¿Hay alguien que se precie de estadista, dispuesto a tapar al jefe de la mafia en su estado?… sí, sí lo hay

Cien Fuegos 1, Osorio Chong, Penia Nieto, Mariano Gonzalez, Orlando May, Aliicia Fragoso, Dinosaurio Extinto, Tlaxcala Online

Ya en Tabasco , Orlando May Zaragoza, había salido por piernas del gobierno. Dejó de fea forma la dirección de la Policía Ministerial (que por cierto estaba bajo el mando de José Jorge López Pérez) cuando a uno de sus hijos los sorprendieron con droga.

Quién diría que años después, “en el estado más seguro del país”, al mismo personaje lo tragaría la tierra.

Y pese a las fundadas sospechas sobre su involucramiento en la jornada negra de secuestros, extorsiones y atracos, le fue aplicada una especie de ley fuga pero con muchas ventajas para él.

Podría ser la intentona de enterrar su desafortunado paso por Tlaxcala.

Mientras no se aclare su paradero persistirá una serie de dudas:

  1. Evitarle un juicio, ¿es parte de la venta de la plaza?
  2. ¿Se perdió en la inmensidad de la región para seguir  operando las acciones de lo que hemos llamado el crimen equipado, capacitado y organizado?
  3. ¿Seguirá esta etapa de incertidumbre y desconfianza para que nuestra familia o nuestro negocio no sean extorsionados o vejados, en el peor de los casos?

Mutismo

No dar la cara es parte del agónico sistema autoritario llamado marianismo. Pero no es su única particularidad, porque aquellos vivales ubicados en puestos estratégicos, entendieron los tiempos para sacar provecho del temperamental y a veces ridículo megalómano.

Hay nuevas mansiones… en Ixtulco, en Calpulalpan, en Tizatlán. Para ese puñado, las crisis de ira son como los mapas del tesoro. Solo hay que sortear varias trampas, aguantar un par de años, y lo que viene será la gloria.

Más ese silencio no es ajeno a instituciones habituadas a tratar con este tipo de bichos en la República.

Hoy, los rondines de soldados y marinos son más frecuentes en los municipios con mayor movimiento.

Y muchos ojos y oídos disputan las primicias. Y les dan distinto tratamiento.

Las cuentas públicas

Parte de la industria de la extorsión es lanzar declaraciones incompletas respecto a alcaldes denunciados –dicen que pueden ser 26- porque sus estados financieros adolecen de alguna falla ante las instancias fiscalizadoras.

¿Por qué no, el todavía auditor superior, Crispín Corona Gutiérrez, especifica nombre, causa y número de averiguación?

Porque envía advertencias a través de los medios de comunicación.

Algunas de sus víctimas seguramente entran en shock. Otras, apuran las entregas pactadas para que sus números aprueben no le hace el caos en el que fueron entregados.

Esta es otra forma de delinquir. Acaso, de anunciar su próximo relevo y, con acciones hacer mullido el colchón que le servirá para el obligado retiro del ámbito fiscalizador por mucho tiempo.

¿Quién dice yo para sustituirlo? Pues ya hay tiradores. Mejor dicho, apuestas de los grupos a los cuales conviene tener influencia en el negociazo del maquillaje de las cifras.

Somos pioneros

A propósito de las modas que comienzan en Tlaxcala, no hay registro de un atraco durante un servicio eucarístico.

Existen casos de misas pagadas por jefes del narco y custodiadas por sus guaruras, mejor armados que las raquíticas policías preventivas.

Pero, irrumpir durante la ceremonia no se había dado.

Debe ser un mensaje más al oriundo más poderoso de Apizaco.

Y de no ser por noticias conmocionantes, como el estallido de la pipa de Gas Express Nieto en el Hospital Materno Infantil de Cuaximalpa, habría sido más productivo no quitar los ojos de Tlaxcala.

Hasta en eso tienen suerte los tipos como Orlando May.