La mejor coartada para no informar era no entorpecer las investigaciones, pero ocurre que antes que la Procu fije su postura, aparece en El Sol la esquela pagada por Mariano

Hector Ortiz Viejito, Mariano Gonzalez Zarur Mas, Retira Politica, Tlaxcala Online

¿Por qué mataron a Jorge Capiz Jasso?, ¿Por qué su estado de persona no localizada se manejó con semejante misterio?, ¿Por qué en el Estado de México?, ¿Pagaron para que fuese liberado o hubo algún interesado en silenciarlo?

Antes que la Procuraduría de Justicia de Tlaxcala fijase una postura respecto a este brutal acontecimiento apareció una esquela del gobernador Mariano González Zarur en El Sol de Tlaxcala.

No es justo ni que a la familia del hoy extinto ex servidor público, ni a todos los tlaxcaltecas nos tuvieran en semejante estado de incertidumbre.

¿Fue un secuestro o una ejecución?

La… abogada del estado, Alicia Fragoso Sánchez, tiene la obligación de aclarar todas estas dudas y el propio titular del ejecutivo, de reconocer ante sus gobernados que nuestro status de: una de las entidades más seguras, no es sino una frase trillada y falsa.

¿Recuerdan ustedes la accidentada primera entrevista entre la familia Torre y el mandatario estatal? Fue cuando la abuela emplazó al entonces flamante gobernador a ponerse las pilas, sobre todo en materia de seguridad. Como Mariano rechazase el llamamiento, entonces fue invitado a abandonar la casa, en el corazón de Chiautempan, donde esta parte de la comunidad española intentaba acercarse al mandamás. Es decir, lo echaron.

Con el tiempo se confirmó la justeza de las demandas de la abuela Torre (y hasta sirvió para iniciar una avasallante etapa de negocios).

En efecto, la inseguridad nos agobia. Vamos de la extorsión al asesinato. Del secuestro al robo en casas aun con la presencia de las familias.

Claro, los potentados y abusivos que afectan el presupuesto para pagar guaruras, andan como la fresca mañana. ¿Y los que no?

Hay tantas rarezas en la desaparición de Capiz Jasso que no querría pensar en escenarios artificiales y semejanzas con otras tragedias, como la decapitación de aquella custodia que resguardaba información inherente a las 11 mil toneladas de fertilizante desaparecidas, en la entidad federativa más pobre, en la que se supondrían servidores públicos esmerados para cuidar el dinero… y los negocios del estado.

No nos sorprendamos por la cantidad de guardias personales de esta clase política que ya apesta.

Tienen miedo… ¿de sí mismos? Es posible.

Entendemos el dolor de los familiares del funcionario desaparecido, pero no los tiempos ni la indolencia a los que obedece este sistema.

¿Cuándo lo encontraron?, ¿En qué condiciones?, ¿Es cierta la versión salida de la propia PGJ en el sentido que el cuerpo yacía en una casa vecina a un Cefereso en el Estado de México?

Qué dolor el carecer de mejores alternativas a este tipo de autoridades.

El ITE y su enésimo abuso

Debe ser la centésima maniobra in fraganti de los consejeros del Instituto Tlaxcalteca de Elecciones (ITE) eso de haber acordado dar matanga en una sola intervención a las prerrogativas de los partidos cuyos candidatos cometieron alguna falta durante el proceso electoral de junio, y por lo tanto han de ser sujetos a sanciones, ordenadas por el Instituto Nacional de Elecciones (INE).

A los consejeros de acá se les hace agua la boca para detentar las cantidades multimillonarias manejadas y despilfarradas en el INE.

Y como esto ocurre al mismo tiempo que la economía del país se encuentra en caída libre, el descontento social hacia los rateros de uno u otro instituto organizador de elecciones y administrador de prerrogativas de partidos, nos hace que les dirijamos miradas de desprecio.

O sea, el ITE había comenzado a despacharse con la cuchara grande, reteniendo los recursos completitos de los partidos sancionados.

Ello puso de uñas a los representantes de los institutos políticos y se armó la rebambaramba.

Entonces los consejeros-panzas aventureras, la pensaron bien y buena onda como tenían que comportarse optaron por fregar a los partidos, pero en cómodas parcialidades.

Hasta ahí todavía no estalla la bomba.

¿En qué van a gastar el dinero de las multas?

Por mandato constitucional esos recursos tienen que destinarse a proyectos académicos y de investigación.

No estaría mal que la universidad pública de Tlaxcala tenga acceso a ellos.

Pero hay que estar atentos porque, les recuerdo que en lugar de consejeros tenemos a unos delincuentes, no en potencia, sino en función, capaces de darnos matanga con ese dinero e inventar un fondo más o menos destinado a curar las enfermedades de los pobrecitos consejeros, malitos de tanto llenar sus talegas y cansados de tanto tiempo dedicado a los más extraordinarios modos de violar la ley.