Lo que diga en la conferencia convocada por la UAT es lo de menos, su sola presencia es la declaratoria de guerra a quien se creía solo en esta shopping previo a la sucesión.

(etlaxcala) Mariano Gonzalez Zarur, Lobo Estepario, Beatriz Paresdes Rangel, Tlaxcala Online Caricatura

La invitación de la Universidad Autónoma de Tlaxcala (UAT) a la embajadora de México en Brasil, Beatriz Paredes Rangel, para exponer en Primer Congreso Mundial de política, gobierno y estudios de futuro, es en sí lo trascendente de la noticia –parafraseando al Maestro Salvador Borrego. El hecho, lo que exponga en su conferencia pasa a segundo término.

La ex gobernadora siempre tuvo miras altas. Y le tiró a la cima, la Presidencia. Fines de 2008 e inicio de 2009, la paisana dejó correr la versión, cuya no concreción la llevó a dirigir la mirada al Brasil de sus ensueños. Y Peña Nieto se lo concedió. Digamos, es un autoexilio con cualidades extraordinarias, pues está donde quería, y su ausencia la hace aún más notoria.

Venir con el clan Ortiz no es, por tanto, cosa fortuita.

Supongo que viene a juntar los tepalcates de la olla rota por Mariano, partidario de la división… factor de insidia dentro y fuera del PRI, y fiel creyente que la buena suerte lo va a seguir acompañando pese a los varios turnos –la mayoría desaprovechados- con saldos en verdad muy medianos.

Se trata del regreso de la lideresa del grupo sanchezpiedrista para convocar a los amigos a una mesa donde puedan nuevamente repartir el poder.

Hay al menos dos tiradoras al gobierno, fuera de ese grupo:

  1. Adriana Dávila Fernández, para quien el nombre de Beatriz, es un desgastado concepto del cual una añosa élite se empeña en bloquear la llegada de nuevas generaciones al poder.
  2. Martha Palafox Gutiérrez, con un discurso receteado en Morena, pero con el conocimiento pleno de sus ex colegas priístas, mañas, estrategias y recursos, mediante los cuales a su paso por el tricolor despuntó en el sector popular y consiguió una agenda grande de aliados… esos que hoy la ven como una interesante alternativa ante la cerrada guerra interna del PRI.

Cuidar el patrimonio

Dicen que Beatriz –sobre todo hoy con la lejanía- ni siquiera sabe cuántas propiedades tiene en Tlaxcala. Así sería de abundante la oportunidad suya para entrar en ese juego de saqueo, en el cual siempre han participado sus amigos los priístas que después compraron franquicias en la oposición y extendieron los brazos del tricolor, pintado de amarillo o de azul.

Si ella ignora la magnitud de su patrimonio, ya imagino el camino sobre el cual viaja Mariano. Por poner un ejemplo, quisiera ver quién va a conservar la propiedad donde por años funcionó Nestlé, en el bulevar Guillermo Valle, de Tlaxcala.

¿Otro?, ¿Siguen los talleres del Ferrocarril siendo propiedad de los ferrocarrileros?

No, hoy tienen nuevos dueños. Los más ricos del momento. Poderosos y a veces abusivos.

A ver, ¿quién se pone como diablo cuando por ejemplo alguien le toca el tema de los ejidos comprados a precios de risa, sí, donde instalaron el fraccionamiento mamón llamado Valquirio?

Pues esos mismos ricos y abusivos a los cuales se les hacía tarde para emparejarse con sus antecesores, gobernantes por el derecho que les da la foto a lado de don Emilio.

Eso es lo que personajes como Adriana Dávila, condenan. Y eso es lo que seguramente van a someter a un… llamémosle programa de reordenamiento patrimonial tricolor de los puros cuates hijos políticos de don Émily.

Quienes son los buenos

A Beatriz la visitaron en la embajada mexicana en Brasil: Lorena Cuéllar Cisneros, Aurora Aguilar Rodríguez. La siguen muy de cerca, aun sin viajar hasta alllá: Guadalupe Sánchez Santiago, y de manera particular Anabell Ávalos Zempoalteca.

Así que la presencia de Beatriz con su ex secretario particular en la Liga de Comunidades Agrarias y Sindicatos Campesinos (CNC) cuando fungió como secretaria general, Héctor Ortiz, nadita tiene de casual.

Su presencia es una verdadera operación cicatriz para el PRI.

La ex gobernadora –a diferencia de Mariano- tiene grupos y liderazgos leales a ella de manera perenne, dentro y fuera del PRI. Y también a diferencia del hacendado, a ella no la abuchean y tampoco la ven con las reservas que Manlio tiene sobre el rasposo gobernador de Tlaxcala.