Usted podría confiar en un abogado que siendo responsable de la Procuraduría General de Justicia en el Estado (PGJE) utiliza su posición para defender y proteger a su escolta que agredió a golpes a su novia y amenazó con su arma de fuego a un joven y a los dueños y clientes de un antro, la respuesta sería no porque eso hablaría muy mal del funcionario que prometió respetar y hacer valer la ley en Tlaxcala.

El supuesto planteado hace unos momentos habría sucedió el viernes de la semana pasada en el antro MicheMix ubicado en Ocotlán, donde se dice que el escolta del arrogante e inmaculado procurador José Antonio Aquiahuatl Sánchez de nombre Omar Ocomatl, conocido entre los cuates y agentes ministeriales como “El Güero”, procedió a mostrar el verdadero rostro de la PGJE al perder la compostura por los celos que sintió al ver bailar a su chica de nombre Gabriela, quien labora en la dependencia en el Departamento de Atención Inmediata del municipio de Apizaco.

Alterado por los celos y el alcohol, el escolta habría golpeado salvajemente al osado bailarín identificado con el nombre de Raymundo que se lucía en la pista con Gabriela. El agente embrutecido sacó su pistola mientras era protegido por otros ministeriales de la PGJE para después descargar su furia no sólo contra el supuesto rival de amores, sino contra la mujer cuyo rostro y cuerpo recibieron los acertados golpes de “El Güero”.

Los gritos y el temor de apoderó del lugar y nadie intervino por el miedo que provocó la presencia de hombres armados. Se solicitó la intervención de la policía estatal y capitalina, pero nunca llegaron. El agente de la PGJE cuya labor es cuidar al flamante procurador amenazó a todos los presentes y a los dueños del antro para evitar que sus excesos se fueran a conocer.

“Que nadie la haga de a pedo, porque somos la ley y si dicen algo cerramos el lugar y tomaremos represalias”, habrían gritado los ministeriales.

Dicen que el procurador José Antonio Aquiahuatl se enteró del caso y que lejos de proceder contra su escolta optó por solicitar la renuncia a Gabriela, lo cual provocó la molestia del personal femenino de la PGJE porque no conciben que esa dependencia esté en manos de un misógino que en teoría debe defender a las víctimas de la violencia y no proteger y defender a los hombres que golpean a mujeres.

Cuando Aquiahuatl Sánchez era el segundón en la PGJE su actitud era diferente y hasta parecía que le interesaba su trabajo, pues mostraba preocupación por la falta de resultados y se quejaba del raro comportamiento de ciertos magistrados y jueces del Tribunal Superior de Justicia del Estado que siempre dejaban libres a los presuntos delincuentes cuando estaba demostrado que eran los responsables de los delitos que enfrentaban.

Llevaba la lista de cada uno de esos casos y no se cansaba de sugerir que los magistrados y los jueces eran unos corruptos de primera.

Pero hoy que su sueño se hizo realidad y que despacha como procurador su comportamiento es diferente y su lista con los expedientes de los magistrados y jueces ya no existe y ni se acuerda de ella.

Hace unos 15 días el procurador demostró que ya no es el segundón y que hoy en día la suerte y la fortuna le sonríen, para lo cual organizó un tremendo fiestón con motivo de su cumpleaños.

Como si fuera una celebración del «Huicho Domínguez» tlaxcalteca o una de las fiestas que solía organizar “El Negro” Durazo, el ex jefe policiaco del Distrito Federal, el hoy impoluto funcionario estatal se lució con sus invitados y se dejó consentir porque, según cuentan, en esa ocasión no hubo miserias, al grado que el bacanal se prolongó hasta la mañana siguiente, exceso que fue utilizado por sus amigos y subordinados para destacar el enorme aguante que tiene Aquiahuatl Sánchez para consumir alcohol.

Eres el héroe de mi película papá. Eres el jefe de jefes. Eres el procu precioso, le habrían externado al famoso José Antonio.

Qué pena que esto pase.