Los legisladores se darán a la tarea de agilizar el aval de esos estados financieros para que todos puedan dormir tranquilos y disfrutar las fiestas navideñas.
El proceso de aprobación de las cuentas públicas correspondiente a los nueve meses de este año será un simple trámite que los legisladores y el Órgano de Fiscalización Superior cumplirán.
Pensar que los diputados puedan reprobar la cuenta pública de la Secretaría de Salud por llevar a cabo la compra de equipo y material médico por más de 150 millones que se gastaron en este año con algunas inconsistencias legales es imposible.
Pedirle a los legisladores que no avalen las cuentas públicas de algunos ayuntamientos que acumulan observaciones millonarias y que de la noche a la mañana son subsanadas como pasó con las de 2015 sería demasiado.
Además, la supuesta revisión y fiscalización se llevará a cabo en fast track, pues aunque no se conoce con precisión cuantos entes serán beneficiados con la aprobación de sus estados financieros correspondientes de enero a septiembre del 2016, los diputados contarán con 40 días a lo mucho para sacar esos dictamenes.
Dudo que la nueva auditora del OFS, María Isabel Maldona Textle se ponga exigente y le eche a perder el negocio, perdón el proceso de revisión, a los diputados locales que sin duda tratarán de salir beneficiados y juntar lo más que se pueda ahora que dejarán el cargo y pasarán a las filas del desempleo.
No hay que olvidar que los legisladores avalaron casi por unanimidad a la nueva auditora del OFS, por lo que es obvio pensar que esa funcionaria simplemente acatará todas las recomendaciones que hagan los diputados, quienes después de tener reuniones con los involucrados saldrán con la novedad que ya quedaron solventadas todas las observaciones que se pudieron detectar.
En fin, el gobernador Mariano González Zarur, los titulares de las dependencia estatales y los presidentes municipales podrán presmir que se irán sin dejar pendientes, sin embargo habrá que esperar las revisiones de la Auditoría Superior de la Federación para ver si en realidad los recursos públicos se manejaron correctamente y se aplicaron de acuerdo a la normatividad.
La pelea azul
Al interior del PAN los grupos que se disputarán la elección de los consejeros nacionales y estatales ya velan armas, pues será el próximo domingo cuando midan fuerzas y se vea quien tiene mayor control entre la militancia.
El grupo conformado por Adriana Dávila y Adolfo Escobar recurrirá a militantes plenamente identificados con ellos para garantizar el control de partido, en tanto que del otro lado participarán ex diputados y ex funcionarios federales para tratar de hacer contrapeso.
Entre las votaciones una que llamará la atención es la que se desarrollará en el municipio de Terrenate, ya que ahí se inscribió el alcalde capitalino Adolfo Escobar, quien competirá contra la ex diputada federal Leonor Romero Sevilla.
En Hueyotlipan el grupo adrianista va con Blanca Estela Carreón Mejía, hermana del actual líder del PAN en Tlaxcala, Carlos Carreón Mejía, quien buscará su lugar como consejero estatal y nacional por las poblaciones de San Lorenzo Axocomanitla y Nativitas, respectivamente.
Ángelo Gutiérrez Hernández actual diputado local intentará acomodarse por Tetlanohcan y Apetatitlan.
El legislador local José Gilberto Temoltzin buscará su lugar por San Pablo del Monte y San José Teacalco. La ex diputada federal y principal operada de Rafel Moreno Valle, Aurora Aguilar se registró por el municipio de Tlaxcala. El ex delegado de la Sagarpa Rolando Manuel Romero López por fue registrado en el municipio de Españita.
Según los lineamientos internos del PAN, los aspirantes a consejeros podrán ser elegidos solo por miembros activos del partido en las votaciones que se llevarán a cabo en los Comités Directivos Municipales.
La primera ronda se votaciones será del 18 al 20 de noviembre y la segunda del 25 al 27. Los que salgan ganadores simplemente será ratificados en la asamblea estatal que se tiene prevista para el 4 de diciembre.
Sin duda será un proceso intenso que dejará heridos y agudizará la división interna que desde hace años vive el PAN en Tlaxcala.