Los pronósticos en el PAN son desalentadores y a 23 días de las elecciones el balance de las campañas arroja un saldo negativo para ese instituto. Según sus números, la coalición “Por México al Frente” tiene posibilidades de competir por un distrito federal y dos distritos locales, lo que anticipa una caída importante en la votación de esa fuerza política que sufre desde el 2010 cuando perdió la gubernatura de Tlaxcala.

La dirigencia estatal y nacional del PAN dan por perdido al estado de Tlaxcala y saben que no están en posibilidades de disputar el triunfo en la elección presidencial ni para el Senado, pues en estas tierras es innegable la penetración y aceptación que tiene Andrés Manuel López Obrador.

En Tlaxcala la coalición integrada por el PAN, PRD y Movimiento Ciudadano sólo está metida en la competencia por el segundo distrito electoral federal con Alejandra Ramírez Ortiz, quien según sus encuestas pudiera dar la sorpresa y evitar que la alianza de Morena, PT y PES obtengan esa posición con Rubén Terán Águila, ya que la abanderada del PRI Blanca Águila Lima nunca creció y su tercer lugar está más que definido.

Sin embargo, el PAN no podrá presumir ese triunfo en caso de que se concretara el próximo 1 de julio, pues Alejandra Ramírez es una posición del PRD.

Aunque parezca increíble, en la actualidad el PAN y el PRD sólo son competitivos en los distritos donde decidieron nominar a candidatos del clan Ortiz, lo que demuestra que ambos partidos viven crisis internas que los dejarán muy debilitados después de los comicios.

Según las proyecciones del PAN, en los actuales comicios el partido estima una votación entre 70 y 80 mil votos, cifra que no superará los 90 mil sufragios que en el 2012 logró su entonces candidata presidencial Josefina Vázquez Mota.

En la elección del 2016 para la gubernatura de Tlaxcala el PAN sumó 107,216 votos, es decir, 86 mil votos menos de los logrados en los comicios estatales del 2010.

Su votación va a la baja y por lo tanto su presencia política. En la actual legislatura local tiene cuatro diputados, pero para la próxima se calcula que tendrán entre uno y tres curules.

El balance que la dirigencia nacional ha hecho es que el PAN en Tlaxcala se encuentra dividido y desarticulado. Carlos Carreón Mejía, líder estatal de ese partido, se preocupó más por asegurar su llegada a la Cámara de Diputados y por garantizar el arribo de Eleticia Barragán Cardoso al Congreso del Estado como legisladora plurinominal que en motivar y movilizar a los seguidores del blanquiazul.

Al arranque del proceso, el PAN veía posibilidades de obtener los distritos locales de Yauhquemehcan (V), Chiautempan (IX), San Pablo del Monte (XV), Tlaxco (II) y Huamantla (X), pero ahora sólo considera ganar Chiautempan con Juan Corral.

Una vez que concluyan las elecciones el PAN estará obligado a llevar a cabo una renovación integral, porque si no cambia lo más seguro es que pronto volverá a sus orígenes, es decir, a tener una presencia marginal.

Por lo pronto la lista de los culpables de la debacle panista y de los pésimos resultados que logrará ese partido el 1 de julio la encabeza la diminuta Minerva Hernández Ramos, quien tiene el mérito de haber dividido y alejado a los panistas del partido con su arrogancia y actitud de política de poca monta.