión según comentó ya se tiene prevista pero que hasta ahora nadie conoce el proyecto y mucho menos se sabe quién sería la empresa encargada de manejar esa información que debe ser confidencial.

Como podrá ver los marianistas han convertido en el TSJE en un buen negocio.