Mañana se conocerá el rumbo que Marco Mena quiere para Tlaxcala. En unas horas se tendrán detalles del Plan Estatal de Desarrollo, documento que marcará las metas y objetivos que se pretenden alcanzar, de ahí que los funcionarios ya no podrán argumentar pretextos para no ponerse a trabajar.

mena gobernador

Sin recurir a una violencia verbal, el gobernador Marco Antonio Mena Rodríguez ha establecido una distancia con el ex mandatario Mariano González Zarur, con el propósito de dejar claro que en su administración el único que manda es él.

En su discurso cuando asumió el cargo de gobernador de Tlaxcala, Mena Rodríguez se mostró incluyente, pero sobre todo estableció que su administración dejaría atrás los pleitos entre los grupos políticos y que pasaría de la gobernabilidad típica a la gobernanza moderna.

En los primeros nombramientos de funcionarios, Marco Mena no incluyó a ningún marianista de peso en el gabinete, situación que generó la molestia del hacendado y de su clan político, que al final se tuvo que conformar con espacion sin relevancia como es el Instituto Tlaxcalteca de la Cultura que cayó el las manos del insaciable Juan Antonio González, sobrino del ex mandatario.

Sólo Mena Rodríguez y su más cercano grupo de colaboradores sabe cómo recibió el gobierno del estado, de ahí que si hubo o no inconsistencias financieras es muy probable que nunca se sepan a detalle, aunque tarde o temprano se hablará de presuntas anomalías en dependencias como la Secretaría de Salud, en la Secoduvi, en la SEP y en el área responsable de llevar a cabo las licitaciones y compras que se realizaron en la pasada administración.

La lista de empresas constructoras ligadas a ex funcionarios ya se tiene, así como la lista conformada por comercializadoras pertenecientes a hijos de influyentes políticos que también hicieron negocio y que aún siguen surtiendo ciertos materiales a la Secretaría de Salud.

Marco Mena se ha mostrado como un gobernador prudente que prefiere envíar mensajes entrelíneas antes que recurrir a regaños en público o al golpeteo mediático.

Los días previos a que Florentino Domínguez Ordoñez asumiera -13 de mayo- oficialmente la dirigencia del PRI en Tlaxcala, diputados federales, locales y líderes de organizaciones del partidazo y uno que otro priísta andaban desbocados en una abierta promoción con miras a participar en las elecciones del 2018, ánimos que se enfriaron cuando el mandatario pidió a los militantes del tricolor no comer ansias, trabajar de cerca con los ciudadanos, fomentar la unidad y esperar el tiempo de las decisiones.

Un mes después, el gobernador aprovechó el aniversario luctuoso de Emilio Sánchez Piedras para asegurar que alentará una nueva clase política que deberá estar preparada para los nuevos desafios que imponen la realidad de estado, del país y del mundo.

Aunque tenemos una clara idea de quiénes confoman la nueva clases política, en unas semanas más veremos si esos elementos son incrustados como candidatos del PRI rumbo a los comicios del próximo año. Si aparecen en las boletas y si ganan, no dude que Marco Mena los tendrá presentes para su sucesión en el 2021.

El discurso que mañana pronunciará Mena Rodríguez con motivo de la presentación oficial de su Plan Estatal de Desarrollo de seguro incluirá mensajes para su equipo de trabajo, es probable que ratifique su distanciamiento con el ex gobernador Mariano González y se conozca el sello que tendrá su administración en los próximos cuatro años y dos meses que le quedan en el poder.

El mensaje del gobernador es esperado porque podría dar algunas lecturas sobre las decisiones que están por venir y por los ajustes que se podrían registrar en la estructura administrativa.

En una horas veremos y conoceremos el rumbo que tendrá Tlaxcala en los próximos años.