Un órgano desprestigiado, una elección en medio del peor cochinero y los resultados con una relativa paz, hacen de este un día muy especial, electoralmente hablando
Luego de las incidencias y las particularidades de la elección del domingo anterior, hoy miércoles ocho de junio va a definirse el destino del estado por los próximos cuatro años y ocho meses.
Civilidad es la actitud demandada por el líder estatal priísta, José Luis Ramírez Conde… respeto a la institución encargada de realizar el conteo final: el Instituto Tlaxcalteca de Elecciones (ITE) un organismo con la credibilidad por los suelos que cosechará este miércoles la abundante semilla de la ineficacia, sembrada desde que inició el proceso electoral.
Los ánimos están caldeados. El lado con ventaja en el PREP, el PRI y sus aliados, con su candidato Marco Mena, dice tener el cien por ciento de las actas, y en ellas registra, aseguran, 22 mil votos de ventaja sobre la perredista Lorena Cuéllar Cisneros, inconforme con el resultado y con pruebas, también aseguran, que la ventaja le asiste, es decir que ella es la ganadora de los comicios.
En la víspera, la consejera presidenta del ITE, Elizabeth Piedra, justificó la parcialidad del PREP (82 por ciento en la elección de gobernador y entre 76 y 68 en las restantes) el resto se encuentra dentro de los paquetes electorales, por eso no lo pudieron capturar. Y advirtió que aquellos resultados pueden cambiar pues faltan decenas de actas por computar.
Es ahí donde el argumento tricolor cobra valor. Dicen contar con el cien por ciento de las actas. Eso hay que verlo.
Qué rumbo llevamos
No tendríamos que ser adivinos para adelantar que Lorena Cuéllar Cisneros, va a demandar la apertura de paquetes y el conteo voto por voto.
Si el PRI tiene todas sus actas y en ellas la información es fidedigna, no habría razón para oponerse al voto por voto. Es más, llevarlo a la práctica legitimaría el triunfo de Mena. En el mejor de los casos –para sus intereses- hasta puede tener más votos a su favor.
Ya veremos si a la demanda de civilidad la acompaña el valor de la certeza, rompemos el paradigma del ocultismo, abrimos los paquetes y sacamos la lupa de la justicia.
Creo que sería la salida menos indigna para un ITE desde cuyo inicio de operaciones fue acumulando puntos negativos. De un INE, con el autismo centralista que lo hace mirarnos desde su nube, aduciendo que lo de Tlaxcala no es sino un incidente sin importancia. Claro, les da pereza advertir que son motivo del descontento social y del cochinero en que se convirtió la elección del domingo.
El vaso medio lleno
En la entrevista que concede Marco Mena a El Universal, el correponsal Justino Miranda, se enfrenta a un político con intenciones de añadir un filtro positivo a la complejidad tlaxcalteca.
La trata, por ejemplo, la ve como un asunto de carácter nacional que poco a poco ha recibido atención de la autoridad estatal. Otro tema es la paridad de género, en la que empeña su palabra para que su eventual administración vea de lejos la exclusión y la combata.
El tema de la entrevista es la continuidad, “en virtud de los logros obtenidos en materia de empleo, seguridad, crecimiento económico e industrial”, así lo dijo.
Falta para serlo formalmente, pero Marco Mena le debe ser gobernador electo a la ciudadanía, y todos nos debemos a Tlaxcala. Esa fue su respuesta cuando le preguntaron si la candidatura se la debe a Mariano González Zarur.
En más de la continuidad del proyecto de González Zarur, el aún candidato del PRI sostiene que lo continuará porque, “ no solo en México sino en todos los países, cuando se inicia un nuevo mandato tiene que continuarse lo que se ha hecho bien”.
Es decir, si el resultado de los comicios dominicales ratifica a Mena como gobernador, estamos ante la gratitud como respuesta a la batalla campal –y no por eso llena de trampas en tanto el medio que justifica al fin- en la que el primero en batirse fue el que está a 205 días de dejar el poder. Si el mensaje del señor manchis fue empeñar los intereses del gobierno para afianzar a Mena en el poder, este responde diciendo que las cosas en este sexenio, se hicieron bien.
Digamos que este es el primer intercambio de mensajes con un fondo que apunta a la transición aterciopelada.Ya veremos cómo madura la relación en tanto más se acerque el momento del cambio de estafeta, si es que los resultados son ratificados hoy por el ITE.
Actualizar la verificación
Habíamos estado relajados en el tema de los centros de verificación vehicular y los problemas de corrupción inherentes a esos negocios donde, antes todo era posible.
A partir del uno de julio entremos en la sexteta de estados alineados con la Norma Oficial Mexicana (NOM) en materia ambiental, operada directamente por la Semarnat, y con un doble impacto para los automovilistas tlaxcaltecas:
1. A los que su economía les sonríe no tendrán problema alguno pues los vehículos 2016 van a estar exentos de esta obligación hasta por cuatro años.
2. Pero hay de aquellos dueños de las carcachas con chacuacos en lugar de convertidores catalíticos y con una concha de este tamaño en lugar de los obligados artefactos digitales que deberán portar los propietarios para tener una idea constante de las condiciones en las que se encuentra su cacharro.
3. Y se vienen otras obligaciones, como meternos en cintura en el tema de la velocidad, con la instalación de videocámaras en las rúas donde solemos aplicar el acelerador a fondo.
Esto es apenas el principio de la intención superior porque solo circulen autos nuevos, híbridos o eléctricosporque, en la zona metropolitana de la Ciudad de México, los problemas de contaminación ya son insostenibles.
La cosa es que estamos dentro de esa zona.