Yerran los panistas el camino si piensan encontrar error alguno en las cuentas públicas, encriptadas tras el concurso de varios; hay que ir al campo y localizar los fraudes.

Caricatura 1, Respuesta Gobernador, Mariano Gonzalez Zarur, Indiferente, Hugo Rene Temoltzin, Tlaxcala Online

En una legítima defensa de su causa, el gobernador Mariano González Zarur, estimó propio del proceso electoral que los diputados panistas vean cojas sus cuentas públicas, al grado que, según lo expuesto en tribuna por los azules, habría desvíos por más de dos mil millones de pesos.

Creo que lo valioso de este debate es el haber puesto sobre la mesa temas con un interesante fondo:

1.- El mandatario se muestra muy confiado porque diversas auditorías no han encontrado deficiencias en sus estados financieros.

2.- ¿Cuál capítulo domina, el llenado obsesivo de formularios o la calidad de las obras y los servicios?

El papeleo

Con este sexenio la ingeniería comprobatoria es la prioridad.

¿Satisface a los tlaxcaltecas este novedoso modo de administrar?, ¿Hay más empleos, mayor seguridad, un elevado grado de confianza en las autoridades?

No es lo mismo el esmero oficial por mantener sus números a buen resguardo, con el concurso del Órgano de Fiscalización Superior (OFS) y la Comisión de ese rubro (muy a modo), que conducirse con la ética esperada por un pueblo necesitado de un verdadero líder, celoso del menaje de todos.

Una pavimentación ejecutada por alguna constructora en el contexto ilegal del parentesco, irremediablemente va a usar materiales deficientes y escasos. A los pocos meses, esa obra será un fiasco.

Sin embargo, en su comprobación fue puesto el gran interés de un sistema convencido que mientras la cuenta pública pase, no importa cometer fraude.

Mientras la obra en cuestión sirva para tomar la foto durante la inauguración, ¿a quién le interesa la duración de la misma?

Al pueblo. A los habitantes que la habrán de tener frente a sus casas. A quienes les dijeron que contarían con plantas tratadoras de aguas residuales, las cuales se comprobaron pero no se construyeron.

A los fraccionamientos cuyas aguas negras invaden predios particulares, como en el caso de la importante concentración en Las Ánimas, y para sorpresa de todos la planta tratadora, operada por Pensiones Civiles yace saqueada y en consecuencia, inútil.

Hay que saber

Poco éxito tendrá aquél interesado en encontrar números discordantes cuando en los estados financieros, como estos señalados por los panistas, han intervenido múltiples grupos, todos ellos con ganancias exponenciales, así digan pertenecer a la oposición.

Deberán hacer trabajo de campo.

La Tribuna no es suficiente si realmente se busca beneficiar a la población.

Hay que preguntar a los vecinos, contratar peritos, dar un seguimiento estrecho a las constructoras y comercializadoras. Comprobar, como dice la Ley, que no haya el mínimo parentesco entre funcionarios y quienes hacen negocios con el gobierno.

Ahí es donde los panistas y desde luego, los mismos priístas con un compromiso real por Tlaxcala deben intervenir.

Las auditorías, para un viejo político retacado de mañas solo son la oportunidad para pitorrearse del… tejido social.

Por ejemplo, de aquellos miles de chamarritas entregadas a niños y niñas de primaria en ejercicios anteriores, ni el recuerdo queda. Fueron confeccionadas con los peores materiales. Su costo superó al autorizado para adquirir los útiles escolares que, finalmente se pudrieron en las bodegas.

¿Creen ustedes que un negocio de este tipo merezca su aprobación por los organismos dedicados a auditar?

¿Alguien ha detectado error en su comprobación?

Nadie.

Así hay múltiples ejemplos.

Insensibilidad

¿Por qué un gobierno es capaz de llevar a sus amigos a una boda al estado de Morelos, pero es incapaz de cubrir transportación y hospedaje de la familia del normalista de Huamantla, desaparecido en los lamentables acontecimientos de Iguala, Guerrero?

¿Por qué no, el coordinador de los esfuerzos ha expresado solidaridad con dichos paisanos?

Y hasta la Diócesis se ha limitado a lamentar lo trasmitido en la televisión, pero… nada de nada, a la hora de demostrar verdadero sentido cristiano ante la fatalidad.

El tejido social se está cansando.

No tiene un pelo de tonto, aunque civiles y místicos intenten verlos.

No hay plazo que no se cumpla. Nadie debe sentirse sorprendido por los cambios en el comportamiento de un pueblo, agredido, inseguro, desempleado y hasta pasado por alto por la cúpula religiosa.