Y la frialdad de quien arrió la bandera pudo ser porque en mejores circunstancias para él, esta ceremonia habría sido mejor con acasillados vigentes y tiendas de raya…

Caricatura 1, Arturo Tecuatl, Grito Independencia 2014, Mariano Gonzalez Zarur, Cura Hidalgo, Guerrero, Morelos, Tlaxcala Online

Salir por cuarta vez a comparecer ante el pueblo, y a estas alturas con pendientes como los 22 millones de pesos de útiles escolares sin entregar a los niños, quita el encanto a una ceremonia como la de anoche y ahonda el abismo entre la élite gerencial reprobada y la gente, ya con el hastío ante este nivel de cuadro.

¿Qué más, sino el espontáneo y limpio deseo de las familias a concurrir a la Plaza de la Constitución, pese al mal reparto en el balcón principal, prestado a un sujeto a quien la algarabía de la Independencia parece incomodar porque, aquí entre nos, cómo habría de disfrutar una noche mexicana, pero con acasillados de verdad y tiendas de raya, como en su hacienda?

Una pertinaz llovizna fue cómplice de los organizadores que, dieron a este grito: los francotiradores allá, donde apenas se divisan, los arcos detectores, directamente proporcionales al miedo del que se sabe vulnerable ante la asamblea que por cierto, soportó toda esta mierda, con tal de alegrar a la plaza de los pobres, pues los poderosos ya saben ustedes, se reservaron para el gran banquete con tequilas finos y viandas a las que no tocaron las manotas de funcionarios con chicas uñotas para despacharse a placer.

Al Grito le dieron sabor las familias y lo mantuvo a raya parte del mismo pueblo, comprometido por necesidad con una causa tan miope como esta que pese a su final adelantado tiene reservas que lo llevan a pensar en que una parte del pueblo, así de pequeña, de todos modos le guarda afecto.

Mensaje a los que hacen fila

Hay que ver la sumisión demostrada por Ricardo García Portilla, el dirigente-aspirante del PRI en el estado, y colocar a ese nivel a aquellos que sientan el derecho a participar en la urna para suceder a Mariano.

Cuando Noé Rodríguez Roldán, se animó a compartir su futurismo con unos como seguidores suyos, entre los que sobraban judas, más rápido de lo imaginable lo hicieron talco… lo maltrataron, lo pusieron entre las cortinas y las cachetadas que le llovieron. Mejor puso distancia, y buscó cobijo entre sus cuates del Edomex.

A Anabell Ávalos Zempoalteca, tampoco le fue bien cuando comenzó a crecer, con la natural inercia de una secretaria de Gobierno, acosada y desarmada, hasta que también, dejó el culto al amigo aquél que se suponía era el de las decisiones al interior de Palacio.

En ambos casos operó el mismo… Ricardo, el único sumiso, elogioso en boca propia y obsesionado por hallar la raigambre para dejar de ser el… francamente desconocido elemento, muy formado en esa fila a la que ha procurado dejar sola, sola, para poder conservarse en la punta.

A lo mejor lo que le falta es liderazgo

Y está difícil que lo consiga mediante la insana cuerda que le da su dueño, pues a sus pies, como se muestra, muy poco ha de lograr ante un pueblo más bien deseoso de contar con un hombre o una mujer, de verdad, con los suficientes arrestos para lidiar la batalla sin tregua contra, inseguridad, desempleo, y esa asquerosa corrupción que ha hecho cínica a la bola de subordinados, buenos para la pachanga y mejores para aprovechar las cíclicas crisis de su amo, cuya neuropatía de plano lo desarma… lo pone de pecho para que aquellos hundan el colmillo al presupuesto.

Qué pobre esa apuesta mariana, viendo al obediente doctor al cuadrado.

Y qué lógica la respuesta de quienes engrosan las filas del llamado marianismo, limitados a cortoplacismo de atiborrarse pues saben que otra oportunidad… ni en sueños.