Aunque el crecimiento que logró tener Tlaxcala en el presupuesto para el 2018 es significativo -785 millones de pesos-, lo cierto es que el gobierno de Marco Antonio Mena Rodríguez dispondrá de casi 19 mil millones de pesos que tendrán que reflejarse en obras y acciones que sean percibidas por los ciudadanos que esperan más de esta administración.

señorio
Sin lugar a dudas el presupuesto de egresos del 2018 será diferente y establecerá o reafirmará las prioridades que este gobierno pretende llevar a cabo en materia de salud, educación y empleo, las cuales se vieron limitadas en el presente año por el desorden financiero que habría dejado el ex gobernador Mariano González Zarur.

De entrada, le puedo decir que para el siguiente año los tres diputados federales del PRI por Tlaxcala, Ricardo García Portilla, Rosalinda Muñoz Sánchez y Fabiola Rosas Cuautle, dejarán de decidir el destino de los 20 millones de pesos que cada uno podía etiquetar para obra pública que era ejecutada en coordinación con los presidentes municipales que resultaban beneficiados con algún proyecto.

La decisión del gobierno del estado fue concentrar esos recursos y asumir el control de los proyectos donde se podrán invertir esos fondos, de ahí que los 60 millones de pesos que hasta el año pasado disponían en conjunto los legisladores federales serán administrados por la actual administración que tendrá la última palabra sobre su destino.

Ricardo García, Rosalinda Muñoz y Fabiola Rosas podrán presentar sus propuestas de proyectos al gobierno estatal y presumir la gestión de la obra en caso de ser aceptada, pero ya no asignarán discrecionalmente los recursos como lo hicieron los dos últimos años donde se dice que también obtuvieron un beneficio económico.

Tal fue el enojo de los tres legisladores tlaxcaltecas que el jueves pasado no dejaban de quejarse en la Cámara de Diputados de tal decisión, que según ellos, les afectará porque su actividad de gestión se verá limitada.

Al buen entendedor pocas palabras. Es obvio que ninguno de los tres diputados federales está en el ánimo del gobernador.

Pero regresando al tema del presupuesto, le cuento que en materia de infraestructura regional y social el gobierno de Marco Antonio Mena dispondrá de 1,101.1 millones de pesos que se sumarán a los 1,281.2 millones de pesos que se invertirán en carreteras.

En educación se destinará casi el 32 por ciento del total del presupuesto, es decir, 6,166.2 millones de pesos y para la salud se ejercerán 1,624.6 millones de pesos.

Los tlaxcaltecas esperan que se haga realidad el programa más ambicioso de becas, así como una mejoría en los servicios de salud, pues tan mal están que hace unas semanas el ex secretario del ramo en la administración pasada, Alejandro Guarneros Chumacero, estuvo a punto de perder la vida tras recibir un mal diagnóstico luego de sufrir un intenso dolor abdominal.

La promesa de ampliar el número de policías estatales debe concretarse, porque es una realidad que en materia de seguridad existen varios pendientes que urge atender.

El 2018 es un año clave para el mandatario Marco Antonio Mena, pues no sólo porque tendrá bajo su responsabilidad los resultados electorales que logre el PRI en los comicios de julio próximo, sino porque será su segundo año de cuatro años y ocho meses que durará su gobierno.

Los tlaxcaltecas exigirán resultados y obras. El bono democrático se habrá agotado y las condiciones y la relación entre gobernante y gobernados seguramente cambiará sino hay cambios sustanciales en el actual gobierno.