Parece que la cargada perredista va con la menuda legisladora, quien a partir de ya debería mejorar su discurso y aprestarse a rescatar al partido, a la deriva.
Parece que fue ayer cuando el señor Manchis desató una asquerosa persecución en contra de la entonces diputada local Lorena Cuéllar Cisneros. Yo creo que su muy acendrada misoginia y la rara creencia que solo las derivaciones del sanchezpiedrismo pueden gobernar Tlaxcala, generaron ese odio.
Después saldría a la luz que el pleito mariano era directamente proporcional al incumplimiento de un supuesto pacto consistente en que la Cuéllar se haría a un lado de la candidatura priísta, dejando al beduino el camino libre, y a cambio ella encabezaría la fórmula al Senado, con el plus que para 2016, a ella correspondería contender por la gubernatura llevando los colores del PRI en el pecho.
Mesié Manchis (es que hoy anda de gira en París) además de incumplir su palabra –se supone que medió Beatriz Paredes- llamó a su ex compañero de fórmula en el senado, Joaquín Cisneros, para ungirlo en lugar de su sobrina (no te cumplo y además te combato con tu propia familia).
El resto, ustedes lo saben, Lorena dejó al PRI y encabezó una fórmula ganadora en el PRD, llevando como compañera a la hoy también senadora Martha Palafox Gutiérrez. Y aunque la Cuéllar sigue creyendo que gracias a ella, Andrés Manuel López Obrador, tuvo una votación altísima –bueno, venció a Peña Nieto- el tiempo comprobó que fue el efecto Peje lo que obró en la causa de la hoy aspirante a la gubernatura.
Yo creo que por eso, Lorena la pensó dos veces antes de registrarse como aspirante de Morena a la representación de la Soberanía Nacional. Igualito le pasó, dicen, a la archi priísta Guadalupe Sánchez Santiago, a quien su primis Poncho, juró anotarla en la lista por hacerse de ese novedoso nombramiento.
El asunto es que hoy, la senadora Cuéllar es virtual candidata del PRD a gobernadora de Tlaxcala.
Y eso es todo un desafío para la dinámica mujer, obligada a remar contracorriente. Primero para sortear los odios marianos… esos son perennes y menguados, al paso del tiempo.
Su principal reto es esperar que su partido recupere la credibilidad. Miren que con dirigentes mediocres como Carlos Navarrete, el más peñista de los perredistas, no tiene más alternativa que encender una veladora a la diosa democracia para remover a ese tipo de factores negativos ese instituto político.
Lorena tiene que mejorar su discurso
Tomar como bandera a los grupos vulnerables no le alcanza para conseguir la gran meta… aquello de, “a mí, mis viejitos”, debe quedar atrás. A Tlaxcala le urge un liderazgo con capacidad para dar la vuelta a la página del marianismo, época de confrontación y traiciones, de terror y persecuciones.
Y sobre todo, tiempo de contubernios de altos vuelos (INE-Peña) que a final de cuentas resulta en fraudes anticipados dejando atrás los vulgares acarreos. Y como en esas rondas, Navarrete anda muy presente, pues menudo reto a la legisladora tlaxcalteca para avanzar en su estado, sin bajar la guardia en lo nacional, deslindándose cuantas veces pueda de las abyecciones de su líder.
¿Tras el changazo azul, habrá alianza con el PRD?
Los espadachines azules en Tlaxcala no deberían perder de vista que las indicaciones de su reina van de lo alucinante a lo inseguro, directamente al aislamiento.
Mire que ver en perspectiva la reducción de diputaciones plurinominales, con el primero que los enfrenta es con el PRD.
Cuando alguien tan seguro como la lideresa moral de los azules celebra la disminución de pluris, siendo que ella proviene de ese génesis:
1- Va quedando sola pues sus coroneles y capitanes tienen el derecho a disentir de la cortedad de miras de quien se ha derrotado con mucho tiempo de anticipación.
2- Seguro que ellos tienen derecho a incorporarse a proyectos menos utópicos pues pese a haber labrado una carrera con el concurso de quien hoy les exige la inmolación, respaldándole, sus respectivos capitales no son nada despreciables.
Tejer fino
He aquí el riesgo del adrianismo aislante. Le va a ser muy difícil evitar el cabildeo de personajes como Lorena Cuéllar, ávida de aliados, tal vez sí muy leales a su domadora aunque esto acabe por ser mera apariencia.
No se puede demostrar semejante seguridad –no quiero ser candidata, voy a ser gobernadora- apostando al aislamiento ideológico y al mismo tiempo, apoyando la desaparición de siete curules.
Y en ese tejido fino, nos dicen que el PRD y demás miembros de la oposición ya cabildean con panistas y priístas no convencidos de la solvencia de la reforma aprobada la madrugada de ayer y unirán fuerzas para echarla abajo.
Van a recurrir a las instancias necesarias para conseguirlo.
En eso debería fijar la mirada la lideresa de esa causa incierta a la que el marianismo abrió la puerta a un mundo pletórico de confrontaciones, incumplimientos, traiciones y persecuciones.
Adiós a P&G
Será por la grave contaminación que causan o por el desinterés de un gobierno al que inquietan los predios ocupados, por ejemplo Nestlé, y últimamente Prócter & Gamble.
El caso es que cientos de fuentes de empleo van a perderse en la zona de Apizaco, mientras el brillante gobernador de Tlaxcala, anda en París en una incógnita de gira, con Eruviel su reemplazo en la presidencia de la Conago, Graco, Moreira y Borge.
No más productos para el hogar, no más molestias para los vecinos.
Solo un apunte. No perdamos de vista dicho predio. Se me hace que puede tratarse de la maniobra de la despedida, tan cerca como se encuentra el año de hidalgo.
No pierdan de vista que este también es el sexenio de los centros comerciales en los lugares más inverosímiles, de la cancelación de firmas como Liverpool, mientras no se hagan en los terrenos que generen ganancias a quienes detentan el saqueo.
Requiescat por P&G, y sobre todo por las tantas familias que van a quedar al desamparo.
Para eso sirven las supersecretarias de la talla de Adriana Moreno.