El gobernador de Tlaxcala recorre el mundo promoviendo la inversión; regresa y lo primero que hace es acabar con inversionistas del ramo hotelero

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La empresa hotelera que operaba al Misión es la víctima más reciente de Mariano González, quien a poco más de ochenta días de dejar el gobierno sigue arrebatando cosas a unos para dárselas a otros.

Misión y Posada San Francisco tienen historias que a veces se cruzan, sobre todo si están en la mira del diputado junior. Hace tiempo –lo habrán notado ustedes- el hotel ubicado en pleno centro histórico de Tlaxcala, es operado por una firma que lo tiene hasta el tope de precios por habitación pese a tener instalaciones bastante modestas.

Su cocina no es mala… es demoledora, indignante, y también cara.

Ah, pero el nivel de ocupación del Posada es altísimo. Una parte pequeñita por los turistas, en su mayoría extranjeros, con los dólares o euros suficientes para cubrir las tarifas prohibitivas de ese negocio. La otra parte, digamos masiva, esa va por cuenta del gobierno –dicen- ya sea porque invitó grupos del interior del estado a la capital, ya sea porque hay algún congreso, alguna conferencia. Y se dedica a hospedar gente a discresión.

La cosa es que la administración del Posada presenta puntualmente el bonche de facturas por esa ocupación a la Secretaría de Finanzas, cuyo titular, el secretario de oro Jorge Valdés Aguilera, tiene en el Posada su segunda casa. Y así como los invitados del gobierno no pagan nada, él tampoco. Y esa fortuna mensual va a dar a cierta cuenta bancaria que, seguramente engrosará ahora que Mariano echó a la operadora del Misión.

Es rara la conducta de Mariano. Va a Europa a promover las ventajas de Tlaxcala para invertir. Regresa y lo primero que hace es destruir a una empresa, le incumple el contrato alegando que no da mantenimiento a las instalaciones. Esa es una decisión arbitraria y lesiva. Lo único que podemos ver el fracaso rotundo del litigio, incapaz eso sí de refrenar la brutalidad con la que el criador este de reses bravas suele actuar, generalmente para defender sus intereses personales.

¿Qué le espera al Misión?

Probablemente ser la parte complementaria para hospedar a los huéspedes que ya no quepan en el Posada. Ustedes ya saben quién paga. O sea, estamos ante una vulgar triangulación en perjuicio de la iniciativa privada, en perjuicio del erario del estado, pero en beneficio de las cuentas bancarias de esa familia, a dos meses y fracción de perder su principal ente de poder… el majadero que, viajando o de planta en el estado, de todos modos es una calamidad.

El Posada, una lápida sobre el desagüe

Ustedes ni se imaginan que la comunicación entre el hotel y el estacionamiento se halla sobre la barranca de Xico y que carrizos y enredaderas formando un romántico arco, en realidad son las plantas de dicha barranca, solo que a alguien se le ocurrió unirlas y, oh sorpresa qué efecto tan llamativo para los huéspedes, ignorantes que por sus pies cruza el desagüe que se inicia en la parte alta de la avenida Independencia, pasa a un lado del Asador del Vecino, atraviesa al Posada, el callejón de artesanías que sale a la 20 de noviembre y desemboca en el Zahuapan.

No es muy frecuente pero cuando las ratas invaden al Posada, todo el mundo lo achaca a esa molesta barranca en su subsuelo. Por eso hay tantas trampas para roedores… nada más de los que llegan a salir del desagüe porque los otros no… esos se dedican a hacer puntualmente cuentas.

Credibilidad cero

En el recuento de daños por el amasiato entre el PAN de Adriana Dávila Fernández y la administración deMariano González, la primera saca la peor parte. Los panistas vomitan la súbita reaparición de quien se siente, “más fuerte que nunca”, la mismita que los dos años anteriores fue provista de puestos clave, sobre todo en el Congreso del Estado.

Pasaron las elecciones del cinco de junio. La panista perdió de fea forma en medio de una misteriosa conducta.

Pero ese trance no admite reclamación. Sabía con quién pactaba. Sabía que los panistas perderían. Incluso, sus jefes, Zavala y Calderón la persuadieron para unirse a la perredista Lorena Cuéllar. De haberlo hecho, la historia habría sido diametralmente opuesta. No lo hizo. No le dio la gana hacerlo y prefirió el camino este lleno de rarezas que a estas alturas la anima a afirmar: “estoy más fuerte que nunca”.

De todos modos lleva ventaja

Un PAN a la medida de Adriana la pone en ventaja para la elección de 2018. En realidad busca adjudicarse la candidatura pluri para no dejar el Congreso, aunque esta vez en la Cámara Baja. A su aliado el diputado Juan Corral, procurará colocarlo como cabeza de fórmula al Senado.

¿Quién se le opone?

Nadie. En el PAN le tienen miedo. Ya sean militantes nada más, u opositores suyos, de todos modos no mueven un dedo para impedirle seguir creciendo como una hiedra maligna, invadiendo el poco de tejido sano aún existente en este instituto político.

Eso de ser campeones en las candidaturas plurinominales es un negociazo… es el sueño americano para una persona realmente equis, pero con bastante suerte como para ir haciendo una carrera, ajena a principios y negada al liderazgo. Es el gusto por el dinero lo que la mueve.

Y si los amigos se van perdiendo, pues qué caray verdad… ya vendrán Felipe Calderón Hinojosa y Margarita Zavala otros. Por lo pronto, la profunda amistad con, se encuentra en el filo de quién será el candidato del albiazul a la Presidencia.

Si le toca a la Zavala ¡albricias!, Adriana gana. Si es con Ricardo Anaya Cortés… ¡excelente, le toca!

Incluso si es Rafael Moreno Valle, de todos modos va a tener que negociar con ella. Pobres panistas.

Lo que se hace se paga

Y Orlando Santacruz carga hoy con la pésima imagen de haber sido un alcalde irresponsable a la hora de declarar el Impuesto Sobre la Renta (ISR) al Sistema de Administración Tributaria (SAT) de los empleados de su ayuntamiento a quienes se los descontaba.

Hoy el SAT retiene prerrogativas a Apizaco por ese recurso que Orlando dejó de pagar.

Orlando y Valeria, que ya se dicen con un pie dentro del nuevo gobierno estatal, uno como mega asesor y la otra como directora del DIF (hasta camionetas nuevas se compraron) pues van a tener que volverse muy creativos para librar semejante obstáculo: defraudadores fiscales, que se robaron, según el SAT la friolera de tres millones de pesos en ISR.