El PRI en Tlaxcala tiene escasos 45 días para encontrar a sus dos candidatos ideales que puedan ser competitivos para ganar el Senado, de ahí que le urge acelerar el proceso de elección antes de que los abanderados de la oposición sigan creciendo en posicionamiento y en simpatías entre los electores.

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Por el momento no existe una tendencia marcada para que alguna coalición electoral se diga la favorita para ganar el Senado en Tlaxcala, pues aunque hoy en día Morena, PT y el PES encabecen las preferencias, la realidad es que la ventaja de 2.46 por ciento que mantienen sobre el frente conformado por el PAN, PRD y Movimiento Ciudadano es mínima y puede cambiar.

Una vez definidas las alianzas electorales que participarán en los comicios del 1 de julio, se sabe que el PRI junto con Nueva Alianza y el Partido Verde Ecologista de México acumulan el 15.28 por ciento de las preferencias, cifra que lo relega a un tercer lugar de la competencia por las posiciones de la Cámara Alta.

De acuerdo con una encuesta estatal levantada a finales de diciembre, los resultados obtenidos revelan que existe en Tlaxcala un empate técnico entre la coalición integrada por Morena, PT y PES con el frente conformado por el PAN, PRD y Movimiento Ciudadano, pues mientras la primera obtuvo el 30.03 por ciento de las menciones de los electores tlaxcaltecas, la segunda logró captar el 27.43 de las simpatías.

Los datos anteriores confirman que en Tlaxcala podría existir un voto diferenciado para la elección de presidente de México y para el Senado, lo cual también se haría presente en la elección para diputados federales y locales.

Las tendencias que existen para la elección presidencial no se replican en la elección para el Senado, por lo que a seis meses de los comicios se desconoce si el arrastre de Andrés Manuel López Obrador será determinante para que sus abanderados a la Cámara Alta por Tlaxcala, Ana Lilia Rivera Rivera y José Antonio Álvarez Lima logren el triunfo, como sucedió en los comicios del 2012 cuando Lorena Cuéllar Cisneros y Martha Palafox Gutiérrez se alzaron con la victoria.

Habrá que ver si las simpatías logradas hasta el momento por el PAN, PRD y Movimiento Ciudadano se mantienen en las próximas semanas una vez que definan a sus candidatos oficiales, ya que algunos lejos de sumar votos en realidad restan apoyos, como es el caso de la ex perredista y hoy panista Minerva Hernández Ramos, quien como diputada federal se ha dedicado a apoyar a alcaldes dispuestos a solapar supuestos negocios realizados con la gestión de recursos para obras públicas.

También será necesario conocer quiénes serán los nombres de los candidatos priistas para el Senado, pues pensar que el partidazo no dará la pelea por esas posiciones sería iluso, toda vez que el gobernador Marco Antonio Mena Rodríguez está más que comprometido a entregar buenas cuentas.

Los priistas mejor posicionados para el Senado son la ex gobernadora Beatriz Paredes Rangel y la presidenta municipal de Tlaxcala, Anabell Ávalos Zempoalteca, seguidos del gris y sumiso dirigente de ese partido en la entidad, Florentino Domínguez Ordoñez.

Más abajo se encuentra la actual secretaria de Gobierno, Anabel Alvarado Varela, quien al parecer ya renunció a sus aspiraciones para convertirse en senadora al tener otras prioridades en su vida.

Ricardo García Portilla y Mariano González Aguirre son otros dos priistas que se mueren por convertirse en candidatos a senadores, sin embargo los números que alcanzan en las mediciones que se han realizado para evaluar a los probables aspirantes no les favorecen, pues siempre se ubican en los últimos lugares en conocimiento y aceptación.

Pronto veremos si el PRI dará la pelea por el Senado. Los candidatos será la clave para saber si quiere competir o sólo participar en los comicios.