La cínica promoción de la descendencia se topó con un muro infranqueable, llamado Estado Mayor Presidencial.

Caricatura 1 Arturo Tecuatl, Mariano Gonzalez, Enrique Penia Nieto, Estadistas, Preciosos, Tlaxcala Online

En la euforia por compartir su particular interpretación del estadismo, a Mariano le ha dado por utilizar el término cuantas veces pueda… es su estilo para quedar bien, y no ha dudado en hacer un estadista al presidente Enrique Peña Nieto, tras las llamadas reformas estructurales, logradas bajo un contexto plural.

Bueno, a un Presidente que dialoga con sus críticos, cede y concede, podríamos verlo en un marco de respeto a la democracia… un ente plural.

¿Estadista por esa causa?

Ni queda bien con el Ejecutivo que, “no va a gozar sus reformas” (¿?) como tampoco tiene empacho en hilvanar nuevos marianismos (barbarismos), condenando que la población exprese sus dudas respecto a la obra de Peña.

“Y lo comentaba hace unos momentos, que ojalá y lo comente muchas ocasiones en mis intervenciones, que los mexicanos y los tlaxcaltecas dejáramos de autoflagelarnos y de ver lo mucho que hemos logrado en muy poco tiempo en México”.

¿Ustedes practican la autoflagelación?, ¿tiene la solvencia moral para detentar esta acción superior el sujeto que ha negado a su partido (no tengo madre,  ni padre, ni partido)?, ¿Por qué alguien se autoflagelaría si se reserva al desempeño del Presidente?

Aquello de la solvencia moral lo comento aquí entre nos por aquella versión filtrada entre la avanzada de la visita presidencial.

Dicen que el autodenominado coordinador de los esfuerzos, pidió al Estado Mayor, reservar para una familiar suya el lugar a lado del Presidente, o sea… el estadista.

Cuando enteraron de tal al estadista, además de la lógica decepción, suspendieron la visita. Pero, ¿por qué tenía que ser así, si se trataba de celebrar la conclusión de un tardadísimo tramo carretero?

Entonces reanudaron los preparativos. Y no autorizaron la presencia de la familiar aquella que le platico.

Peña prefirió dejarse ver con otros, menos con la hija de quien por cierto, llegaría a exigir esa atención al EMP, porque donde finalmente se hizo la visita nada más sus chicharrones truenan.

Y comprendió que una visita presidencial no se compara con las aldeanas giras municipales donde, a contracorriente de la Ley, es promovida la figura de una persona en particular, una güerita un poco bipolar, haciéndola de princesa Leticia entre los menesterosos (que somos hartos).

Salida para el Posada

A la casa de piedra, que alberga el único hotel de cinco estrellas en Tlaxcala (pero opera como de tres) piensan ponerle salida a la Avenida Independencia, justo donde se encuentra la primaria Luis G. Salamanca, a cuyos alumnos y maestros les dieron atole con el dedo tras los sismos de hace poco que provocaron daños a las aulas.

No hubo orden de reparación, pero sí se ha visto que el lugar del inmueble es estratégico para hacerle una práctica salida al hotelazo.

Por cierto, ¿a quién entregan cuentas de la operación de ese negocio del gobierno?, dicen que un jovenazo hace y deshace con las cuentas y las habitaciones.

Como no hay un reglamento para operar estos bienes del gobierno… pues los ratones hacen fiesta.

Pero, ¿qué va a pasar con la primaria?

Así, mediante el vil agandalle, ¿van a dar matanga a alumnos, maestros y padres?

La lechuza

Pues ni que fuera la sede del Instituto Tlaxcalteca de la Cultura (ITC) donde en lugar de áulas de música y otras disciplinas, vamos a tener changarros en la plaza comercial que, supuestamente será operada por los empresarios de Samborn’s.

O sea, en lugar de cultura… meseras con traje de papalote (a muchos nos espantan)

Otra disputa

La donación del que fuera el edificio empresarial a la UAT, debió darse bajo condiciones de apremio pues al supuesto propietario, el ex gobernador Héctor Ortiz, pretendían darle marianazo con el inmueble.

¿Ese es el estadista?

Pues de petatiux.

A no ser que nos enfrentemos a la devaluación del concepto, al extremo que al rato  hemos de ver a un toro negro, bragado y con chicos cuernotes, llamado por su dueño… “el estadista”.