No cabe duda que la desconfianza sembrada en aquella final de Brasil 2014, llevó al Consejo de la Judicatura a observar una y otra vez, la imagen de un juez y un gobernador

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Veintiocho de mayo de 2010, el orticismo convoca al concurso para la obtención de patentes de notario. Septiembre de ese mismo año, aquél gobierno entrega dieciséis patentes.

El orticismo llegaba a su fin. Ese cuatro de julio, el priísta Mariano González Zarur, se imponía en las urnas a una alianza mal hecha PAN-PRD que acabó con 12 años de panismo en Tlaxcala.

Revertir las dieciséis patentes de notario fue prácticamente el primer pleito emprendido por el nuevo gobernador quien, se valió de tres sujetos, y tal vez de la ayuda de un influyente juez.

El hecho es que el 18 de abril de 2013 el Tribunal Colegiado del 28º Distrito, consideró ilegal por mayoría dicha entrega de notarías. Contó con los votos de Justino Gallegos Escobar y Othón Manuel Ríos Flores, con el voto en contra del magistrado Octavio Chávez López”.

Y aquél proceso orticista se derrumbó.

Una conflictiva y rasposa relación con la entonces directora de notarías, Estela Sánchez García, inició el éxodo de negocios y trámites que en resumidas cuentas constriñó una parte importante de la economía del estado.

Por cierto, en mayo de 2012, la señora Estela Sánchez García, fue atropelladamente separada del gobierno marianista. Y llegó Cuauhtémoc Lima a ese puesto. Siguió con el proceso de enterramiento de los ortinotarios.

No hay que olvidar un detalle que detonaría una serie de cambios de fondo en este pleito. Por ahí de julio de 2014, fueron fotografiados viendo la final de futbol los señores magistrado Othón Manuel Ríos y gobernador Mariano González Zarur. Por cierto, aquella ocasión Alemania se impuso uno cero a Argentina y se convirtió en la primera selección europea que gana un mundial en territorio americano.

Y en Consejo de la Judicatura no quitó el ojo de encima al señor Othón. Esa foto era prueba irrefutable de la relación extralegal entre un miembro del Poder Judicial Federal y una autoridad estatal, en un esquema que hoy sería llamado conflicto de intereses.

Othon_Manuel_Rios_Flores_Mariano_Gonzalez_Zarur

Las novedades

Pero de ese abril de 2013 a la fecha presente pasaron tantos meses como fracasos y tropiezos en el gobierno de Mariano.

Parece que el Consejo de la Judicatura, muy pendiente del escándalo este de notarios decidió recibir una queja presentada por ortinotarios.

Bueno, ese hecho implicaría el dramático revertimiento del proceso que al gobierno de Mariano le había permitido un sonoro triunfo.

Ya lo veremos. La cosa se pone interesante.

La voz de la Iglesia en el proceso electoral

Durante el paseo que miles de feligreses dan a la venerada Vírgen de Ocotlán, encabezados por el obispo Francisco Moreno Barrón, este aprovechó la oportunidad para hacer una fuerte crítica a los candidatos a diputados federales.

Según el jerarca católico en Tlaxcala, en su constante ir y venir por el interior del estado ha captado la desilusión del electorado ante personajes propuestas claras para mejorar al país.

Hace unas semanas, Moreno Barrón, encabezó una manifestación contra el aborto. Más de diez mil personas participaron. Hoy, la bajada de la Virgen es escenario de otro discurso extra religioso.

Lo curioso es que ambos actos de efectúen en el marco de un proceso electoral que culmina el siete de junio.

El ciber gober

Mariano, presidente de la Conago, cambió su traje de persona odiosa de los medios virtuales a impulsor de los negocios en internet.

El cielo y el infierno en el quehacer de un político en pleno cuarto menguante.

Este lunes, en la Cámara de Diputados, tuvo el acierto de leer un discurso hecho por alguien que conoce de tecnologías de la información. Y el se limitó a leerlo, casi con el auto en neutral, o sea sin entender ni papa sobre lo expuesto.

Bienvenida la nueva actitud mariana ante las herramientas electrónicas de la información. Qué bueno que se ha dado cuenta que la historia de México no nada más la escriben sus amigos famosos, inmersos en el periodismo a la carta y con factura en mano.