Conforme pasan las semanas, se hacen más claras las estrategias para participar con fortaleza en la elección de 2015.

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Crecen las versiones al interior del fitoequipo en el sentido de que al alcalde electo de Tlaxcala lo adoptaron los altos mandos, pues le ven la pasividad necesaria como para impulsarlo, ponerlo y luego… manejarlo.

No es un plan aislado. Se ha hecho acompañar por acciones como el impedimiento al diputado electo, José Gilberto Temoltzin Martínez, a convertirse en el coordinador del grupo parlamentario de AN. En su lugar quedó Humberto Macías, cuya apertura hacia el ejecutivo plantea un prianato en los planes de mediano plazo para Tlaxcala.

Pero los seguidores de Adolfo deberán acompañarlo en el desconocimiento a personajes fundamentales en su triunfo electoral, como la diputada Aurora Aguilar Rodríguez, acaso el principal pivote que para Escobar significó dejar temporalmente su comportamiento falto de vitaminas.

En la misma senda se hallaría el ex gobernador Héctor Ortiz, quien jaló a Escobar y su grupo durante el sexenio en el cual se dio con más intensidad el beneficio mutuo… Adolfo se dejó majenar y Ortiz, lo hizo secretario de Gobierno.

Y a sus amigos no les fue mal. A Benjamin Ávila, por ejemplo, le reservaron un lugar en la contraloría, con miras a un crecimiento importante, aunque su conducta, fiestera lo limitó.

La alianza PRI-PAN a partir del ayuntamiento de tlaxcala tendría más lecturas importantes.

1.- Acaso el convencimiento de parte del ejecutivo, de que Beatriz Paredes vendrá o enviará a recuperar al PRI, al margen ya de compromiso alguno con el gobernador en turno.

2.- El contar con un elemento de confianza que, cobre fuerza en el trecho de aquí a 2015, cuando seguramente la senadora Lorena Cuéllar Cisneros, se encuentre en franca campaña para participar en el proceso sucesorio.

3.- Utilizar contra Ortiz a un elemento con probada lealtad hacia él mientras existió acuerdo entre ambos, pero ahora en una nueva circunstancia que llevaría a Adolfo a olvidarse de los negocios del pasado y a ver una nueva y promisoria senda.

La contraparte y, ¿sus dos planes?

Parece que en el lado contrario, una alianza, también novedosa aunque entre personajes que se han conocido por años tiene por lo menos dos personajes de recia personalidad en quienes vería posibilidad de impulsar hasta las últimas consecuencias.

En primera instancia, el ex rector Serafín Ortiz, indudable cabeza de este proyecto, cuya fuerza será la consistencia académica mezclada con partidos locales y al menos uno nacional, en un esquema de protagonismo en la búsqueda del equilibrio entre poderes.

Sin perder tiempo, el diputado electo ha comenzado a estudiar el terreno de las minorías, seguramente proponiéndoles aliarse en un plan de gran envergadura: aguantar los embates del ejecutivo hasta la elección de 2015, cuando sin duda será uno de sus adversarios.

Algunos lo ven como el plan B. Lo cierto es que el rector Víctor Job Paredes Cuahquentzi, representa una sólida alternativa cuya fortaleza es la alianza entre las izquierdas -comenzando por el PRD- y sobre todo por el ex gobernador Alfonso Sánchez Anaya.

El potencial de ambos ex mandatarios, ASA y Ortiz, teniendo ante sí a dos personajes, uno de los cuales despuntará y permitirá que esta nueva guerra se izquierdice, ante el prianato de facto que a partir de ya se encuentra operando, pese a la sorpresa de muchos panistas, que no lo esperaban.