La Legislatura inicia y, ya nos dimos cuenta que Perla y Oralia, como que están en la modorra; Julián aumenta su presión para regresar en 2010 y Sergio anda en la pachanga total.


Creo que el elevadísimo costo de la elección que favoreció a las panistas Perla López Loyo y  Oralia López Hernández, debiera comprometerlas a hacer un papel destacado en la LXI. Incluso, son tantos los afectos del recién desempacado líder nacional de este partido, Cesar Nava, que a los cuatro diputados panistas se les incluyó en la reducida élite en torno de Josefina Vázquez Mota.

Las dos tienen que trascender el lamentabilísimo papel de sus antecesoras, una, pendenciera y la otra, sencillamente nula.

La primera, inmersa en visiones oníricas del poder como un premio y, la segunda, sin una sola actuación en los terrenos de la dignidad. Viendo el monitor legislativo me expreso avergonzado porque en mi país el dinero se tira a pozos sin fondo, a proyectos fatuos.

Si Perla y Oralia piensan que una vez instaladas en la comodidad de sus nuevas oficinas han trascendido el mundo de los mortales y ahora, nos ven como los diminutos tlaxcaltecas pobres que somos, qué lamentable el momento en que miles aceptaron darles su voto, sin saber que la modorra les esperaba como frase de combate y el cinismo como justificación.

Encuentro una rareza que lastima en “actos de agradecimiento por medio de los cuales, estos personajes de reciente empoderamiento, llegan al extremo dela burla. En otra palabras, para aminorar el sentimiento de culpa por la fortuna que costó su principado, aquellas nos permiten el lujo de tenerlas cerca algún día y, luego, verlas en la tele o enterarnos por la prensa que en realidad no hacen lo que nos dijeron que podían hacer, vamos, que no hacen nada pero se dan vida de reinas.

Del diputado Sergio González no puedo decir lo mismo. Creo que él se encuentra en peores terrenos. Aquéllas nada más son inactivas. Este, es pachanguero. Jala con la mamá, los cuñados y hasta el compadre. Y los mete a la fuerza a San Lázaro… ¡claro, chingá, para es diputado el señor ingeniero!

Entre esta variedad tan escasa, con Julián Velázquez, por lo menos se le ven intenciones de disputar la Comisión de Salud. Está difícil porque la brutal mayoría priísta va a hacerse con las más importantes, pero por lo menos hace la lucha. Chance y sea integrante aunque no presidente.

La presión a la que está sometido es aún más pues, se sabe potencial candidato panista a la gubernatura.

Así que nuestros diputados federales, los que nos apantallaron con campañas de primera en un entorno de quinta, tienen la obligación de rendirnos cuentas, no con pachangas y con sus miserables cartas de agradecimiento, sino aplicándose a fondo para que el país no se siga hundiendo gracias a otra suerte de pasividad, la del Presidente, en cuya gestión el PIB superó los diez puntos en rojo, lo que no se veía desde la década de los diez.

Si Perla al rato nos sale, como su antecesora, con que usa el tiempo de legisladora para visitar las clínicas donde se aplica el votox, qué decepción. Si Oralia ya se olvidó que en campaña la videofilmaron entregando lana en efectivo –acusación que se pasó por el arco del triunfo – y ahora no trasciende la mediocridad expuesta en un principio, qué desesperación.