Juan Bárcenas González, sobrino del gobernador Mariano González, encabeza desde hoy la Capam. Desplazó al hijo del oficial mayor, a quien parece haber terminado su oportunidad de hacer negocio.

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En la salida de Marco Antonio Velasco Velasco, hay un fondo interesante que no se limita a la facultad del nuevo alcalde de Tlaxcala, el panista Adolfo Escobar Jardínez, para decidir quién queda al frente de un organismo descentralizado como la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado (Capam).

Para empezar, nos dicen, el alto mando del estado se mantuvo al tanto del pleito en las oficinas localizadas en la calle 20 de noviembre, y sería él mismo quien daría la autorización para utilizar a la fuerza pública en el desalojo del jovenazo hijo del oficial mayor de gobierno, mimo que había tramitado un amparo ante la autoridad jurisdiccional, buscando permanecer cuatro años al frente del productivo negocio de la cobranza del agua potable en el municipio de Tlaxcala.

¿Distanciamiento con su subordinado oficial mayor?, ¿un hasta aquí dicho con escasa sutileza a quien suponía que su hijo era intocable por el solo hecho de llevar su apellido?

Lo cierto es que a partir de hoy, Juan Bárcenas González, sobrino del gobernador Mariano González, es quien ha llegado a ocupar la oficina más importante de la Capam.

Habrá quien suponga esta una especie de cuota exigida al alcalde nene consentido, en el contexto prianista que llegó para quedarse en lo que le resta al sexenio. Pero si hay alguien disciplinado con su tío y dispuesto a darle su valor a la dinastía González, pues es el ex diputado federal Bárcenas.

La Capam había sido la rebanada permanente de pastel para Ariel Lima Pineda. El negocio del agua y alcantarillado en el municipio de Tlaxcala es estruendoso. Cobra una de las cuotas más elevadas del país, lo que por cierto le ha permitido mantenerse en una constante actualización.

¿Cuál fue el error de Marquito?

1.- Abrir la puerta a un par de saqueadoras de información que no tardaron una semana en sustraer lo que pudieron y ponerlo en manos peligrosas.

2.- Imponer la instalación de medidores, buscando incrementar los ingresos de la descentralizada, brutales por sí mismos.

Así que el alcalde Escobar, también presidente del Consejo Directivo de la Capam, no dudó en poner manos a la obra, e impedir que así como ocurrió con Lima Pineda, sucediese con Velasco.

Por cierto, fue bajo el mando de Lorena Cuéllar Cisneros, como la Capam salió de las propiedades de Lima.

Francamente era un abuso el vivir a costa de lo recaudado por miles de usuarios a quienes se cobra hasta la gota más insignificante del vital líquido.

Veremos en los días por venir si el amparo solicitado por el joven Velasco, rinde sus efectos. Si aconsejado por el doble discurso de su progenitor opta por un conflicto laboral pidiendo millones para su gente de confianza y lo más importante, si se los permiten.

Francamente dudo que Marco se meta en problemas contra un nivel que así de fácil lo neutraliza.

Lástima de capitales políticos

¿Le suenan los nombres de Blanca Águila, Luis Alberto García Badillo, Carlos Ixtlapale, Pedro Pérez Lira?

Se trata de algunos de los priístas que siendo autoridades y teniendo la gran oportunidad de consolidar una carrera, optaron por la frivolidad, se desbocaron y hoy se encuentran en la lona.

Lastimosamente acabaron con sus carreras políticas, y para sorpresa de muchos, no quitan el dedo del renglón, pensando que la gente de veras los prefiere…

Ven el escenario que sus excesos les permiten.