La nueva versión panista con espíritu priísta que recién tomó al Congreso por Asalto, está a punto de dar muestras de un agotamiento absoluto.
Se agota el tiempo legal para formalizar la adri-manchireforma electoral. Leyes secundarias y un pesado número de inconsistencias, tendrían hasta mañana, viernes 21 de agosto para aprobarse. Nos dicen que en la comisión de Asuntos Electorales –una de las recientes conquistas del PAN en la toma del Legislativo- trabajan a tambor batiente… y no la pueden ver.
Se suma la indefinición del Instituto Nacional Electoral (INE) respecto a la redistritación, de diecinueve a 15 demarcaciones. Es la hora en que esos trabajos, o están estancados, o tienen tal cantidad de errores que, están en inminente riesgo de no aplicar.
Son dos de los retos asumidos por la llamada mayoría del Congreso, cuya cuantía no es garante de éxitos en la enmienda constitucional con la cual organizaremos los próximos procesos electorales.
Si la titularidad de Ángelo Gutiérrez Hernández, en esta comisión es mejor o peor que la de la perredista Eréndira Jiménez Montiel, solo podrá verse cuando esta Ley sea vigente y vigorosa a la ponzoña de múltiples tiradores, a quienes motiva golpetear al ventajoso PRIAN y demás aliados por conveniencia, pepenando las migajas resultantes de este golpe de timón en el Poder Legislativo de Tlaxcala.
Adelantar tiempos
No perdamos de vista que este puede ser el turno del grupo adrianista para disfrutar las mieles del poder. Claro, falta un buen trecho para llegar a la importante elección de 2016, mas desde hoy pueden advertirse los resultados favorables al juego perverso del señor Manchis, a cuya versión de partido beneficia el apuntalamiento del PAN, siempre y cuando no se le salga de control.
La acción compartida de Mariano mantiene ocupados a los elementos-extensiones de Adriana Dávila en el extraño Congreso, decantado en sala de aprendizaje para sacar adelante una Reforma Electoral que en el caso de Ángelo Gutiérrez, le está costando media vida.
Por recursos no se inquietan. Ahora los intereses van más arriba, se trata de ser asertivos con el tema electoral, hacerlo rápido y no dejar pendientes porque, se trata de un proyecto compartido de mediano plazo cuyo fin se empata con la entrega recepción de quien supla a Mariano.
La otra oficina
Vean si no el antecedente turbio del panista Julio César Hernández Mejía, es un recurso sobresaliente en el área de la fiscalización. Cada cuenta pública es aprobada como si se tratara de hamburguesas de Mc Donald’s.
¿Tienen deficiencias, hay dudas, cabe la posibilidad de errores? No importa… ¡apruébenlas!, lo que urge es sacar el pendiente de ciento veintitantas cuentas pendientes a un ritmo de diez por día.
Si la labor fiscalizable soportará próximas auditorías de entes superiores, eso puede ser un asunto de suerte… o de mala suerte, todo depende que los análisis se apliquen en forma aleatoria.
De nuevo la molesta comparación, ¿fue mejor el período de Salvador Méndez Acametitla? Lo sabremos cuando instancias superiores nos reconozcan como un estado eficiente y ejemplar en materia de Fiscalización.
Por lo pronto, ahí queda la duda respecto a las capacidades de un presidente de la Comisión de Fiscalización, capaz de no excusarse a la hora de auditar la cuenta pública del alcalde de Tlela de la Solidaridad, su hermano.
Por supuesto, se da un conflicto de intereses.
Mas no hay un nivel superior que llame a cuentas a los involucrados en esto a lo que podemos llamar: “Fraterna Auditoría Entre Carnales” (FAEC), ¿cómo les quedó el ojo con esta modalidad de revisión de cuenta pública. Inmejorable, ¿verdad?
El diputado Julito, hoy elevado al grado de fiscalizador, tiene en su haber desde un papel poco decoroso a su paso como síndico de Apizaco –en los tiempos de Orlando Santacruz- hasta los pendientes legales con la empresa de la que forma parte, Autotransportes Tlaxcala Apizaco Huamantla (ATAH) ese mazacote sin pies ni cabeza que cobra las tarifas más altas para trasladarse a la Ciudad de México y detenta el monopolio en cientos de rutas con otras entidades federativas y, dentro de la demarcación tlaxcalteca.
El renuevo generacional
Vemos que las nuevas generaciones en el poder no son garantía, ni de justicia y menos de democracia.
La calidad de los políticos no debe medirse en sus años de vida, sino en la solvencia moral que los acompañe en cada acto del que sean protagonistas.
Hoy, estos cachorros panistas se hallan a la mitad de una lucha de pronóstico reservado.
Si son mejores o peores que aquellos a los que desplazaron, de eso nos enteraremos en breve, tengan todos ustedes la seguridad.