Si el presidente electo de México, Andrés Manuel López Obrador, ya afirmó que la ex perredista y hoy neo priista Rosario Robles Berlanga, es un “chivo expiatorio” en el enorme desvío de recursos públicos registrado en la Sedesol y que las acusaciones en contra de esa funcionaria del gobierno de Enrique Peña Nieto son un circo, seguramente el combate a la corrupción que prometió Morena en Tlaxcala quedará sólo en el anecdotario.

Una vez que López Obrador optó por echar su manto protector a la convenenciera Rosario Robles, es muy probable que en Tlaxcala surjan otros chivos expiatorios en torno a probables casos de corrupción que simplemente serán solapados y hasta encubiertos por los diputados de Morena y sus aliados del PT y el PES.

El trabajo periodístico que realizó el portal de noticias Animal Político y que obtuvo reconocimiento internacional por documentar la estafa maestra en que incurrió presuntamente Robles Berlanga y funcionarios de la Sedesol en complicidad con Universidades públicas y empresas fantasma para disponer de manera ilegal de millonarias cantidades de recursos, ahora se pretende desacreditar y minimizar bajo el argumento de que forma parte de un circo cuando acredita puntualmente la sucia operación que se puso en marcha para sangrar las finanzas del gobierno federal.

Si ese caso que implicó desvíos por más de 2 mil millones de pesos es un circo que no merece ser castigado, imagínese si en Tlaxcala se sancionarán los excesos de los ex diputados locales y sus negociaciones obscuras con algunos presidentes municipales y funcionarios estatales para aprobar ciertas cuentas públicas con evidentes daños patrimoniales o si se descubrirá y castigará el jugoso negocio que dejó la remodelación del Congreso del Estado.

Los diputados locales de Morena y sus aliados deben entender que el voto emocional que obtuvieron el pasado 1 de julio para llegar al Congreso de Tlaxcala ya no existe, porque ahora los ciudadanos y ciudadanas observan su comportamiento y en ellos empieza a dominar el razonamiento que les dice que los legisladores que impulsó López Obrador son igual o peor que los priistas, panistas y perredistas.

Son incongruentes e hipócritas y en los pocos días que tienen como diputados su trabajo es nulo, ilegal, sin rumbo y deficiente. Prometieron un cambio y una austeridad que no se ve por ningún lado.

El combate a la corrupción sólo quedó en el discurso y es la fecha que ni se bajan sus abultados salarios ni exigen con hechos cuentas a los ex legisladores y mucho menos tienen la intención de revisar el cochinero que implicó la rápida aprobación de las cuentas públicas del 2017.

Su hipocresía es tal que ahora sin el menor recato se dedican a echar porras al mandatario priista Marco Antonio Mena Rodríguez, como lo demostró la legisladora de Morena, Mayra Vázquez Velázquez, quien a través de la redes sociales descubrió la noche del 15 de septiembre y como invitada a la ceremonia del Grito de Independencia que el gobernador demuestra liderazgo y disposición de trabajar por el bien de Tlaxcala.

O la actitud del ex gobernador priista y hoy discípulo de Morena, José Antonio Álvarez Lima, quien dejó las duras críticas al gobernador Mena y las clases de ética para sumarse al grupo de alabadores bajo el pretexto de la trillada civilidad política.

Ante este decepcionante escenario, ahora sólo falta conocer quiénes serán los chivos expiatorios de Tlaxcala y no dude que entre ellos se encuentre el ex diputado vedette Marianito González Aguirre, quien no sólo goza de la protección que le brinda el legislador local de Morena Rafael Ortega Blancas, sino del manto protector que ya le extendió el amigo de su papá Joel Molina Ramírez que representa en el partido de López Obrador los ojos e intereses del hacendado ex gobernador Mariano González Zarur.

No crea que es gratis el golpeteo que Joel Molina tiene abierto contra Lorena Cuéllar Cisneros, quien en diciembre se convertirá en la coordinadora general del gobierno federal en Tlaxcala y la aspirante más seria de Morena en competir por la gubernatura del estado en el 2021.