Desde antes de llegar al poder trae un lío con estos empresarios, por cierto dueños de 103 tiendas en todo el país. Y algo semejante pasa en Apizaco.

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Algo muy profundo debe causar la aversión mariana por Liverpool. Vamos, tenían pleitos antes que aquél llegase al poder.

El asunto es: dicha inversión se reactivará una vez Mariano haya dejado su despacho en Palacio de Gobierno.

Mire si no va a ser indignante la forma como Adriana Moreno, dicen que los trató. Los trajo a la vuelta y vuelta, y cuando se dieron cuenta que todo era inútil teniendo enfrente al enemigo de los negocios para generar fuentes de empleo, pues desistieron de instalarse. Total, a quién hace más falta el negocio, ¿a ellos, con así de tiendas, o a nosotros, sin chamba y con un nivel de vida de veras bajo?

Pedro Pérez Lira todavía era alcalde. Y ya ve cómo seguido le daban los delirios de grandeza, se aventó el arriesgue de otorgar las licencias de construcción.

Contento por su proeza lo anunció a los cuatro vientos. Tan pronto se enteró el de enfrente, los mandó a cerrar. Unos decían que le habrían gustado más en Apizaco, chance y para venderles los terrenos, pero eso es pura especulación. Además  ni en Apizaco están tranquilos los inversionistas, más adelante se lo decimos.

Este bloqueo con el tiempo fue usado como ejemplo por la Midas local de los negocios (sí al revés), Adriana Moreno. Y cuando a alguien se le ocurría hablar de inversiones, y estas no cuadraban a aquél, entonces decía la secre de más millas: «te puede pasar como a Liverpool y las lecencias de Pedro Pérez.

¿Cuantos empleos dejaron de generarse por este desplante?

Pues, haga cuentas. Nada más los constructores emplean a más de ochocientos. Y ya cuando estuviera la tienda en sí, habrían de laborar un promedio de mil quinientos, pues no nada más era el cajón de ropa, sino otros negocios en modalidad de condominio.

En otros estados los mismos gobiernos construyen las naves, regalan el terreno y hasta maltratan a los funcionarios para agilizar las gestiones. Aquí no. Se nos fue una de lss que ya serían 104 tiendas, 77 de las cuales se llaman LIverpool, veintitantas, Fábricas de Francia y el resto, Duty Free.

El drama Muñoz Couto en Apizaco

Tenían en la bolsa 130 millones para hacer el hotel City Express allí donde los talleres del ferrocarril, en Apizaco. Abrirían ochenta locales más, y el ese municipio dejaría de tener nomás que el super Rivera o que El Corte Inglés (a caray, esa está en Santa Ana).

Federico Muñoz Couto, pariente de Mariano, acudió a él para seguir el formulario que le permitiría hacer realidad este negocio de ensueño. Los mandaron con ya saben quien, encargada de los negocios. Los citó para tal fecha.

El plazo se cumplió y los empresarios llegaron. Nada más a encontrarse con todos los delegados federales: Trabajo, Infonavit, IMSS y por supuesto INAH. Estaban listos para abalanzarse en contra de los señores estos, vecinos de Apizaco y seguramente malquerientes del estropicio habilitado en Turismo y Desarrollo Económico.

El banco los boletinó por haber dejado ir crédito (no a cualquiera le prestan la millonada) y las razones para cerrarles la puera, pues jamás las sabremos, salvo que se trate de vil amargura, envidia de esa en contra de los parientes para no dejarlos ser, pero de veras nunca.

Otros mil empleos menos

Llegados a Tlaxcala en tiempos de José Antonio Álvarez Lima, Warnaco (después Assates o Sintex) también se van. Originalmente empleaban a siete mil. La tremenda competencia los redujo hasta el grado de ver mejores condiciones aprovechando los paraísos fiscales o la misma política económica china.

Pero aquí, al pretender cobrarles más por el piso ocupado en Ciudad Industrial Xicohténcatl, se dijeron a sí mismos, pues qué estamos esperando, ni que fueran tan amables o el clima nos fuese tan favorable. Asi que tomaron sus tiliches y se fueron.

Crisis

Si les sumamos la partida de Nestlé, cuyos directivos nunca pudieron obtener un trato atento de parte de las autoridades, nos enfrentamos a un estado enemigo de la inversión y responsable de la deteriorada economía de la gente.

Y no hay que dejar de acordarnos de aquella convocatoria, a recuperar la política de los setenta, como le gusta al mandatario. De aquella época que le trae buenos recuerdos.

No se vale. Estamos en manos de un amargado.

Qué generó la división en el PAN

Mientras la mayoría de los comentarios de la ruptura de la fracción parlamentaria del PAN en el Congreso giran en hacer un sesudo análisis y llegar a la conclusión que se trata de una pugna entre dos grupos de ese partido, lo cierto es que la fractura estaría ligada más a un ex alcalde del blanquiazul que opera para que su cuenta pública del 2013 sea aprobada.

Dicen que el ex alcalde panista Orlando Santacruz, preocupado por las múltiples anomalías que dejó en Apizaco, intervino en el proceso de negociación con el PRI y así se pudiera incluir a varios legisladores del PAN en algunas comisiones.

Apoyado por el legislador Roberto Zamora, éste convenció a Humberto Macías de aceptar el ofrecimiento del PRI, pero el bisoño coordinador del PAN avaló un dictamen y una repartición sin consultar a sus compañeros de bancada.

Humberto pactó con Roberto la incorporación de Julio Hernández a la Comisión de Finanzas y Fiscalización, pero para lograr que esa propuesta fuera avalada por José Gilberto Temotlzin, éste pidió un lugar en la Comisión de Gobernación y Puntos Constitucionales, con lo cual se procedió a ignorar al al resto de los diputados panista.

El más feliz con esa negociación, según dicen, era Orlando Santacruz, pues tendría a alguien que estaría dispuesto a apoyarlo para la aprobación de su cuenta pública, sin embargo el diputado Ángelo Gutiérrez y dos compañeros más no aceptaron esos acuerdos y optaron, en un acto de congruencia, por desconocer a Humberto Macías como su líder.