Y aunque somos el estado más pequeño, a los más encumbrados líderes les urge llegar acá, a ser aclamados, reconocidos y hasta financiados

los poderes tras el trono en las elecciones

Tlaxcala y su proceso electoral, con guerra sucia y toda la cosa; con alianzas entre árbitros y partidos (INE-PRI), y con personajes perfectamente identificables tras los petardos, a veces obuses y una que otra, auténticostomahauwks.

Hoy el PRD tiene en Tlaxcala bocanadas de oxígeno que no solo alargan la agonía de un partido lleno de sinvergüenzas. Al contrario vía Lorena Cuéllar Cisneros lo hace competitivo.

¿Pero quién está atrás de Lorena?

A la cabeza comparten créditos el gobernador vecino, Rafael Moreno Valle. La ex gobernadora de TlaxcalaBeatriz Paredes Rangel.

Al primero le interesa incrementar su capital político. Ante el inminente triunfo de su gallo en Puebla, Tony Galy, Tlaxcala no solo es el pequeño estado vecino dentro de sus alforjas, sino una serie de demostraciones de su poder a varios enemigos naturales suyos, comenzando por Margarita Zavala, la mujer fuerte del yunque y su marido el ex presidente Felipe Calderón.

Por las mismas está el queretano Ricardo Anaya Cortés, líder nacional del PAN, inquietísimo por refrenar al poblano, pues dejarlo equivale a enterrar sus intenciones de contender en 2018.

Moreno Valle tiene aquí la ventaja del callo para enfrentar a Andrés Manuel López Obrador. De hecho ese es el interés de Presidencia para permitirle un crecimiento controlado. En el momento que les estorbe porque suantipejismo no sea suficiente… lo borran de un plumazo.

Beatriz no esconde el paso de los años y del sobrepeso. Nada que ver con aquella activista cejuda y fajada que dejaba boquiabiertos a los vejetes ojialegres de su época (sobre todo Emilio) con cuya financiación aprendió a aprovechar su izquierdismo (y a dar vuelo a la hilacha… los resultados saltan a la vista)

No está de más decir que es Beatriz el target de la Segob, el factor de más cuidado, quien más goles ha metido al PRI simulándose una priísta recalcitrante.

Debajo de ellos, y pese a ser el rostro de este proyecto, Lorena Cuéllar Cisneros, ha conseguido cuajar un poder de convocatoria al PRD como no lo imaginaron los porros vividores… a los que el Peje mandó al carajo por inmorales: los chuchos, los bejaranos, los bautistas.

En el PAN

Adriana Dávila Fernández estiró lo más que pudo la liga. No está clara la hegemonía de la que habla y a la queFelipe Calderón acomodó en la voz popular: este arroz ya se coció. De todos modos ha hecho una defensa notable de la figura de Margarita Zavala, enemiga declarada de Moreno Valle y con la recomendación del Yunque bajo el brazo.

Si no fuera por este activismo de la Dávila, el ex presidente y su Márgara del alma estarían perdidos. Nada más aquí pueden tener los reflectores de los que gozan. Y aunque varios recibieron a Calderón con pancartas de genocida y asesino, el valemadrismo del panista y su dicho de cabecera: aiga sido como aiga sido, le fabricaron una coraza que le permite seguir en la aventura.

En el PRI

Es muy visible la alianza por conveniencia entre el PRI versión Mariano González, y el Comité Ejecutivo Nacional de su partido. Deben haber tenido acuerdos de mucho fondo y de muchos millones como para pactar la avasallante llegada de las ayudas del centro… impresionantes.

 Así no hay candidato que deje de ser guapo o inteligente. Y quedó claro que en la lucha por el poder la deManlio Fabio Beltrones, no es palabra de rey. Y puede recular, como lo hizo, y puede volver a inventar una excusa con la facilidad suya para engatusar a la gente y para provocar sobresalto en una clase política a la que deja con el ojo cuadrado.

Un nivel más abajo se encuentra Joaquín Cisneros Fernández, por cierto inventor del candidato Marco Mena, y todo indica que su principal financiador, aunque las ayudas más notorias no tiene mucho que se las dioentrándole al lío de la multimillonaria herencia, con lo que ha manchado a Lorena su delicada piel.

Esto es cíclico

Sexenio tras sexenio los grupos suben y bajan en la bolsa del poder. Pero no dejan de estar presentes a la hora de la repartición de su parte proporcional de fungir como una especie de concejo de viejos, cuya voluntad acaba por ponerse de acuerdo y finalmente se direcciona hacia alguna causa común… todo por afianzarse a la nómina y a los negocios.

Hay quien los llama familias del poder. En realidad son grupos, complejos tejidos de empresarios, operadores y líderes que cuidan sus intereses, porque para sobrevivir tienen que ver al estado como un negocio: obra pública, asesorías, manejo de la procuraduría, de las inversiones, de las políticas sociales. Todos tienen su parte proporcional.

Ese equilibrio no se puede romper pues al fallar un puntal los demás se tambalean. Unos a otros se apoyan para seguir al frente de un estado, el más pequeño de la República, pero que vale igual que los otros once que van a las urnas a elegir gobernador.

Yo diría que vale más. Ya señalamos el cuerno de la abundancia que es Tlaxcala para perredista, panistas y hasta priístas, que hoy se han dado el lujo de recular en su postura original y acabaron por aceptar que en el sistema tricolor sí es posible que gobernador ponga gobernador.