Si hay una dependencia del gobierno del estado que mantiene una inercia negativa es la Secretaría de Obras Públicas, Desarrollo Urbano y Vivienda, pues a cinco meses de que finalice el primer año de la administración estatal su trabajo es pobre y desalentador al grado que el mandatario debería pensar en un cambio urgente en esa dependencia.

 lento

El presupuesto para obras de este año se fijó en los 800 millones de pesos, sin embargo hasta el momento la Secretaría de Obras Públicas, Desarrollo Urbano y Vivienda (Secoduvi) a cargo de Francisco Javier Romero Ahuactzi sólo ha realizado una obra visible y se trata del mejoramiento de la imagen urbana del municipio de Nanacamilpa.

 Aunque Romero Ahuactzi asumió su responsabilidad desde el inicio del nuevo gobierno, es todo un misterio tratar de conocer que hizo durante los últimos meses porque la obra pública en el estado es nula, de ahí que exista la duda si de aquí a diciembre se ejercerá todo el presupuesto que se etiquetó para el 2017.

 Antes de que se diera a conocer el Plan Estatal de Desarrollo y que se informará  la ampliación del estadio Tlahuicole y la remodelación de la Central de Autobuses de Tlaxcala, la Secoduvi llevaba a cabo la licitación de diez proyectos, proceso que al parecer se ha frenado porque ahora se busca obtener los recursos que permitan incrementar el aforo de la cancha donde juega el equipo de futbol Coyotes.

La versión es que algunas empresas ya obtuvieron el fallo de ciertas obras, las cuales en breve arrancarán, pero también hay señalamientos que indican que el plan estatal de obras se detendrá y sufrirá  modificaciones a fin de darle prioridad al agrandamiento del Tlahuicole.

 La información disponible confirma que el titular de la Secoduvi  Francisco Javier Romero no puede con el paquete y que lo suyo no es la planeación ni el trabajo, pues a siete meses apenas ha licitado tres obras por un monto superior a los 20 millones 995 mil pesos y ha adjudicado cinco obras por un monto superior a los 2 millones 147 mil pesos.

 El monto ejercido hasta el momento es menor al 3 por ciento del presupuesto establecido para este año, lo que sin duda demuestra que la Secoduvi no tiene rumbo ni proyectos porque hay dinero, pero no planes ni acciones para ejecutar obra pública en Tlaxcala.

Las empresas que han ganado una licitación son CCISA Corporativo Constructor Interactivo S.A de C.V, la cual realiza el mejoramiento urbano en Nanacamilpa. El monto del contrato fue de  8 millones 652 mil pesos.

 Celia Valadez  Paredes también aparece como ganadora de una licitación por 6 millones 606 mil pesos, recursos que obtendrá por una obra para mejorar la captación y protección del manantial El Molinito.

 Sararo Constructora  S.A de C.V logró el contrato por la rehabilitación del sistema de agua potable en la colonia El Alto de Chiautempan, por la cual recibirá 5 millones 737 mil pesos.

 Las cinco adjudicaciones directas han sido para  Constructor Gio S.A de C.V para impermeabilizar las instalaciones del Coracyt, trabajo que implicó el pago de  221 mil 679 pesos.

 A Pedro Díaz Serrano por llevar a cabo obras de rehabilitación en un inmueble ubicado en Chiautempan recibirá 387 mil 885 pesos, mientras que la empresa Cuatro Señoríos  El Reto, S.A de C. V cobrará por un trabajo similar, pero en el municipio de Tepetitla, la cantidad de 326 mil 173 pesos.

 Carmen Rene Tlatelpa González  fue beneficiado con una obra en Apetatitlán por un monto de  835 mil 317 pesos y Rey David Morales Orea obtuvo una obra en Yauhquemehcan por  376 mil 295 pesos.

 Esos son los números y lo que puede presumir  el titular de la Secoduvi y ex diputado local, Francisco Javier Romero.

 Lo mejor que le puede pasar a ese gris funcionario es que lo cambien y que el PRI lo apoye para convertirse en candidato a diputado local, pues está comprobado que para lo único que sirve es para levantar el dedo en el Congreso del estado.