Cualquier candidato de oposición que pretenda ganar la gubernatura deberá superar los 160 mil votos.

(etlaxcala) minis aspirantes

El reto de los futuros candidatos al gobierno de Tlaxcala será superar o por lo menos mantener la última votación que sus partidos obtuvieron a nivel estatal en los comicios del 2012 en que se disputaron el Senado.

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En los comicios del 2012, el PRI no logró ganar ni la elección de presidente, ni la de senadores en Tlaxcala, pues en la entidad Andrés Manuel López Obrador con la coalición conformada por el PRD, PT y MC se alzó con el triunfo y logró llevar a la Cámara Alta a Lorena Cuéllar Cisneros y a Martha Palafox Gutiérrez.

El PAN se ubicó en la segunda posición y le permitió incluir a Adriana Dávila Fernández al Senado. El PRI quedó rezagado en el tercer lugar.

En el 2012, Lorena Cuéllar y Martha Palafox sumaron más de 164 mil votos, contra 138 mil del PAN que llevó como aspirantes a Adriana Dávila Fernández y al ex gobernador Héctor Ortiz Ortiz.

El PRI con poco más de 121 mil votos perdió y no puedo incrustar en el Senado a Joaquín Cisneros Fernández y a Anabell Ávalos Zempoalteca.

Pero las cifras son engañosas, pues si se comparan con los resultados de la elección de gobernador del 2010, se verá que al PRI se le esfumaron en dos años casi 110 mil votos, ya que en esa elección cuando ganó con Mariano González Zarur contabilizó más de 231 mil sufragios.

Al PAN y a Adriana Dávila se le fueron casi 55 mil votos, pues de los 193 mil sumados en 2010, para el 2012 lograron acumular 138 mil sufragios.

El crecimiento del PRD del 2010 al 2012 fue mayúsculo. En el primer año sumó poco más de 24 mil votos en la persona de Minerva Hernández Ramos y en los siguientes comicios captó otros 140 mil sufragios junto con MC y el PT.

Hay que decir que se trata de elecciones diferentes y que los niveles de participación varían, pero también es un hecho que en Tlaxcala existe cerca de 120 mil ciudadanos que emiten un voto switcher que hace imposible, en este momento, dar un pronóstico para los comicios del próximo año.

Sobre todo, porque si sumamos los votos que PRI, PAN, PRD y Morena juntaron en los tres distritos durante las pasadas elecciones federales en que fueron electos diputados, se comprobará que ninguno superó los cien mil sufragios.

El PRI apenas si rebasó los 92 mil, el PAN rasguño los 50 mil y el PRD se desfondó al sumar casi 30 mil. El partido de López Obrador –Morena- contabilizó en su primera elección en Tlaxcala 42 mil votos, de los cuales la mitad fueron aportados por el ex gobernador Alfonso Sánchez Anaya.

El próximo gobernador ganará con menos de 200 mil votos

Sin duda el partido que llega con un piso más firme y elevado para enfrentar la futura contienda es el PRI que tiene la necesidad de lanzar a un candidato competitivo.

Si los electores tlaxcaltecas perciben que el abanderado priista es el continuismo de Mariano González Zarur en el gobierno de seguro analizarán otras opciones que representen un cambio o una renovación.

El candidato priista debe garantizar más de 180 mil votos que permitan asegurar que su partido mantendrá el gobierno en Tlaxcala.

El PAN que tuvo un crecimiento importante a partir de la elección para gobernador del 2004, deberá superar las diferencias internas y demostrar que es una marca que aún compran los electores.

Adriana Dávila tiene el enorme reto de por lo menos alcanzar la votación que obtuvo hace seis años cuando perdió ante Mariano González. Si iguala los 193 mil votos alcanzados en el 2010, prácticamente tendría asegurada la gubernatura.

Sin embargo, tal proeza resulta muy complicada desde mi óptica porque en esta ocasión la senadora no tendrá el respaldo financiero y operativo del gobierno federal, ni del presidente de México, así como del ex gobernador Héctor Ortiz.

El PRD es un partido muerto en vida y Lorena Cuéllar será la que aporte el plus para que se vuelva competitivo en el 2016, pero lo interesante será conocer cuánto vale electoralmente la senadora.

Nadie puede negar que es una política con presencia estatal y seguidores. Su tarea primordial consistirá en igualar la votación que obtuvo en el 2012 cuando ganó el Senado al lado de la también ex priista Martha Palafox.

Si Cuéllar Cisneros llega a los 164 mil votos estaría en posibilidades de sentarse en el despacho principal de Palacio de Gobierno, aunque habrá que ver si hoy que carece del respaldo de Andrés Manuel López Obrador es capaz de alcanzar dicha cifra.

Morena enfrentará su primera elección local y llevará como abanderada a la también senadora Martha Palafox. El activismo del tabasqueño y la legisladora ha sido intenso y se espera que se traduzca en sufragios para su causa.

Las divisiones internas en ese partido serán un factor que jugará en su contra, sobre todo cuando ya se comprobó que el ex senador y ex gobernador Alfonso Sánchez fue el que aportó el 50 por ciento de la votación que Morena alcanzó en junio pasado.

López Obrador será el mejor aliado de Palafox en su lucha por la gubernatura, pero se ve difícil, aunque no imposible, que ambos puedan juntar más de 150 mil votos.

El PAC con Serafín Ortiz también se podría meter en la pelea si se considera que es un partido estatal con estructura, recursos y aliados.

Hay que tener presente que la futura campaña de Serafín Ortiz estará bajo las manos de Gisela Rubach, experta en campañas políticas que desde hace unas semanas ya trabaja en su estrategia.