En un acto de inverosímil abuso, el secretario de Educación Tomás Munive, ordenó repartir obras de arte, cuya pertenencia es motivo de una fuerte disputa legal
Este lío de las treinta y cinco obras plásticas donadas a Tlaxcala por artistas de varios países, y en calidad de matanga por una USET paralizada pero tranza –como su titular, Tomás Munive Osorno– es uno de los múltiples ejemplos del caos en este agonizante sistema, cuyos pendientes se multiplican, cuyas deudas desde hoy les vamos viendo la calidad de impagables, y en el caso particular de la cultura, qué pena los lienzos parchados con cinta adhesiva y peores daños a dicho acervo valuado en más de 20 millones de pesos.
Hasta me acordé de los candiles del Xicohtencatl, muy colgados en el teatro de la ex de Tulio Hernández. O sea, lo abusivos les viene de casta. Y ahí en el archivo de la vergüenza las acciones de cierto alcalde de Tlaxcala –luego le halló el modo al negocio del agua potable- quien al irse hasta con los muebles de los sanitarios cargó.
Les decía, nuestros presupuestos son generosos, nada más que quienes tienen acceso a ellos procuran sostener siempre la bandera de la pobreza. Entonces allá donde se reparte el queso han de decir, ay pobrecitos tlaxcaltecas mira con qué poco se conforman. Claro, si nos comparan con Veracruz o con Nuevo León, somos minúsculos, territorialmente.
Si imperasen criterios de trabajo y honestidad otro gallo nos cantara. No, aquí si hay murales en manos de la USET, ya los pasaron por los filtros necesarios para inventariarlos.
Eso es un despojo. Y qué bueno que reconocidos artistas como Martín Rojas, Alejandro Martínez y Paul Achar Zavalza, han alzado la voz para reclamar por la vía legal el claro agravio del secretario de Educación.
Veamos cómo reacciona la procuradora Alicia Fragoso Sánchez, la férrea e impasiva servidora pública a quien francamente no vemos las mejores notas en su desempeño.
Solo debe recordar, el sistema al cual sirve en forma incondicional lesionó a un gremio vigoroso, el de los creadores. No la van a dejar tranquila en tanto no fije una postura del gobierno de Mariano y claro, exija al abusivo Munive Osorno, devolver las obras de arte que tenían prestadas.
Más temas de denuncia
Así como los artistas plásticos de Tlaxcala tuvieron el valor de denunciar este despojo, yo creo que el gremio de los constructores, y desde luego los integrantes del Poder Judicial, tienen la obligación de denunciar el tremendo daño al patrimonio del estado y del país, con la construcción defectuosa de los edificios de Ciudad Judicial.
Al gobernador se le cuecen las habas para inaugurar esta obra.
Dicen que a la hora de las lluvias es mejor estar afuera que adentro. Miles de metros cuadrados de pisos de mármol están cuarteados por la deficiente colocación y abundante humedad. En el colmo, en los cubículos de los magistrados, los plafones de tablarroca se colgaron un metro en promedio. Hay riesgo de colapso.
Insisto, la obra ha de inaugurarse puntualmente en septiembre. ¿Y si llueve?, ¿Y si graniza?
Que tal si mejor solicitamos la presencia de peritos del Poder Judicial Federal (PJF) y personal de la Auditoría Superior de la Federación (ASF) para que nos contesten el siguiente cuestionario:
1. ¿Es verdad o no que las obras de Ciudad Judicial están hechas con las patas?
2. ¿Es verdad o no que jueces y magistrados no salen de su asombro con la pésima calidad de la que será su casa por mucho tiempo?
3. ¿Hay o no tranza en la cauda de acciones, desde el cambio de uso de suelo, el desmonte, el beneficio a terrenos propiedad del interesado en inaugurar así de rápido, la construcción de un camino hacia el centro de Apizaco?
Conste. Se trata de la principal obra del marianismo legada al estado de Tlaxcala.
Lío entre azules
Justo cuando el diputado Ángelo Gutiérrez Hernández, le había tomado gusto al ábaco, para cuadrar las cuentas del Poder Legislativo, sus compañeros de partido le dieron caballazo y lo desplazaron del Comité de Administración, en un acto lleno de simbolismo porque la destinataria del palo fue la senadora Adriana Dávila Fernández.
Armada de un valor como para reabrir el puesto de los chiles en el tianguis sobre ruedas, la… lideresa moral del albiazul, ayer repartió pedradas hasta que su eterna crítica, Aurora Aguilar Rodríguez, la enmarcó en uno de tantos pasajes bíblicos que abordan a la bestia.
1. Ha dado por concluido el silencio solidario de un panismo sin más alternativa que sumarse a los acuerdos opacos y con aroma a traición, pactados entre la seño Adri y el señor manchis. ¿Por qué la perrada albiazul tiene que seguir tolerando a la gente de Dávila en puestos clave, si ellos también tienen derecho a arrancarle carnita a la presa, Tlaxcala, en estos últimos días de gobierno?
2. Encabeza el motín el diputado huamantleco Humberto Macías Romero, a quien no gustaron las pedradas de Adri y de esta manera –tumbando al otrora intocable Ángelo– ha comenzado un movimiento que puede tener un fondo muy profundo.
3. A la hora en que alcaldes panistas estrangulados por el pseudo sistema creado por Adri para sustraerles recursos les caiga el veinte y la trascendencia de lo emprendido por Humberto Macías, triste la calavera de quien a estas alturas ha tenido el descaro de culpar a todos por el madrazo que se dio el cinco de junio, cuando le faltaron decenas de miles de votos para apuntalar sus dichos, sus encuestas y el engaño en que mantuvo al presidente de su partido, Ricardo Anaya, y hasta a sus protectores, Felipe Calderón y Margarita Zavala, quienes en reiteradas ocasiones le pidieron dimitir para sumarse al proyecto de Lorena Cuéllar Cisneros.
Como pueden ustedes ver, esta pugna que inicia con la próxima dirigencia panista no es una simple inconformidad entre militantes del albiazul. Tiene que ver con la remoción de un verdadero montón de residuos tóxicos-biológicos-orgánicos que desde hace tiempo tapan los caminos a los panistas, por cierto pusilánimes a la hora de enfrentar a quien los ha traído a raya desde el día en que Calderón le entregó la gerencia del partido franquicia hecho añicos en estos años de secuestro y demolición.