Un grupo al interior del PAN que tendrá mano para negociar y obtener posiciones en los comicios del próximo año será el de la senadora Adriana Dávila Fernández, quien se adelantó a la crisis que vive ese partido y mostró su respaldo a Ricardo Anaya sin romper con Margarita Zavala y el ex presidente de México Felipe Calderón.

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Adriana Dávila no se ha equivocado hasta el momento. Sigue jugando sus cartas y por lo que se ve le quedan algunas partidas más por enfrentar, donde seguramente se empleará a fondo para lograr los objetivos que se propuso desde hace algunos meses.

El primero tiene que ver con su nominación a una diputación federal por la vía plurinominal a propuesta del CEN del PAN que encabeza el desgastado Ricardo Anaya. El segundo gira en torno a apuntalar las aspiraciones de Juan Corral Mier, quien busca ser candidato al Senado para las elecciones de julio del 2018.

Anticipando la crisis que hoy vive el Partido Acción Nacional, la senadora Dávila Fernández diseño una estrategia que le garantizara ganar en todos los frentes. Simuló un distanciamiento con el líder estatal Carlos Carreón Mejía para que éste se mostrara como un anayista, mientras que también hizo lo propio con el ex diputado local Ángelo Gutiérrez Hernández que representaba y trabajaba para la causa de Margarita Zavala.

Adriana Dávila apostó a Ricardo Anaya y a Margarita Zavala en la carrera por la nominación a la candidatura del PAN a la presidencia de México. El viernes pasado la esposa de Felipe Calderón decidió abandonar al partido tras sostener serias diferencias con el líder nacional, situación que si bien causó revuelo mediático, hasta el momento no se ha traducido en una desbandada de liderazgos y militantes del blanquiazul.

Ahora, la ex candidata al gobierno del estado podrá operar abiertamente a favor de Ricardo Anaya para que éste obtenga la candidatura presidencial y con gusto atacará al otro adversario panista que también busca esa posición y que es el ex gobernador poblano Rafael Moreno Valle.

Por el momento es difícil determinar si el Frente Ciudadano por México que integraron PAN, PRD y Movimiento Ciudadano tendrá futuro, pues cada vez parece más complicado que se pongan de acuerdo sobre quién debe ser el aspirante presidencial que los represente rumbo a los comicios del próximo año.

Pareciera que Adriana Dávila apuesta a que el frente fracase y el PAN vaya solo en las elecciones del 2018. Ese sería un escenario ideal para ella, porque tendría las condiciones ideales para cumplir sus objetivos antes mencionados y de paso cerrar cualquier espacio a los panistas ligados al grupo de Moreno Valle como la ex diputada federal Aurora Aguilar Rodríguez.

Aunque ha instruido a Carlos Carreón para sostener pláticas a nivel estatal con las dirigencias del PRD, Movimiento Ciudadano y el PAC con miras a conformar una alianza electoral, me parece que esa postura es una pantalla que busca distraer, ya que no veo a Dávila Fernández haciendo campaña con perredistas y orticistas.

La senadora panista está a muy pocos pasos de conseguir sus objetivos. No es casualidad, porque hay que reconocer que ella generó sus circunstancias que hoy en día la están beneficiando, al grado que ya se da por un hecho que brincará de la Cámara de Senadores a la Cámara de Diputados.

No cabe duda que lo suyo son los cargos de elección popular, pero los que se obtienen por la vía plurinominal.