Lo que parece una gran ventaja resultó ser su perdición, ¿cómo un líder estatal del PRI va a aprovechar el cargo para promoverse como candidato a diputado local, tras un chiquero de elección?

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Para algunos pasa desapercibido, pero el PRI tlaxcalteca vive una terrible crisis, al la cual pretenden maquillar con la gran alianza partidista que permitirá a Noé Rodríguez Roldán, ahora sí, obener el rotundo triunfo que anda buscando, porque no crean que ya quitó el dedo del renglón, en eso de ser el sucesor… bueno por lo menos el abanderado.

1.- No hay registro, en la historia del PRI, de un líder estatal que haya aprovechado el puesto para apoyarse como candidato, por cierto en una segunda elección porque, como dicen los ministros del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, nada más en 35, de 62 casillas se detectaron graves irregularidades.

2.- ¿Con qué autoridad moral, el desgastado Noé va a volver a pedir su voto al pueblo, si lo detectado en el Distrito XIII es el reflejo de aquél histórico estercolero, que ni así permitió al partido en el poder ser despojado de los municipios más poblados, acaso como un convenio para poder conservar las distritos indispensables para la raquítica mayoría que ostentará la próxima legislatura?

3.- Creo que una de las imágenes más perdurables en aquél proceso electoral fue la del cura priísta (confesando a Chabelita la simpática cómica de Televisa), el mismo que semanas después la emprendió contra otro curita, pero ese activista del PAN en Antonio Carvajal.

Ni en sus mejores tiempos Alfonso Arau pensó en un escenario más divertido para filmar la segunda parte de Calzonzin Inspector. Por cierto, esa cinta se realizó en 1974, exactamente cuando el tricolor se encontraba en los cuernos de la luna, con frases como ¡arriba y adelante!, acuñada por el entonces presidente Luis Echeverría Álvarez (el molde de donde salieron estos políticos que hoy ve usted atrincherando la capital de un estado para votar de emergencia una parchada ley pensionaria).

Aunque referirnos nada más a la abrogación de la ley de las cachetadas (creo que es bueno llamar de algún modo a la primera versión de la ley de Pensiones Civiles de Tlaxcala) es limitativo, pues tenemos tres años de una política avasallante… algo así como la antítesis del diálgo, o la administración sobre los hombros de los hombres y mujeres agotados.

La reunión en Topolino

Esta heladería es buena en Apizaco, al menos para exhibirse en sus grandes vidrieras. Por eso uno se cuestiona las causas que el jueves anterior llevaron a dos González (uno Necoechea y el otro, su poderoso tío, que trabaja de gobernador en Tlaxcala) a pedir «ñeve de limón con cocacola»…

Es que con alguien tenía que hablar el dueño de La Soledad, hastiado de las tarugadas de un tal Vega Crespo, el cual -escuche usted- sería convocado tras la abrogación de la ley de las cachetadas, para desplegar una campaña en medios, como lo requiere un gobierno con estos detalles…

¡Pero amo, el lic. Vega anda vacacionando en Acapulco!

Dicen que eso fue lo que le mandaron decir las gentes que ocupan los escritorios en la coordinación de prensa.

No… para qué se lo dijeron… lo mejor es pasarlo por alto, y entender los porqués de las constantes reuniones con su sobrino, el de la doble pechuga y hartos deseos de colaborar en aquello de poner la casa en orden.

Oiga usted, qué es eso de andarse yendo a Acapulco, y dejar tirara el arpa, bajo el argumento de que ahora como ir allá está al dos por uno hay que aprovechar, porque el tiempo ya no es mucho… (el tiempo en el gobierno, verdad).

Doce minutos tarde

Lo más gracioso es que ya se había bajado de su camioneta, pero vio el reloj y se dio cuenta que llegaría puntual. Entonces se volvió a subir ¿Cómo, llegar al informe de la senadora perreidita Lorena Cuéllar Cisneros, como cualquier invitado decente, serio y respetuoso del horario, cuando se puede jalar el reflector y hasta soltar la frase aquella de, «lo cortés no quita lo valiente»… de ninguna manera, una oportunidad así no se da en maceta. Y la senadora panista, efectivamente, llegó un poquito después de que ya había comenzado el guateque.