En el poniente o en otro extremo del estado, el mensaje del gobernante es idéntico: nunca prometió soluciones… y lo está cumpliendo.
Efectivamente, los problemas abundan en la entidad, sobre todo cuando se intenta salir de una especie de campaña eufórica al iniciar la administración. Cada día un frente abierto. Florecían los negocios para asesores legales. Su éxito sin embargo, demoraba… o aún no llega. Y ya falta poco para terminar.
Cuando Mariano magnifica la ausencia de promesas como cura adelantada de la enfermedad de la ineficacia en etapa terminal, no lo hace para generar orgullo.
Discursos en ese tenor son justificaciones no pedidas en un estado que comenzó a asomar la nariz de febrero de 2013 a la fecha. Y aunque fue a la llegada del llamado secretario de oro, Jorge Valdés Aguilera, por el antecedente opaco en responsabilidades previas –como en las finanzas del Senado- de esos días hacia atrás, éramos los campeones de la falta de transparencia.
Hoy somos según el Instituto Mexicano de Competitividad (IMCO) el quinto estado que informa en qué gasta el presupuesto de egresos.
Hoy sabemos en qué gastamos pero, ¿es lo correcto?, ¿invertir en múltiples viajes internacionales con resultados magros es ir por el rumbo acertado?, ¿gastar fortunas en servicios personales para pagar a picapleitos, caros y malos, es para erigir un monumento?, ¿Porque somos el quinto lugar informando del gasto presupuestal, hoy tenemos mejores servicios, más seguridad, más empleo?
Mariano es parcial en el pequeño informe dado en Calpulalpan al celebrar un aniversario más de su anexión. No lo es en el autoelogio. Tampoco en decir hasta el cansancio que a su llegada Tlaxcala figura en el plano internacional. Sus constantes viajes en un plano improvisado alimentaron una visión muy personal sobre nuestra fama mundial.
Quisiéramos ver a las cadenas globales de información celebrando una, solo una propuesta del… estadista-hacendado, uno de cuyos mayores orgullos es recordarnos que al asumir el poder ya nos había advertido carecer de una bola de cristal para vislumbrar soluciones.
Hoy se declara sin vara mágica.
Ayer nos anunciaba cero negocios con familiares o amigos. El tiempo le provocó mutis.
Partiendo de la premisa que una de las funciones de un estadista es solucionar problemas, nos topamos con muro al ver a nuestro raro estadista eludiendo los contratiempos… ¿los va a heredar a su sucesor?
Pachanga al estilo Calpulalpan
Pero no todo en el poniente de la entidad fueron verdades a medias.
Y la ceremonia del cruzado de pulque distendió a los políticos.
Un experto en el protocolo del cruce de catrinas es Ernesto Ordóñez… ah qué tipo tan alegre, sobre todo después de tres.
Ahí los tiene, en una ceremonia auténticamente tlaxcalteca, tal vez no para sentir la gran satisfacción, pero al fin y al cabo, para olvidar un rato los odios a causa de las cuentas públicas, infumables para unos y productivas para otros.
El pulque… el mejor del mundo, sale de los tinacales de Calpulalpan… y los gusanos de maguey, y la barbacoa de borrego y las tortillas hechas a mano.
Es una tierra linda, de gente buena pero lejos de la capital del estado. Tan lejos como la solución a su compleja problemática de violencia, inseguridad y narcotráfico, propios de las comunidades, las grandes comunidades de paso, donde abundan las concentraciones de tráileres y las más extrañas costumbres de sus conductores, donde la población flotante crece y crece.
Ojalá la visita del gobernador significara para trigueros y cebaderos el compromiso de un estadista para poner sus productos en el mundo entero, y no nada más con los acaparadores que hacen fortuna con los campesinos sin siquiera constituirse un día en el surco.
Pero no hay vara mágica para solucionar su pliego.
Así que el pulque y los alegres libadores nos han llevado a profunda reflexión. Nos enseñaron cómo evadir temporalmente los pesares porque, verán ustedes, si sus logros también son muy relativos, pues con el vientre rebosante de néctar de los dioses, pues por lo menos habrán de sumar una actividad… la intestinal.