Lejos de ejercer el poder desbordante del cuarto año, el síntoma es de envejecimiento prematuro, muy vulnerable a la enfermedad del rechazo social.

Caricatura 1, Niegan Nuevo Emplacamiento, Mariano Gonzalez Zarur, Congreso, Serafin Ortiz, Tlaxcala Online

El gobierno da síntomas de bancarrota. Carece de fondos para estimular al vasallaje a defender y ganar batallas como el nuevo reemplacamiento. Aún peor, soldados, leales en condiciones menos desfavorables –Florentino, uno de ellos- se dijo en contra de dicho impuesto, con el cual el ejecutivo recaudaría cerca de 20 millones de pesos.

Aquí, como cuchillo en mantequilla entró la propuesta del diputado del PAC, Serafín Ortiz Ortiz: “propietarios, tenedores o usuarios de unidades automotrices que deseen regularizar la situación de sus vehículos, que tengan adeudos de ejercicios anteriores a 2015, solo pagarán los derechos correspondientes a los dos últimos años adeudados, sin pagar multas ‘ni emplacamiento’, recargos y actualizaciones».

Catorce votos a favor, seis en contra.

El revés a la nueva ley de ingresos propuesta por el ejecutivo había sido ejecutado.

Pero, a estas alturas se supone, el poder del gobernante sería incuestionable.

Es el año de la consolidación. Sin embargo, este revés evidencia falta grave de vigor en una etapa fundamental para apuntalar el relevo.

Son las consecuencias de la nula gestión presupuestal de nuevas y variadas versiones.

Pero, las puertas de arriba se cerraron… esa arrogancia estorbosa e improductiva nulificó cualquier posibilidad de ayuda extraordinaria. Así como las que otrora sirvieron para pagar obras como los cuatro carriles de Apizaco a Calpulalpan.

Hoy, en el sexenio de las guarniciones plagiadas a los ayuntamientos; de los desayunos DIF ordeñados, y de los guaruras que infunden pánico a la población, el alto mando optó por aplicar la tijera a los empleados, y usar sus sueldos para pagar a los que tienen suerte de conservar su chamba.

No hay reservas, y hasta el oficial mayor prohíbe adornar las oficinas con exceso de luces porque ni para pagar el recibo hay lana.

Popocatl… fuera

El magistrado Jerónimo Popocatl, no fue ratificado. Ha cumplido la mayoría de edad, y tiene que dejar su lugar.

Al igual que Tito Cervantes, sus objetivos deben ser otros, y no los de seguir en el Tribunal Superior de Justicia de Tlaxcala.

Deberían entender que sus puestos son estratégicos para un ejecutivo acorralado, y dispuesto a recuperar un poco del terreno perdido, porque no le aguardan buenos tiempos. Sembró vientos y está cosechando tempestades.

Pero, como dice Tito… total, si de magistrado ya no la armo, he de conformarme con una delegación federal. Se supone que ya le fue prometida por el mismo alto mando en plena crisis.

A don Jerónimo se le veía entrar y salir del Palacio Legislativo. Subir y bajar escaleras. Preguntar por el estado de su eventual ratificación. Pero le llegó el día cero.

Y los resultados no lo sorprendieron.

Ping-pong perredista

Hoy, Manuel Cambrón niega haber perdido la dirigencia del Partido de la Revolución Democrática (PRD) tras un juicio encabezado por el ex secretario general Cristóbal Luna Luna y Jovani Montiel.

Acusa un intento de desestabilizar su reciente arribo a la cúpula amarilla y amaga con llevar al nacional esta muestra de indisciplina.

Confrontados, los bandos perredistas no advierten el fondo de sus acciones.

Pierden militantes y simpatizantes a causa de sus desencuentros.

Y otros, Morena para ser precisos, tienen un avance consistente.

No advierten que la elección federal es en julio de 2015. Que este mes ya es historia, pues solo le restan festejos, y que iniciar en estas condiciones un nuevo año, lo único que deja ver es una intervención irremediable de la dirigencia nacional para poner quietos a los colegas, incapaces de comportarse como si fueran del mismo partido.