Si Calderón decide desaparecer Turismo, ya veremos a Daniel Herrera Murga, penando y haciendo negocios, pero sin oficinas.


Hoy, para el escalofrío de muchos que cobran sin hacer gran cosa, el presidente Calderón ya habla de desaparecer la Secretaría de Turismo, e integrarla a la de Economía, previa depuración.

Imagine usted al travieso Danny penando sin su bellísima oficina. A lo mejor hace su cuartel al restaurante la Cabaña, en la Feria de Tlaxcala y organiza una protesta encabezada por los toros, esos que corren el día de la Pamplonada (llamada Pamplona por el singular y ojialegre funcionario).

O sea, los ajustes van en serio. Por eso, la evaluación de dependencias del gobierno de Tlaxcala tiene intranquilos a muchos, sobre todo los menos favorecidos a causa de su comportamiento.

Tal vez por eso la mayoría de los institutos, creados durante el sexenio anterior se encuentran en el mismo marco que la Sectur y, no precisamente por la dinámica de sus directores.

Ocurre, por ejemplo en el Instituto de Desarrollo Municipal, a cuyo director, Aarón Méndez, no lo conoce buena parte de los alcaldes.

También pasa con el Instituto Estatal de la Mujer, cuya titular, Victoria Ortega Corona, nos tiene en ascuas con aquello del Banco de la Mujer, proyecto para el cual hay un fondo de diez millones de pesos. Y como poco o nada se sabe del desempeño de este ente burocrático y de aquél nada despreciable fondo, pues, su misma existencia se encuentra en etapa de valoración.

Ni qué decirle a usted del Instituto Tlaxcalteca de Desarrollo Taurino.

El acceso que hemos tenido al trabajo evaluatorio, también nos lleva a conocer que otros institutos transcurren con una agenda de esfuerzos dignos de comentar.

Uno de ellos es el de Protección a las Personas con Discapacidad que, en manos de Sulma López Corona, pasa por el reconocimiento de diversos sectores a aquellos hombres y mujeres con una demanda de atenciones propias a su condición especial.

Es de lo rescatable en la evaluación.

Y lo mismo ocurre con el Instituto Estatal de Protección Civil, asertivo y oportuno, según lo desprenden quienes observan su comportamiento.

Así que, el destino de una buena parte de los institutos tlaxcaltecas, en tanto creaciones burocráticas con un desempeño limitado habrá de entrar en alguna de las siguientes acciones:

1.- Replanteamiento. Al ser evidente que se convirtieron en una carga para el presupuesto, la existencia de esta parte de la estructura gubernamental repasará cada uno de los puntos de la legislación a la que debe su existencia para ver si está cumpliendo con el cometido original.

2.- Incorporación. Si detectan que se trata de una parte de la estructura burocrática que puede ocupar las instalaciones de otra, con mayor demanda, así como el presidente Calderón lo detectó en la Secretaría de Turismo, cuyos verdaderos estrategas habrán de dirigirse a la Secretaría de Economía, no sin antes demostrar que su actuar es más que necesario para el gobierno.

3.- Desaparición. Si al término de la medición que se realiza, resulta onerosa e innecesaria la operación de tal o cual instituto, su existencia misma está condicionada. Habrá que ver los logros y el progreso alcanzados. Dada la falta de dinero, un eventual desempeño improductivo está destinado al exterminio.

Hay casos en los cuales la opacidad mancha el desempeño. Caso particular el del Insituto Tlaxcalteca de la Cultura que, según constructores molestos, adjudicó a una sola empresa ni más ni menos que ocho obras, comenzando por la casa de música de Apizaco.

A lo mejor por eso corre la versión de que a Elena Hernández la mantienen contactada, no vaya a ser urgente su presencia en la casona de la Juárez.

Mejoría

Un saludo al licenciado Raúl Cuevas Sánchez, titular del Consejo de Seguridad Pública. Hace rato que no se le ve por los vericuetos propios de la grilla y la función. Ojalá su salud sea la de siempre.