Los desencuentros entre el gobierno del estado y el ayuntamiento de Tlaxcala cada vez son más evidentes, por lo que en breve podrían vivir una confrontación donde lo electoral tendrá un peso importante.

Para nadie es desconocido que la relación entre el gobernador del estado, Héctor Ortiz Ortiz y la presidenta municipal de Tlaxcala, Lorena Cuellar Cisneros, es fría y distante.

Sin embargo, esa situación cada vez empieza a ser mas evidente y amenaza con hacerse pública a través de los medios de comunicación, por las acciones, que según cada uno de ellos, ha iniciado para entorpecer el trabajo y obras que realizan.

Y me explico, hace unos días el ayuntamiento que preside Lorena Cuellar procedió a clausurar una obra a cargo del gobierno del estado, exactamente en un inmueble localizado en la esquina conformada por la calle 20 de Noviembre y Guerrero, donde se edifica un espacio para el DIF.

Según los funcionarios municipales, la obra fue parada porque el gobierno del estado no cumplió con los requisitos que exige el ayuntamiento de Tlaxcala para otorgar una licencia de construcción, argumento que las autoridades estatales rechazan en todo momento.

Y quizá por eso, los trabajos en ese inmueble no se han detenido pese a los sellos de clausura impuestos por el ayuntamiento, pues los albañiles entran por una de las bardas del edificio a fin de no violar o romper los sellos oficiales.

Esa acción, según la queja de funcionarios cercanos a Lorena Cuellar, provocó el paro de policías municipales realizado el martes por la mañana, en demanda del supuesto pago de salarios.

Hay evidencias de que un comandante organizó y alentó el paro de los uniformados, sin embargo su acción fue tan burda que hay pruebas que confirman que ese jefe de la policía respondió a las órdenes que se le giraron desde el gobierno del estado.

Los desencuentros entre el ayuntamiento de capital del estado y el gobierno de Tlaxcala van en aumento y la confrontación podría aumentar en los próximos días, una vez que se confirme que Lorena Cuellar podría dejar su cargo para buscar la candidatura del PRI al gobierno local.

La alcaldesa de Tlaxcala es bien vista por la líder nacional del PRI, Beatriz Paredes Rangel, para ser la abanderada del tricolor en los comicios de 2010.

La ex gobernadora de esta entidad sabe que Lorena Cuellar representa una opción fuerte y viable para recuperar el gobierno que hace once años perdió el PRI, de ahí que sus adversarios saben que no la pueden dejar crecer.