Hoy será el tercer debate presidencial y muchos esperan la gran sorpresa por parte de los candidatos de las coaliciones “Por México al Frente” y “Todos por México”, el panista Ricardo Anaya Cortés y el priista José Antonio Meade Kuribreña, respectivamente, quienes intentarán aprovechar ese momento para mover las preferencias electorales que se inclinan por Andrés Manuel López Obrador.

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A 18 días de las elecciones no se percibe un cambio en la percepción de los electores del país, pues en su gran mayoría siguen manteniendo su simpatía hacia López Obrador para que se convierta en el próximo presidente de México, de ahí que los intentos por desbarrancarlo del primer lugar de las preferencias no han prosperado y el tiempo para lograrlo parece que está por agotarse.

Hoy Ricardo Anaya y José Antonio Meade tendrán la última oportunidad para atacar al puntero en las encuestas. Veremos si tienen los elementos y la fuerza para provocarle una caída o un nocaut, porque si Andrés Manuel López sale bien librado del último debate lo más seguro es que se encamine a la victoria el próximo 1 de julio.

Es una realidad que las propuestas de los candidatos presidenciales han pasado a un segundo término, pues lo que ha sido determinante en esta elección es la conexión que han tenido los abanderados con los ciudadanos y ciudadanas que acudirán a las urnas.

Ricardo Anaya y José Antonio Meade nunca terminaron por conectarse y emocionar a los electores. Sus propuestas representan un catálogo de buenas intenciones y lo que quieren los mexicanos son autoridades alejadas de escándalos de corrupción y que administre con honestidad los recursos públicos.

López Obrador supo leer el descontento y el hartazgo de los mexicanos, por lo que pudo establecer una empatía que hoy podría ser determinante para ganar con una amplia ventaja la presidencia de México.

El candidato de la coalición “Juntos Haremos Historia” integrada por Morena, el PT y el PES tendrá un arrastre importante que le permitirá tener mayoría en la Cámara de Diputados y en la Cámara de Senadores.

En Tlaxcala los priistas andan más que desbocados pregonando que ganarán las elecciones federales y locales, demostrando un exceso de confianza que no termina por convencer a muchos, pues sus campañas están planas y desangeladas.

Pero esa circunstancia no es exclusiva de los priistas, ya que los candidatos de la coalición conformada por el PAN, PRD y Movimiento Ciudadano andan por las mismas. Sus eventos pasan inadvertidos, así como sus propuestas legislativas.

Los candidatos de Morena, PT y PES al Senado y a las diputaciones federales serán beneficiados por la ola que genere López Obrador, tal y como paso en el 2012.

Las campañas concluirán el 27 de junio y desde ahora es común escuchar que todos los candidatos a un cargo de elección popular su ven como ganadores. Ninguno quiere ver la realidad y aceptar que las preferencias están del lado de Morena y sus aliados.

Falta muy poco para saber quiénes serán los ganadores de las elecciones.