Jesús Lule Ortega, habla maravillas del papel del INE en Tlaxcala, pero omite sus pifias, sin embargo no deja de ironizar con los miles de votantes, a los que hace una distinción aparte
El señor Jesús Lule Ortega, presidente del consejo local del Instituto Nacional de Elecciones (INE) es un funcionario un poco acelerado pues, pese a que el proceso electoral aún no concluye, salió ayer miércoles a llenarse de elogios en boca propia.
Es irónico al promover su particular opinión respecto a la participación de los electores tlaxcaltecas, buena parte de los cuales se halla atenta a la última palabra respecto a la elección de gobernador, en voz del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) ante la impugnación de la candidata del PRD, quien acusa elrebase del tope de campaña de parte del candidato del PRI y documenta un cúmulo de irregularidades.
¿Por qué se adelanta Lule Ortega?, ¿Qué prisa tiene para dar este discurso como de pascuas en el marco de amor y bienestar a chicos y grandes?
Se me hace que Lule habla de otra película, porque asegura que en Tlaxcala, “se han eficientado todos los pasos del proceso electoral, con instrumentos idóneos y probados, aunque perfectibles, para la afirmación de nuestra vocación democrática”.
¿Perfectibles?, ajá, como la necedad de instalar quince casillas especiales, cada una de las cuales confrontó a los electores, fomentó el turismo electoral e hizo que miles pasaran inútilmente la noche en la calle, aguardando la apertura para hacer un voto presumiblemente comprado.
Nos supone estúpidos, como lo intenta hacer el retraído Lorenzo Córdova, su jefe, quien nada más ve cosas lindas en las entidades donde el INE probó cómo en el ámbito de las elecciones existen dos mundos: el nice, con el desfile de cadetes bonitos como soldaditos de plomo, y el real, donde miles maldicen la brutalidad de semejante organizador y sus representantes comparsas, farsantes e indeseables cuando les da por ironizar como este tipo que ayer abrió la boca para despedirse cuando el proceso aún no concluye.
¿Por qué no habla de cómo la Secretaría de Gobernación y su apagafuegos, Miguel Ángel Osorio Chong, se aplicaron a fondo en Tlaxcala para calmar los ánimos de cientos, miles de electores que no se tragaron las acciones sesgadas de un INE con cara de yo no fui, pero señalado por una ira creciente?
¿Por qué no aclara la supuesta existencia de miles de boletas apócrifas, y la pifia que resultó del PREP, avalado por estos en medio del nuevo sistema este de la Reforma Electoral, donde hay una supuesta independencia de los Oples, (aquí fue el ITE) que acabó comiendo de la mano de Mariano y bailando como perro por el dinero que en todo momento le regateó?
Pero mister Lule Tiene una lectura distinta: “México y Tlaxcala viven su enorme pluralidad en paz y el único medio que lo permite es y serán sus elecciones limpias, justas y creíbles”.
Perdón mesié Lule, habla usted sedado, o acaso es cliente de algún vendedor de mariguana, luego de cuyo uso medicinal, le dio por sentarse ante sus camaradas a redactar esta lista de buenas experiencias… pero en su mundo, un mundo aparte de la realidad que vivió Tlaxcala.
Permítame contradecirlo respecto al contexto casi perfecto del que se atreve a hablar y convocarlo con todo el respeto a que dejemos pasar el tiempo necesario para que su cerebro se limpie de aquellos humos inhalados, que lo han puesto tan fuera de órbita… funcionario farsante y sarcástico, culpable del mal humor social, queja por cierto del chaparrito que se la pasó tirando rostro en Canadá, con el Primer Ministro de allá y con el morenazo Obama.
El destino del PAN
Dice Adolfo Escobar que su partido tiene que pensar con el cerebro y no con la víscera para ver a quién ponen en lugar del mayordomo de la seño Adri, el sorprendente Carlitos Carreón (sinónimo del fracaso, hasta en su forma de caminar).
Qué caro es pensar con la víscera, esa a la que se refiere el camaleónico alcalde capitalino. A la señora Adriana Dávila Fernández, nada le ha salido durante su reinado en el PAN.
Pues cómo si lo coloca, de su nivel tan bajito, hacia abajo… hasta llegar a Carreón (eso ya ofende).
Negada para la estrategia –como esa de catafixiar la pluri por una campaña en radio sin advertir las consecuencias- y víctima de la autodestrucción, no sin antes limpiar de cualquier liderazgo con un poquito de talento, ese que a ella ni se lo heredaron, ni lo ha podido aprender en su penoso viacrucis.
Ve con los mismos ojos que Felipe Calderón, habla como él, tiene sus mismos desplantes, con una diferencia, él ganó la elección de Presidente y ella no pudo ganar una sola elección.
Zozobra
Dicen que el martes antepasado tres jóvenes estudiantes habrían sido levantados por el rumbo de las escalinatas.
Esas mismas fuentes aseguran que ninguno de ellos es tlaxcalteca pero que acá estudiaban. Sus padres, añaden, están desesperados. Y cómo no si ya tendrían más de una semana sin saber de su paradero.