Intentaban evitar el envío de 110 quejas al Congreso, donde se acumulan pruebas para iniciar un juicio político a los consejeros.
Aquello de que entre gitanos no se leen la mano no aplica a los huéspedes de San Manuel. ¿Los creen capaces de extorsionarse? Bueno, antes de responder deben ustedes saber que hace poco los integrantes del Instituto Electoral de Tlaxcala (IET) intentaron una movida con los representantes de los partidos políticos. ¿A través de quién?… de Dulce María Angulo, quien se desempeña como responsable de la Comisión de Finanzas y Fiscalización en ese órgano.
La propuesta fue bajar las multas derivadas de la fiscalización al setenta por ciento del proyecto original si los partidos políticos se olvidan de las quejas interpuestas ante el instituto y que hasta la fecha duermen el sueño de los justos.
¿Cómo aceptar semejante bodrio? De ninguna manera, porque los consejeros estaban agregando una petición extra al acuerdo inicial.
Queda claro que la señora Angulo intentó pasarse de lista. El acuerdo inicial era bajar las multas y que los recursos resultantes fuesen utilizados por el instituto para cubrir adeudos pendientes. De esto nadie protestó.
Sin embargo, la también conocida como consejera-Burger (las prepara con su kétchup y pepinillos) antepuso una condición más; retiren las quejas interpuestas –cerca de 110- que no han sido resueltas para poder librar el Juicio Político que ya muestra considerable avance en el Congreso, al grado que ya solicitó al IET copias certificadas de todas las inconformidades.
La petición expondrá el pésimo trabajo de los consejeros, así como su resistencia para proporcionar la información requerida.
Nos dicen que la seño Dulce –a quien nuevamente aguardan las brasas de su nego para seguir con las burgers y perros calientes-, antes de presentar los informes de fisaclización de los partidos concurrió al cubículo del diputado Serafín Ortiz, primero en saber cómo venía dicho proceso, lo cual ya tiene más que irritados a algunos consejeros electorales y a uno que otro representante de partidos políticos.
Doña Chepina, no deja el protagonismo
La actitud prepotente mostrada hace unos días por la directora general del Cobat Josefina Espinosa Cuéllar que fue corrida de los festejos del día del maestro, tiene más que molestos a los docentes de dicho subsistema, más cuando se enteraron que, al menos en esta semana, no serán atendidos ni habrá diálogo con ellos.
Y aunque la razón, dicen que es la organización de la boda de su hija que se realizará el próximo sábado, en los hechos ella argumenta que nadie la impondrá tiempos y la forma en cómo debe llevar a cabo su trabajo.
Por cierto, la asistente personal de Cuéllar, Sandra Romero, anda loca de contenta presumiendo que la boda de la hija de la directora general del Cobat será una de las mejores que se efectuarán en este año.
¡Pues felicidades!
Pero que cumpla con su obligación.
Marquitos, ¿piernas para qué las quiero?
La semana pasada en la inauguración de la feria de Contla, muchos priistas hicieron el oso de su vida. A la ceremonia se esperaba la llegada de dos gobernadores, pero al final sólo llegó el de Puebla, Rafael Moreno Valle.
En el corte del listón inaugural, muchos invitados recibieron una tijeras para llevar a cabo esa acción. Entre ellos el presidente de la JCCP del Congreso, Marco Antonio Mena, quien al ver que no llegó Mariano González Zarur, optó por acomodarse en la orilla y muy discretamente guardar las tijeras –nunca las devolvió-, para después detenerse mientras la comitiva acudía a la bendición de algunas patrullas, lo cual se pospuso pues se confirmó que llegaría Rafael Moreno Valle.
Marco Antonio Mena, sin regresar las tijeras llamó a su chofer y sin decir agua va se fue, junto con otros militantes y diputados del PR que acudieron a Contla. Quizá se fueron porque no estaban dispuestos a soportar el alegre y multitudinario recibimiento lleno de afecto que tuvo el gobernador de Puebla.
Las razones por las cuales no llegó Mariano González Zarur se desconocen, pero lo que es un hecho que mientras a él lo repudian al mandatario de Puebla lo apapachan. Y en la casa del primero, ¡eso sí es un despropósito!