Anunciado como un interesante logro de transparencia, resultó un amañado buscador que obligaría a escribir cinco mil concesiones distintas para saber o no a quien pertenecen.

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Ex gobernadores, ex titulares de Secte, ex diputados y otros poderosos personajes son los dueños de concesiones del servicio público, cuyos nombres se ocultan en el bodrio que el gobierno llama padrón, y que resultó ser un ineficiente buscador de datos puesto a medias,  al servicio de un público al cual no se le informa cuánto costó el software usado y cuánto el acopio del supuesto banco de datos.

La Secretaría de Comunicaciones y Transportes del estado (Secte), activó en la dirección http://secte.tlaxcala.gob.mx un servicio de consulta al padrón de concesionarios del servicio público estatal.

El listado no muestra nombres de dueños de concesiones; consiste en un campo en blanco donde puede anotarse el número de placa o de concesión y así saber a quién pertenece la misma.

Información de la Secte, avalada por la Comisión de Acceso a la Información (Caiptlax), asegura que se cuenta con una base de datos de cinco mil 502 permisos, y califica la acción como importante medida de transparencia.

Lo aparatoso del anuncio supondría la aparición de los bloques de dueños, o grupos, como se ha dejado correr la versión, sobre todo en casos particulares como los líderes Hugo Salado o Indalecio Saucedo, por citar dos de los más vapuleados en fechas recientes.

Versiones captadas entre transportistas y empleados de la propia Secte, tienen visiones distintas.

1.- El difundido padrón, elaborado por la Contraloría del Ejecutivo y la Secte, es una ventana estrecha y controlada que acabará por exhibir a los verdaderos dueños de concesiones: ex titulares de la Secte, ex funcionarios, ex diputados y hasta ex gobernadores.

2.- Para ellos, los nombres de Salado o Saucedo son un escudo que los mantiene a salvo de una verdadera confrontación con la opinión pública y con autoridades judiciales, al darse casos de escandalosa acumulación de placas, como botín del latrocinio de quienes desean asegurar su futuro, con rentas o la posibilidad de elevados traspasos, pese a que la ley limita las concesiones a personas, para su explotación y no las considera como un negocio de compra-venta.

En reallidad, se trata de un frente más, abierto por el ejecutivo de Tlaxcala, quien parece no estar dispuesto a permitir que un número incierto de concesiones siga dando regalías a personas ajenas al marianismo, o incluso que forman parte de él, pero conservan beneficios de otras oportunidades en la administración pública, mientras en el lado opuesto, grupos de pobres, son víctimas de la violencia al querer autoemplearse mediante mototaxis o bicitaxis.

¿Regresó a Tlaxcala Mario Armando Mendoza?

Parece que la ausencia del asesor michoacano, Mario Armando Mendoza Guzmán, se trató de un montaje para meterlo en un bajo perfil que le permita operar con menos presiones, dentro y fuera del gabinete.

El michoacano ha sido visto con frecuencia entrando y saliendo del palacio de gobierno, lo que a decir de quienes ahí laboran, puede tener dos vertientes:

1.- Pese a haber sido factor de derrota electoral y desencuentros entre grupos afines al marianismo, Mario Armando tuvo que ser llamado a reintegrarse, toda vez que el actual secretario de Gobierno, Miguel Moctezuma, así como subsecretarios como Joaquín Flores Nophal, desde hace tiempo fueron rebasados en sus funciones, por lo que la gobernabilidad se encontraba en inminente riesgo.

2.- En realidad nunca se fue y su salida del gabinete solo fue un ardid que buscaba aminorar la carga ante la opinión pública y sobre todo ante la militancia del PRI.