Salió bravo el nuevo consejo general del IET, como sabe de su ilegitimidad opta por agredir a los medios críticos… y se dice demócrata.

Según Enrique Zempoalteca Mejía, parte del consejo general más cuestionado en la historia del Instituto Electoral de Tlaxcala, los medios críticos en el proceso electoral, podrán ser castigados, tras una “cuidadosa evaluación”, cuando sus contenidos sean tendenciosos.

Preguntamos al señor consejero, ¿Quiénes integrarán al equipo de expertos en medios para determinar si un periodista se asume tendencioso?

Y más claro: ¿Se siente el consejero Zempoalteca con la suficiente calidad moral como para sancionar a un medio, tendencioso, si sabe perfectamente que la elección del actual consejo general puede venirse abajo debido a las inconformidades denunciadas ante instancias superiores?

En otras palabras, hemos sido testigos de la conformación de un consejo general ilegítimo, descalificado, débil, amoral, pero eso sí castigador de medios de comunicación cuando en alguno de ellos encuentre elementos que lo lleven a suponer contenido tendencioso.

Esto es pitorreo.

La misma existencia del Instituto Electoral de Tlaxcala (IET) en estas condiciones, es vergonzante para el pueblo de Tlaxcala. Tanto más que un consejero, elevado a calidad de mesías, se aviente la puntada de anunciar castigos.

Señor consejero Zempoalteca, díganos cómo va a castigar a los medios, porque hay varias opciones:

1.- A latigazos, para sepultar el aire democrático del que tanto se ufana el instituto del que usted forma parte, dentro de un proceso espurio.

2.- Retirando los apoyos económicos, que por cierto el instituto del cual forma usted parte no ha tenido a bien distribuir democráticamente.

3.- Cancelando la señal de internet, o comprando todo el tiraje de algún periódico o revista, o cercenando la garganta de algún crítico en radio para impedir que salga por su boca alguna expresión merecedora de castigo, porque criticó a algún candidato o candidata y por lo tanto desafió la prohibición establecida en los nuevos lineamientos.

4.- Contratando a los guaruras de Rubén Flores Leal o a alguno de los muchachos postgraduados de la Procuraduría para que al reportero que se pase de la raya le propinen una madriza de antología.

5.- Amenazando con dictar conferencias magistrales en las redacciones de los medios para enseñarles el oficio de escribir la historia diaria en sus páginas y demás espacios.

Primero legitímese señor consejero.

Recomiende al consejero presidente, Cesáreo Santamaría Madrid, que asista a las sesiones y dé la cara a los medios, pues con su 4.1 de calificación jamás va a encontrar alivio a sus noches de insomnio y a sus sudores fríos porque constantemente teme el encuentro con alguno de los preguntones reporteros, incómodos, pecadores, malhablados y hasta ateos, capaces de reprobar  su mediocridad ante cientos de lectores, radioescuchas o cibernautas que a diario siguen sus alzaditos textos, dignos de que las buenas conciencias, de la vela perpetua y la adoración nocturna con sede en San Manuel, los sometan a las llamas de la inquisición electoral, cuyo organismo árbitro, en mala hora cayó en las peores manos.