Sin que hasta ahora haya trascendido y para sorpresa de muchos, resulta que el gobernador Marco Antonio Mena Rodríguez tendrá una buena relación con el próximo gobierno federal que encabezará Andrés Manuel López Obrador, pues muchos de los funcionarios que han sido designados por el tabasqueño son conocidos y amigos del mandatario priista, lo que sin duda lo ubica en una buena posición para negociar proyectos y recursos.

Alejandra Frausto Guerrero, futura responsable de la Secretaria de Cultura en el gobierno del morenista López Obrador ya recibió varias propuestas del gobierno estatal de probables sedes para instalar esa dependencia en Tlaxcala, por lo que ahora sólo falta la decisión final para conocer en dónde se asentarán esas oficinas federales.

Entre las propuestas que más posibilidades tienen está el Centro de las Artes de Apizaco y la antigua sede del Instituto Tlaxcalteca de la Cultura que se localiza en la capital. La segunda opción parece ser la más viable y no dude que ahí empiece a despachar Alejandra Frausto que no ha dejado de visitar el estado.

Le cuento que hasta ahora no existe fecha para que los panistas lleven a cabo la renovación de su dirigencia estatal, pues resulta que el hoy diputado federal y líder del PAN en Tlaxcala, Carlos Carreón Mejía, tiene guardada bajo siete llaves la convocatoria respectiva que podría hacerse pública a finales de este mes.

La intención de Carreón Mejía es alargar lo más que pueda la renovación para operar a favor del grupo anayista que busca imponer a Marko Antonio Cortés Mendoza como dirigente nacional en el proceso interno previsto para el 11 de noviembre.

Y con la ayuda de Marko Antonio Cortés el nuevo diputado federal intentará imponer en Tlaxcala a un líder estatal que podría ser electo a finales de diciembre y cuyo compromiso principal sería no revisar las finanzas del PAN de los últimos años, debido a que las cuentas no cuadran por los excesos en que incurrió el actual presidente del Comité Directivo Estatal.

Donde también las cosas no caminan nada bien es en el Congreso del Estado, pues Víctor Báez López, presidente de la Junta de Coordinación y Concertación Política resultó muy chafa, al grado que no oculta ser la marioneta del aún líder estatal de Morena, Joel Molina Ramírez, quien prácticamente le ordena qué hacer, decir y hasta con quién hablar.

La fracción parlamentaria de Morena está fracturada y la relación que el partido de López Obrador mantiene con sus aliados como el PT y el PES está sostenida con alfileres. El liderazgo de Báez López es tan débil y cuestionado que es la fecha en que no puede sacar adelante los nombramientos del personal directivo del Congreso local.

Lo anterior ha sido aprovechado por los anteriores diputados que se enteran en tiempo real de las decisiones y movimientos que llevan a cabo los novatos legisladores, empezando por la garganta profunda que sembraron en la persona de la camaleónica Cynthia Fernández Bautista que no deja de reportar todos los detalles y la “información reservada” que le proporciona el iluso matador de toros que hoy despacha como diputado Rafael Ortega Blancas.

Se acuerda que la presidenta municipal de Tlaxcala, Anabell Ávalos Zempoalteca, realizó hace unos días un viaje por Perú, Uruguay y Argentina en compañía de algunos miembros de su Cabildo, pues resulta que la alcaldesa de Tlaxco, Gardenia Hernández Rodríguez, también hizo sus maletas por las mismas fechas y agregó un destino más a su periplo que incluyó a Brasil, país que visitó en compañía de su esposo.

Dicen que Gardenia Hernández muy pronto será cuestionada por ese viaje y que un grupo de vecinos inconforme con su administración le pedirá que informe cuánto costó su viaje con cargo al ayuntamiento de ese pueblo mágico.