Rompería con una tradición que impide al saliente ensanchar su mandato, pero autoritario y tramposo como es, nadie puede descartarlo.

(etlaxcala) Noe Rodriguez, Calpulalpan, Marco Mena, Caricatura, Tlaxcala Online

Para Marco Antonio Mena Rodríguez, presidente estatal del PRI, no es prioritario observar los movimientos de la oposición, sino concentrarse en mantener caliente el brazo electoral de su partido. Los de enfrente pueden hacer y deshacer pero la mística de unidad tricolor es invulnerable.

Teóricamente suena padre. En los hechos, hay que ver el nivel de división en el tricolor, incluso mayor al logrado por Mariano en los opositores, ya sea utilizando liderazgos charros o lanzando cañonazos de efectivo.

La realidad nos dice que si en el PAN y el PRD y desde luego los demás institutos políticos, las discrepancias –algunas insuperables- están a la orden del día, en el Revolucionario Institucional, ya no pueden seguir ocultando la fragmentación, ocasionada por varios factores:

  1. El más grave es el autoritarismo con el cual Mariano se ha impuesto a un partido cuyo legado, Democracia y Justicia Social, no es sino una frase estética, porque en los hechos la han pisoteado.
  2. Derivado del pésimo trato a la militancia, la lealtad de los sectores ha comenzado a anteponer su conveniencia, sabiendo que la historia de González Zarur, está en su etapa complementaria. No soportarían más cuotas arbitrarias y trabajos condicionados. Están hartos.
  3. El club de tobi sacó a un personaje del sombrero de mago y sin más mérito lo hizo su delfín. Seguro, cumple la expectativa, pero de una sola de las partes, y resulta que el poder en Tlaxcala tiene múltiples vertientes y condiciones con las que se ha de cumplir. Superar las inseguridades de quien está a punto de dejar el timón no es trascendente para el tamaño y las necesidades del estado.
  4. Otros personajes, por años también han estado haciendo filas, y no están dispuestos a ver cómo Mariano ha comenzado un juego en el cual es el único con posibilidad de ganar. Convidar nunca ha sido su mística.

Alianzas

Entonces las alianzas en busca del triunfo electoral en 2016 comenzaron a tener una causa importante: sacar a Mariano –no al PRI- de Palacio.

Eso equivale a dificultar la unción de Marco Mena como candidato. Y por mucha imagen conseguida a medias utilizando estructura y recursos del partido, en una lucha visiblemente dispareja, hay otros con mayor influencia que el señor Mena Rodríguez, en la conciencia de la gente.

Los nombres no son demasiados. Diría que se trata de Noé Rodríguez Roldán y Anabel Ávalos Zempoalteca.

Los demás, unos por viejos y otros por impopulares tendrían que esperar a mejores tiempos, pero para ejercer otras responsabilidades.

Dejemos en dos esa lista reducida del tricolor. Y veamos cómo, contra el uso indebido del dinero del partido, se sobrepone la creatividad de quienes se han declarados abiertos tiradores a la candidatura.

Hay que ver la convocatoria del calpulalpense Noé Rodríguez Roldán.

Y los pendientes con personajes como Ricardo García Portilla. Nada hace más intensa esta pugna entre paisanos, sino lo chueco que se comportó el hoy diputado federal, usando el puesto de titular de Finanzas para pagar toda una campaña de desprestigio en contra de Noé, quien le despierta lo mismo zozobra que apanicamiento.

La división del PRI es visible.

El grupo de Mariano no lo es todo. Es una parte, acaso un tercio del partido. Pero usa los dineros y a la institución.

Eso, señores, a estas alturas del juego no garantiza un triunfo en las urnas.

La esencia de todo es el deseo mariano de gobernar once años. Los seis de su triunfo en 2010 y casi cinco, dirigiendo las acciones de su incondicional y sumiso delfín.

Eso cerraría la pinza por primera vez: gobernador fue capaz de poner gobernador. Mariano sería un caso raro en la política, digno de estudiarse a fondo.

Con un poco más de fuerza, Mena tendría posibilidades, mas su fragilidad salta a la vista.