Para ello cuenta con el concurso de Adriana Dávila y sus extensiones perversas en el Congreso, conscientes que pueden ser el plan B del hacendado

(etlaxcala) Lorena Cuellar Cisneros, Adriana Davila Fernandez, Mariano Gonzalez Zarur, Recupera Control Sucesion, Tlaxcala Onlina

Aplazar tres meses la posibilidad de que los aspirantes a cargos de elección popular puedan renunciar a sus cargos, es un golpe bajo al predestape de la senadora perredista Lorena Cuéllar Cisneros. Así, Mariano tiene una ganancia doble:

  1. Dispone –solidariamente con quien resulte su delfin- de noventa días más de recursos públicos para robustecer la campaña, además tendrá ese tiempo para volver a introducir sus manos a los bolsillos de los burócratas, y para inventar algo tan efectivo en términos electorales como aquella amañada promesa de pantallas planas, dada solo a quienes emitieron su voto a favor del tricolor.
  2. Enfría toda acción de la Cuéllar, quien se ve obligada a ser muy creativa para frenar la cuesta-abajo de su promoción, planteada por los marianistas del PRD como actos anticipados (y desde luego por la senadora panista-marianista Adriana Dávila) de campaña.

El gozo de tres meses más a la nómina y otras posibilidades presupuestales también lo tendrán los chapulines marianistas en el gobierno, en el Congreso o en los ayuntamientos, listos para enfrentar un nuevo desafío en las urnas… y demostrar así que aun con sus antecedentes son capaces de ganar mediante el voto de la gente.

El círculo se cerró en la sesión donde se aprobó la propuesta panista. Los nuevos aliados se han repartido un botín ante la mirada impotente de los perredistas que pese a la sumisión mostrada, de todos modos no fueron palomeados por el que firma los cheques, tal como lo hizo con la seño Adri y sus guajiros.

Se repuso

Digamos que Lorena dio el primer golpe. Fue efectivo y retumbó en la cabeza del señor manchis, quien algo tenía que hacer para desquitarse. Bueno, pues signó con sus compinches los panistas la extensión de plazos y dejó a la Cuéllar como salero.

Mariano recuperó el control de su sucesión luego que la irrupción de su eterna enemiga evidenció su lado flaco de gobernador a diez meses de dejar el poder.

Seguramente en una de sus interminables noches así lo vislumbró y, sabedor de la permeabilidad de Adriana, no dudó en convertirse en moho, vapor, humedad, lo que fuera con tal de acercarse con la chequera abierta.

Y el seductor Manchis se salió con la suya.

Y está usando a la jefa del adrianismo, para tener un plan B en el caso que desde Presidencia el PRI deba apoyar a algún personaje que no le venga bien.

Es decir, cabe la posibilidad que Mariano y sus activos lleven sus canicas a apoyar a Adriana, si y solo si se impone la voluntad de Peña. En tal caso, el temperamental beduino podría alegar al esposo de la gaviota: “mister president, pues vea usted que la seño esa que habla y habla y nadie la puede parar, trae una fuerza de un montón de mulas, tan incontrolables que en una de esas… perdemos.

La lógica más básica nos lleva a razonar: si Ángelo y compañía se convirtieron en ángeles de la guarda de Mariano, desde luego que tienen el voto de confianza de este, para seguirle cuidando las espaldas una vez que deje el poder.

O acaso renunciaría a esta prerrogativa si quien lo suceda, así sea de su partido, traiga la espada desenvainada como para poner en Tlaxcala el ejemplo de un PRI apegado a la legalidad… de un partido en el que únicamente se habla con el lenguaje de la ley… y si hay que meter en cintura a alguien, así sea del propio equipo pues qué caray, que se le aplique un castigo ejemplar.

Mejor hacerlo con el tlaxcalteca que con el regio, o con el del Estado de México. Pues es que no pesan lo mismo.

He ahí donde entra la seño de las mil palabras por minuto.

Al día siguiente, el hacendado esgrimiría, ya ve señor presidente, si me hubiera hecho caso nuestro candidato tendría el triunfo en la bolsa.

El otro escenario

Es muy simple. A Mariano lo instruyen para apoyar a quien designe Peña Nieto y le advierten que una eventual derrota del PRI significaría un castigo ejemplar.

En tal caso, ni como plan B, ni como tabla de salvación mariana y de todos los subordinados que ya se hincharon como sapos de todo a lo que se han embolsado, serviría la seño del buen decir.

Por otro lado, habrá más opciones en la boleta.

Y hoy que el PRI no las trae todas consigo, esto se pone más que interesante.