La Universidad Autónoma de Tlaxcala enfrenta una de sus peores crisis financieras de los últimos veinte años. La falta de pago a maestros y algunos proveedores encendieron los focos de alarma, por lo que se tomó la decisión de realizar cambios urgentes en la Secretaría Administrativa donde despachaba Efraín Ortiz Linares.  

 d

Nadie sabe si fue el exceso de personal o la llegada de múltiples familiares a la nómina de la UAT lo que contribuyó a la crisis económica de la Universidad, la cual se salió de control luego de las diferencias que en los últimos meses tuvieron el secretario Administrativo, Efraín Ortiz Linares, con su medio hermano Rodolfo Ortiz Ortiz, director de Planeación Institucional.

 La UAT pudo sortear sin problemas graves los seis años de gobierno de Mariano González Zarur, quien desde su posición de poder no sólo limitó la entrega de recursos públicos a la Institución, sino que retrasaba todo el tiempo que podía las transferencias de los mismos con el claro propósito de afectar su funcionamiento.

 Sin embargo, algo raro pasó en los últimos meses que la Universidad Autónoma de Tlaxcala  empezó a enfrentar problemas financieros que cada vez se han hecho más evidentes como la falta de pago a docentes y de impuestos al gobierno del estado.

 Efraín Ortiz asumió el control de la Secretaría Administrativa de la UAT en los primeros días del 2015, cargo del que fue relevado ayer por Germán Yañez Vázquez, quien es hijo de Germán Yañez, médico personal del ex gobernador y hoy diputado local, Héctor Ortiz Ortiz.

 El nombramiento oficial lo hizo el rector Rubén Reyes Córdoba, quien presumió que el nuevo funcionario tiene experiencia como docente y en áreas administrativas y que además domina el idioma Inglés.

 De acuerdo con la versión de funcionarios cercanos al círculo de poder de la UAT, Efraín Ortiz descuidó una área clave de la Universidad y permitió que la “Nuera Mireya” manejara sin el control adecuado las finanzas, lo cual se agravó cuando Rodolfo Ortiz, director de Planeación Institucional, empezó a tener comportamientos poco claros con las compras y los proveedores, situación que generó un pleito y un distanciamiento entre esos familiares y funcionarios universitarios de primer nivel.

 Para tratar de salvar el barco de la inundación que sufre, los patrones de la UAT decidieron realizar movimientos en áreas como la Secretaría Administrativa y en los departamentos de Personal Académico y Recursos Humanos.

 A la Defensoría de Derechos Humanos de la Institución llegó Efraín Linares, mientras que Gabriela Mateos Gómez dejó la Secretaría de Rectoría para asumir el control del Departamento de Personal Académico.

 Víctor Hugo Berruecos Montiel cedió su cargo a Efraín Ortiz, pero logró mantenerse en la estructura principal de la UAT al asumir la jefatura del Departamento de Recursos Humanos.

 Pero no crea que Germán Yañez Vázquez será el artífice del rescate financiero de la UAT, pues en realidad esa tarea la llevan a cabo Rosa Amparo Flores y Jesús Tinajero, dos orticistas puros que trabajaron en la Secretaría de Finanzas en el gobierno de Héctor Ortiz.

 Ambos personajes tienen su centro de operación en Ixtulco, pero últimamente se les ve por diferentes oficinas de la Universidad. Para evitar nuevos pleitos o rupturas, tanto Rosa Amparo Flores como Jesús Tinajero consultan sus decisiones a Héctor Ortiz, pero también al ex rector Serafín Ortiz Ortiz.

 Dicen que la crisis financiera se resolverá antes de que finalice el año, lo cual servirá para la designación de un nuevo rector en la UAT. Será, es pregunta.