Antes de emprenderla a Oaxaca, el ex gobernador veracruzano famoso por proteger intereses de los zetas, reveló que su partido opera para conformar una alianza con el PRD

Mariano Gonzalez Zarur 1, Alianza PRD PRI, Molesto, Fidel Herrera Beltran, Negro, Lorena Cuellar Tlaxcala Online

Dicen que ella es quien no lo desea, pero un eventual retorno de Lorena Cuéllar al PRI, no es tema nuevo para los iluminati, como el ex gobernador de Veracruz, Fidel “el negro” Herrera Beltrán, quien de paso por Tlaxcala para evaluar la fuerza de su partido –antes de partir a Oaxaca- permitiría a su jarocha lengua hacer aquella revelación.

Bueno, el negro hasta se reservó el nombre, pero no las posibles acciones para conseguir una alianza PRI-PRD apuntando a 2018, cuando al tricolor le sea más que pesado seguir soportando el crecimiento de Andrés Manuel López Obrador, y su Movimiento de Regeneración Nacional (Morena).

  1. El PRI de Peña Nieto, habrá visto la conveniencia de acercarse a esos millones de pobres, siempre en un segundo plano ante los compromisos con los grandes capitales, y usaría a sus tribus aliadas amarillas –y el gusto que les da cogobernar- para lograr una fórmula que aparente fobia a la Derecha y su gusto por anteponer al capital, aunque en los hechos ocurra exactamente lo contrario.
  2. Es que en esos millones de descamisados se hallan los votos necesarios para reiniciar otros setenta años en el poder. Si en este momento es posible alentar una pugna fratricida en la Izquierda mexicana, pues qué mejor que aprovechar el pragmatismo de los amarillos y su extraño líder nacional, Carlos Navarrete, un cuate que finge siempre estar enojado, pero en los hechos podría ser el aliado postrado necesario en el rompecabezas tricolor.

El laboratorio

Como es costumbre, a Tlaxcala la llevan a los terrenos de la experimentación. Así que esa alianza PRD-PRI vería la primera luz en nuestro estado, y no le caería nada mal llevar como carta fuerte a la activista por los viejitos y los niños –ambos en ese contexto de pobres susceptibles de usarse como anzuelos en una elección- como el direccionamiento tricolor a aquellos tiempos de paternalismo y corrupción, cuando amanecíamos con devaluaciones escandalosas, fracasos y hasta sismos, pero eso sí… siempre muy formados en las filas de la Revolución.

Claro, a Mariano no le cuadra ni tantito la idea de que la razón de sus pesadillas se halle tan presente en la conciencia de la cúpula tricolor, y acaso de Los Pinos, y que hasta el día de su informe haya retacado el Centro de Convenciones.

Si en alguien el hacendado deposita su misoginia y otros complejos, pues es en Lorena Cuéllar, perseguida y combatida, con tan malos resultados que mírela, invulnerable en el Senado, tal vez no con el mejor discurso, tal vez no con la mejor imagen, pero las demostraciones marianas de odio lejos de aniqularla la fortalecieron.

No arriesgan

Así que los grupos en torno a Peña Nieto, incluidos los perredistas se esmeran en conseguir una alianza funcional, valiéndose de sectores abiertamente críticos del tricolor. Se dieron cuenta del avance de AMLO, sobre todo en los estratos más desfavorecidos y, con toda seguridad se habrán sentado a la mesa con sus colegas de Televisa –la parte activa de la manipulación gobernante- para concluir en que, logradas las reformas estructurales ya no hay más que hacer por los ricos, y entonces harán como que dirigen su mirada hacia los pobres.

No, si el miedo no anda en burro, y luego de percatarse del creciente resentimiento en contra de las formas actuales de gobernar, reaccionaron en consecuencia y decidieron elevar a rango de partido la exitosa –electoralmente hablando- alianza con la ex perredista Rosario Robles y su guerra contra el hambre.

Pulsaron la necesidad de las familias mexicanas, maltrechas y despojadas, y decidieron poner manos a la obra activando al célebre populismo.

Eso sí, lo han hecho al tiempo de robustecer a las fuerzas armadas, primero para tenerlas de su lado y luego para usarlas con profusos mensajes de la figura presidencial aclamada por soldados y altos mandos, aunque en términos éticos quien se alza como Comandante Supremo, no merezca semejante distinción.

Debate por el aborto

Al obispo de Tlaxcala, Francisco Moreno Barrón, le dio por convocar a la feligresía de las 74 parroquias para enseñar su músculo, mañana miércoles,  en plena temporada electoral.

El acto podría llevar un mensaje colateral al eterno desacuerdo generado por el aborto y empeorado por el perfeccionamiento de una legislación más de lado de las mujeres y su derecho a decidir.

Aquí, ante las campañas de miseria discursiva y profundo odio para generar abstencionismo, cada candidata y candidato quedará con la boca abierta al ver el poder de convocatoria de la Iglesia Católica.

La cosa sería ver el real comportamiento de religiosos y operadores políticos. Unos acaso poniendo precio a acoger algunos nombres en sus robustas filas y los otros, viendo cómo le hacen para juntar la lana necesaria y convencer a esos grandes promotores en potencia.