Despreciable el papel escogido por la panista Adriana Dávila… hacer el trabajo sucio al gobernador Mariano, comenzando por evitar a toda costa la alianza PAN-PRD

(etlaxcala) Martha Palafox Gutierrez, Senadora, Morena, Andres Manuel Lopez Obrador, Representante Soberania Destape, Candidata, Tlaxcala Online

Cada senadora tlaxcalteca se va ubicando en el proyecto que le corresponde. Lorena Cuéllar Cisneros, se adjudicó el primer turno al bat y, aunque ha tenido algunos abaniqueos, tiene prácticamente en la bolsa la candidatura del PRD al gobierno de Tlaxcala. No me atrevería a decir que encabezará la alianza con el PAN, porque hay fuerzas empeñadas en romper esa posibilidad.

Martha Palafox Gutiérrez, ve como le llega su oportunidad. La anunciada gira de Andrés Manuél López Obrador esta semana, la va a rubricar como inminente abanderada del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) al gobierno de Tlaxcala.

No es la primera vez que la Palafox se incorpora a un itinerario del Peje. Recorrió con él el vasto estado de Tamaulipas, donde la tlaxcalteca organizó a Morena antes de las votaciones de junio. Y le fue bien. Y fue ahí, donde comenzó a vislumbrarse uno de los rotundos proyectos de López Obrador para dar la batalla en 2016.

La otra senadora, Adriana Dávila Fernández, parece haber seleccionado al marianismo como objetivo, uno de cuyos propósitos es impedir la alianza del PAN con el PRD. En los medios, con sus afines, la Dávila ha cumplido al pie de la letra con ese propósito.

Ello ocasionó que la dirigencia nacional del PAN precisara que la alianza con los amarillos podrá darse, sólo en lugares específicos… donde sean amplias las posibilidades de triunfo. Y Tlaxcala parece no estar en ese mapa. Se ve el trabajo de Adriana.

En consecuencia, la convocatoria de Lorena será de manera directa con grupos y liderazgos. Formalizar su trabajo con los azules es complicado y deriva en conflictos.

Se palpa la mano de Mariano. Sabe que su partido cuenta con un voto duro, que la oposición le ha regalado una extensión de sus perversidades disfrazada de su adversaria. Que el haber tomado al Congreso por asalto es uno de los pagos adelantados de ese convenio malévolo y que podría eventualmente la candidatura independiente ser el premio de consolación de una Adriana que supone ver a todos la cara de tontos.

Y serán sus muy profundas enemistades –como las cultivadas con las diputadas Aurora Aguilar y Leonor Romero-  las encargadas de ahondar la zanja entre la apizaquense y la porción de panistas con los cuenta, y el resto de militantes, nada despreciable que tomarán la decisión de dirigir sus pasos con Lorena, incluso con Martha.

El tiempo definió a la mala de la película. Sus talentos son infalibles para destruir. Carece de capacidades constructivas. Ese papel le tocó, y lo encarna sin empacho.

El PRD

No cuesta ver que la jetatura de Carlos Navarrete cambia de adusta a imbécil, según panee la cámara alrededor suyo. Muchos, de buena voluntad seguro se lo dijeron. Y Navarrete Ruiz decidió dejar la dirigencia nacional del Partido de la Revolución Democrática (PRD) a las nuevas generaciones.

Lo que el partido necesita es a un avezado, no a un agachado que hoy no sabe cómo esconder la cara tras haber entregado a Peña los activos del otrora convocante de grupos y tribus de la Izquierda mexicana.

Tiradores no faltan. Cualquiera será mejor que Navarrete. Ya le tocará adorar el premio al desmantelamiento de la Izquierda, entregado por el gobierno de las reformas estructurales y la devaluación de 30 por ciento de nuestra economía, al son de las casas blancas y las estupideces de Videgaray.

En el Consejo del PRD, celebrado viernes y sábado anteriores, el que anduvo muy activo fue Gelacio Montiel, todavía con la cartera de secretario de organización. Intentaban acordar que junto con la dimisión de Navarrete, también cayesen los dirigentes estatales.

Era plan con maña. Gelacio llevó al Consejo los pendientes con el líder local Cambrón. Así lo advirtieron los propios integrantes de ADN y le dieron la espalda. Los problemas personales entre el de Tetla y Cambrón, no tienen porqué subir así de tono, concluyeron.

Hay dos estados que sí cambiarán dirigentes: Sonora y Chiapas. Así lo decidieron porque no alcanzaron una votación superior al cinco por ciento del padrón estatal y a que los dirigentes, así como Navarrete, fungieron de tapetes para los ejecutivos estatales.

Después de nueve años al fin van a retomarse los comités municipales, acto que comenzará dentro de tres días, el trece del presente y quedará listo el 13 del mes entrante.

En esta integranción ya están considerados los sesenta municipios, hecho que preocupa a varios, pues la autorización de esta convocatoria viene del Comité Nacional. Así que supuestos liderazgos, encabezados por gallitos de la talla de Alejandro Martínez, Ubaldo Lánder, Cristobal Luna y otros, habrán quedado al descubierto con su arrastre corto y lengua larga.

Por cierto, de lo poco acordado por estos perredistas surgió la… genial idea de impulsar la candidatura de Antonio Mendoza Romero, al gobierno de Tlaxcala. A unos los hizo reír. Otros se dieron cuenta hasta donde han llegado ciertos perredistas, obligados a dirigir la mirada hacia un sujeto con las hechuras del enamorado alcalde chiautempense.

La capilla demolida, un gran problema

La Iglesia Católica Mexicana y el Gobierno Federal se lanzan acusaciones mutuas por el llamado acto de barbarie registrado en San Pablo del Monte, donde feligreses voluntariosos decidieron tirar el histórico templo.

Dice la Iglesia que tal es el nivel de burocratismo de las autoridades federales –legalmente dueños de edificios y monumentos históricos- que el deterioro de estos es grave en toda la República.

Encargada de la custodia de ellos, la Iglesia Católica ha recurrido a particulares para pedirles su patrocinio que permita dar mantenimiento a dichas obras. Entonces entra el INAH, y la hace cansada. Total que la directora de ese instituto habrá de comparecer en el Senado para explicar el tema de los edificios históricos, sus malas condiciones y los ejemplos vergonzantes, como el de San Pablo del Monte, Tlaxcala.