Angustiados porque de un tiempo a la fecha prácticamente todo les sale mal, los subordinados del gobierno compran desesperados aun antes de asegurar el éxito.

Caricatura 1, Niegan Emplacamiento, Gisela Santacruz Secte, Jorge Valdez Finanzas, Mariano Gonzalez, Tlaxcala Online

Que las malogradas nuevas placas fuesen sepultadas en las instalaciones de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes del Estado (Secte), muestra la voracidad de quien las adquirió.

Y aunque la pérdida sea escandalosa, ese negociante –que podría ser el secretario de oro- ya ganó su comisión, y como a muchos del gabinete, nada le importó el daño provocado a la economía del estado.

En ese contexto vive la administración su parte complementaria. Dibujando dos momentos. El propio… opulento y cruel; y el que se platica a la gente… muy complicado, con más despidos en puerta, cero crecimiento y episodios fantásticos de grandes inversiones.

Mas la modificación hecha por el Congreso a una Ley de Ingresos con nuevas sangrías al bolsillo de los tlaxcaltecas, es adelanto de la penosa senda al final de estos desafortunados tiempos.

Conste que el daño lo sufre Mariano dentro y fuera. Gastar 26 millones para adquirir las nuevas placas y luego ver la ruina, lo ha colocado en el medio de dos frentes que lo aniquilan con un adelanto que sobresalta.

Sería de suponer este, como el tiempo en el cual la decisión del jefe nadie la cuestionaría. Mucho menos la confrontaría.

No es así. Se ha ido la cortina que cubría los tamaños del político cuyas acciones se encargaron de cavar su propia tumba.

Ni en sueños ha sido mejor que sus antecesores. Llegó por mera casualidad. Y se va acabado.

En la CNOP

Un discurso ante el sector popular al que han intentado introducir a Anabel Alvarado, condena la alternancia y le atribuye escenarios de falsa democracia.

El autor no advierte que él mismo es producto de la alternancia. Y que en una de sus tantas hazañas, renegó del PRI.

Tampoco lo hace con los resentimientos insuperables ante la cúpula de ese partido, encargada de boletinar sus generales a las instancias decididas a dejarlo solo, en esta suerte de delirium tremens con graves consecuencias.

Acaso el trío este de jóvenes en los planes marianos –sujetos a cambios de última hora- reflejan su desesperación por compartir con alguien los castigos que, de una tiempo a la fecha inmisericordemente lo afectan cada día que sobrevive a su aciago destino.

De regreso a Allende 31

Esta glosa del informe no tiene buenos augurios para los subordinados marianos.

Al primero que pusieron PAN y PRD el ojo encima es al secretario de obras, responsable dicen, de multas por más de siete millones de pesos, los cuales no deberían ser cubiertos por las arcas del estado, sino por el ineficiente servidor público, capaz de iniciar las obras de Ciudad Judicial, sin contar con los permisos correspondientes.

Es una copia de la adquisición adelantada de las placas… ¿quién se pondrá frente al astado que es su jefe?, ¿quién se atreverá a desafiarlo?

Pues ya vio que sí.

Son capaces de pararlo en seco y hasta de echarle abajo los negocios.

Al secretario de Educación no lo alumbra un sol sano. Tampoco al de Salud. Y si hay que hablar de ineficiencias, ¿quién mete las manos al fuego por los encargados de la seguridad?

Y si representantes populares realmente jóvenes han sido capaces de frenar la locomotora desbocada de Apizaco, qué le aguarda al temperamental cuando se tope con gentes de su peso y condición.

Dolorosas devoluciones

Convertido en un sistema de venganzas personales y desplantes muy a la libanesa, a la agonizante gestión mariana le pasaron por alto inversiones tan cuantiosas como los más de cinco mil millones de pesos devueltos a Hacienda, porque sus subordinados carecieron de los mecanismos para aplicarlos.

Y el estado quedo condenado al retraso.

Lo malo es que lo tiene que pagar. No en efectivo porque no lo tiene, pero sí con un alto costo electoral.

Lo han precedido rotundos fracasos en las urnas. Quedó desprotegido por sus erráticos palomeos y por robar los recursos enviados por su partido.

Hoy, debilitado y con una tendencia muy dinámica hacia la soledad, al recio hombre de carácter no le aguardan sino los peores tiempos de su carrera… ni él había calculado tanto castigo a estas alturas de su mandato.