Reducción de salarios, plazas sin concursar y otros problemas son los que prevalecen en el sector educativo de Tlaxcala y que las autoridades responsables se niegan a atender y resolver, lo que demuestra que no hay sensibilidad ni ganas de romper con la inercia negativa que prevalece en el sistema educativo del estado.

reforma educativa

Las apariencias son malas y más cuando se piensa que evadiendo los problemas éstos se van a solucionar, de ahí que nadie se explica la actitud asumida por el actual secretario de Educación Pública, Manuel Camacho Higareda, quien pretende mostrar una realidad que no existe porque ni respeta la reforma educativa ni apoya con hechos a un sector que es prioridad para el actual gobierno.

 Hace unos días las autoridades presumieron la entrega de algunas plazas a maestros que ganaron los primeros lugares en el examen de oposición, sin embargo no se asignaron todos los espacios existentes y tampoco se incluyó a todos los docentes que obtuvieron las mejores evaluaciones.

 Dicen que entre los trabajadores del sector educativo existe gran molestia porque mientras hay cientos de docentes que buscan una plaza, corre el rumor que la hija y yerno del líder de la Sección 55 del SNTE, Ignacio Díaz Grande, ya obtuvieron un espacio y cobran como maestros sin enfrentar los trámites que cualquier simple mortal debe llevar a cabo.

 Para nadie es desconocido que en el Colegio de Bachilleres del Estado a cargo de Silvia Josefina Millán López un cierto número de maestros tramitó su jubilación y sus plazas lejos de ser entregadas a través de un concurso de oposición, se permitió que esas horas clases fueran asignadas de manera unilateral a los hijos de algunos catedráticos, así como amigos y familiares de algunos influyentes, proceso que se dio cuando ya estaba vigente la reforma educativa que establece claramente el procedimiento a seguir.

 Esa irregularidad que es conocida por las autoridades educativas no se ha corregido y lo que es peor se ha optado por solapar esos procedimientos que van en contra de la reforma educativa que tanto presume Manuel Camacho.

 Otro asunto que involucra al secretario de Educación Pública, es el que se vive en el Colegio de Tlaxcala, donde los investigadores y maestros que laboran han sufrido un nuevo descuento en sus salarios, situación que ha generado la molestia del personal de esa institución que empezó a ser maltratado desde el gobierno de Mariano González Zarur.

 Manuel Camacho debería mostrar sensibilidad e intervenir en el Colegio de Tlaxcala porque resulta lamentable el trato que están dando a los investigadores que generan conocimientos.

 A los problemas antes mencionados hay que sumar uno más y que tendrá que ver con la entrega de útiles escolares a los estudiantes. Es la fecha que no se sabe si la SEP compró esos artículos, cuánto se gastó, quién fue el proveedor y sobre todo cuando serán repartidos.

 Los padres de familias de alumnos que van a escuelas públicas están más que molestos por las elevadas cuotas escolares que pagaron y por el dinero que tuvieron que desembolsar para adquirir la lista de útiles solicitadas por los maestros, de ahí que cualquier falla que se tenga al inicio del próximo ciclo escolar será el pretexto para que se multipliquen las protestas contra las autoridades educativas.