Tiene tiempo cocinándose esta alianza, de la cual uno de los principales artífices es el perredista Víctor Briones Loranca, actual secretario del Ayuntamiento de Tlaxcala.

Adolfo Escobar Jardinez, Victor Briones Loranca, Gisela Lucero Conafor, Alianza PRD PAN, Tlaxcala Online

Ay, esas lagrimotas de Gisela Lucero (Conafor) cómo no nos van a conmover. Pero ella y su obstinación por ver al señor Manchis lo único que consiguieron fue una de las regañadas históricas de parte del neurótico (casi) estadista, pues porque no le gusta que ahí lo anden acosando…

Seguramente era para comunicarle el asunto de la alianza PRD-PAN con la mejor trilogía –bueno, eso es lo que ella ha de pensar- el alcalde panista Adolfo Escobar Jardínez, para la grande, el ansioso perredista, Víctor Briones Loranca, para gobernar la capital y ella, Gisela Lucero (Conafor) para una diputación local.

Y pues, a lo mejor por eso el señor manchis, en una gira por Tlaxco de plano estalló de coraje y se lo gritó a la sensible Gisela Lucero, cuyo tremendo llanto ni si quiera se compara con lo que sintió el señor Manchis cuando le dijeron que el joven Fito Escobar, es puras castañuelas para incrustarse en el proceso de sucesión.

Algo ha de tener de razón. Porque, como ven ustedes que así se lo planteó Napolión Ordóñez Carrera (“eres el candidato del amo”), y pues cómo no va a echar a volar su imaginación.

Y con eso de que la alianza PAN-PRD ya tienen tiempo urdiéndola –sobre todo Víctor Briones- es tiempo, tal vez pensaron, de concretarla. Y así, con el factor sorpresa podríamos cambiar la no tanta obra que se ha podido hacer con el factor sorpresa que implica sentar a la mesa a perredistas y panistas.

Claro, una cosa es que lo haga el gobernador vecino Rafael Moreno Valle, y otra que estos singulares políticos decidan jugar de esa manera sus canicas.

Digamos que lo logrado por Gisela Lucero (Conafor) terminó siendo el destape de Adolfo, el alcalde de la verborrea que abunda, como debiera pasar con las obras.

Atípico

Habría quien califique al adolfismo como un grupo indisciplinado y rebelde a las líneas del panismo.

La verdad es que hay varios cuartos bates en la banca adolfista. Y nada más esperaban esta oportunidad para desbordar la euforia, no le hace que sea en el marco de la alianza con los perredistas, sus enemigos ideológicos que en esta ocasión –se los juró Víctor Briones- en lugar de adversarios pueden ser los mejores aliados.

Aislado

Y tal vez una de las inconveniencias de Escobar & friends, es que todo lo han hecho en un marco de total discreción, dejando aparentemente fuera de sus planes a varios de sus patrocinadores para ganar la alcaldía tlaxcalteca.

Pero todo sea por el elevado fin que se persigue.

Así, el alcalde más apreciado por el gobernador –aunque no pertenezcan al mismo partido político- seguirá apareciendo a lado de Mariano. Cómo no, lo anda placeando… como hace unos días que lo llevó a Zacualpan, para escuchar de viva voz de las autoridades de allá, el problemón en que se ha convertido la soledad y la falta de luz y vigilancia en el camino de Metepec a San Jerónimo… sí, cuando el gober dijo que los malosos llegan porque hoy sí han dinero, no como antes que al no haber ni maíz, pues tampoco llegaban los bandoleros.

Un convenio errático

Es cierto, si la Mitra se sumase a los esfuerzos educativos del estado para colaborar en lo que le permitiesen, no sería tan malo, como aquello de formalizarse como parte del aparato del poder ocupado en labores de alfabetización.

Aquí el laicismo es fundamental. Y no valen ni la buena voluntad de los religiosos, como tampoco la ingenuidad de los servidores públicos a quienes les pareció conveniente afianzar esa alianza con los curitas.

Es un convenio que debe replantearse. Tiene cimientos de barro y tarde o temprano se va a caer.

Debe, en cambio, reconocer la prestancia de los religiosos, organizar foros para ver hasta dónde ellos pueden participar en labores de alfabetización. Si el resultado de los foros indica que deben excusarse, ni modo así deberá ser.

El libramiento y sus accesos

De manera natural varios caminos se incorporaron al nuevo libramiento, y permitieron un flujo importante de vehículos que, en otras circunstancias deben recorrer grandes distancias para poder usar la nueva vialidad.

Sin pensarlo dos veces, las autoridades cerraron esas incorporaciones y con ello generaron un evidente malestar, al cual se han sumado personajes importantes como la diputada federal Aurora Aguilar Rodríguez.

Los constructores del libramiento deben ser sensibles a esta necesidad.

De poco sirve una obra que en lugar de permitir el flujo de vehículos, complique la vida a los automovilistas.

En lugar de colocar esos obstáculos deberían adecuar esos accesos, que en realidad resultan útiles y necesarios.