El ex gobernador Mariano González Zaru está dispuesto a enfrentar a Marco Mena y para ello se mueve desde ahora en las cúpulas del poder para impulsar a los candidatos que el PRI deberá designar para los comicios del 2018 en Tlaxcala. El hacendado quiere impulsar a priístas de su grupo para las posiciones más relevantes.

pibremgz

Mariano González Zarur alteró las posiciones de la larga lista de personajes que odia y detesta para ubicar en uno de los tres primeros lugares a su creación y hoy gobernador de Tlaxcala, Marco Antonio Mena Rodríguez.

El hacendado no da crédito al comportamiento que ha mostrado Marco Mena en tan sólo tres semanas en el poder, pues con sus decisiones y acciones ha destruido lo que según él le costó seis años de trabajo y esfuerzo.

A sus más cercanos ex colaboradores Mariano González muestra su decepción y odio que ya siente contra el mandatario tlaxcalteca que decidió romper con el marianismo, corriente que sólo controla una posición de primer nivel en la nueva administración a través de Luis Álvarez Landa, quien se desempeña como Oficial Mayor de Gobierno.

Y cuando me refiero a que sólo el marianismo controla esa dependencia, es porque el pupilo del michoacano Mario Armando Mendoza está mas preocupado por atender las órdenes de un González que las indicaciones del nuevo jefe político del estado.

Dicho funcionario tardó casi tres semanas para recuperar las camionetas que la hija y la nieta del ex gobernador tenían para sus traslados, así como el personal de seguridad que ambas traían para su protección.

Dígame si no era un exceso que la nieta de Mariano González tuviera a su disposición una camioneta, un chofer y tres mujeres que fungían como sus escoltas.

Todo ese personal y los guaruras que tenía Mariano González se cuentra concentrado en una de las oficinas que controla Maurico Rurgarcía aún director Administrativo del Despacho del Gobernador, quien no sabe que hacer con ellos y evitar que sean despedidos, de ahí que con ayuda de Luis Álvarez busca reacomodarlos en las dependencias donde cobran como personal directivo.

Hay que tener presente que en una de las giras de Marco Mena al interio del estado, el mandatario frenó su viaje para pedir a los escoltas, al chofer de la ambulancia y demás personal que lo seguía que dejara de hacer eso porque él no necesitaba ese aparatoso operativo.

Ayer advertimos que con el pretexto del caso de los ortinotarios Marco Mena decidió hacer público su distanciamiento con Mariano González, ex gobernador que decidió establecer su residencia en la Ciudad de México y desde donde lleva una intensa pero soterrada campaña de desprestigio contra el impulsor de la gobernanza moderna en Tlaxcala.

La burocracia marianista dorada que aún se encuentra incrustada en las dependencias sólo espera conocer si será ratificada o no. De eso dependerá si se hace público o no la parálisis que existe en algunas oficinas gubernamentales, donde simplemente no se puede realizar nungún trámite porque los titulares se niegan a firmar cualquier documento.

La ruptura de Mena y González hará crecer la lista de damnificados políticos que se empezó a integrar con los excluídos en los primeros nombramientos de funcionarios estatales y que sin duda tendrá nuevos miembros cuando sean designados los otros funcionarios del gabinete ampliado.

La consigna en las dependencias estatales es borrar cualquier vestigio que huela al hacendado, de ahí que aquel que desde ahora no rinda pleitesia al nuevo tlatoani corre el riesgo de ser enviado al inframundo.